El viernes 23 de octubre, personal del Área de Patrimonio de la Agencia Córdoba Cultura y la División de Patrulla Ambiental de la Provincia realizaron un relevamiento de seguridad del Patrimonio Cultural Municipal de Anisacate en el tradicional «Rancho La Charito». Acompañados por el secretario de Gobierno municipal, Matías Cuello, junto a la coordinadora del Área de Cultura y Educación, Romina Cannistraro, se labró un acta a través del cual se otorga a la Municipalidad la posesión de dicho inmueble «para llevar adelante acciones tendientes al uso, preservación y puesta en valor», según se explicó oficialmente.
«Es un día histórico, la semana que viene comenzaremos los trabajos de limpieza y saneamiento de este espacio», manifestó Matías Cuello, a propósito de este acontecimiento. Las medidas se tomaron, en consonancia con lo establecido por el artículo 65 de la Constitución de la Provincia de Córdoba, que dispone que «el Estado Provincial es responsable de la conservación, enriquecimiento y difusión del patrimonio cultural, en especial arqueológico, histórico, artístico y paisajístico y de los bienes que lo componen, cualquiera sea su régimen jurídico y su titularidad».
Cabe recordar que en 2017, el Concejo Deliberante de Anisacate aprobó la Ordenanza Municipal 152 de «Declaración de Utilidad Pública y Sujeta a Expropiación El Rancho La Charito», en cuyos fundamentos se situaba a esta construcción como testimonio de la arquitectura tradicional y los devenires históricos de la región. El rancho en cuestión supo ser un antiguo puesto de estancia, que lindaba al norte con la acequia de la Estancia Santa Francisca, al oeste con el hoy Arroyo Chicamtoltina y al este y el sur con la Ruta 5.
En los fundamentos de dicha ordenanza, se hablaba del «Rancho La Charito» como una construcción que combina características de vivienda urbana y rural. «Si bien los materiales originales eran ‘barro, paja, jarilla, además postes, horcones y varas’, el reemplazo de la techumbre de paja por chapas de cinc y el agregado posterior de una pequeña habitación, no han hecho perder a la construcción su idiosincrasia de vivienda rural, ya que conserva sus muros de adobe y su configuración espacial con una galería y por el contrario, la encuadraría en la tipología de ‘vivienda rururbana’.
Se destacaba a continuación que no existían «en la zona muchos ejemplos en pie de esta tipología tan característica», «que la misma es un referente de tanta trascendencia que da nombre a una parada de colectivo» y «que Anisacate carece de espacios históricos abiertos a toda la comunidad que puedan utilizarse con fines culturales (museales, de expresión artística, de manifestación y exposición)».
FOTOS: MUNICIPALIDAD DE ANISACATE