A la espera de la resolución del conflicto en la salud pública provincial, el programa «Y Vos Qué Pensás» entrevistó a la enfermera Eva Brasseur y el cardiólogo Agustín García, voceros de la asamblea del personal de salud del Hospital Regional Arturo Illia para conocer desde adentro los reclamos y la manera en que se está dando forma a una nueva forma de organización.
Brasseur introdujo la charla, aclarando que el conflicto que «saltó a los medios» hace un mes con la renuncia masiva de profesionales en el Hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto da cuenta de un «deterioro en la salud pública» que se viene acumulando «por falta de personal y de recursos».
«Ya sabíamos incluso antes de la pandemia que la salud pública se venía desarmando», subrayó, graficando que se han privatizado algunos servicios internos. «En el Hospital Illia, el servicio de lavadero y limpieza no se realizan con empleados públicos, sino privados», indicó.
«Cuando nos tocó la pandemia, nos asustamos como todo el mundo y hubo que reorganizar todo. Fue un trabajo intenso. Ahora tenemos sueldos muy bajos, con nuestros básicos por debajo de la línea de la pobreza. Esto además impide que ingrese otra gente que, en estas condiciones, no quiere ir a la salud pública. Faltan pediatras, médicos de guardia. Se han jubilado muchas personas y la Provincia no ha hecho nada por reemplazarlos; hoy en el hospital no hay otorrinolaringólogos«.
Brasseur pinta un panorama desolador y García completa: «Se dan bajas y la reposición es muy difícil. Tuvo que pasarnos una pandemia encima para que se reincorporara un neumonólogo en el Hospital». Enfatiza: «Afrontamos la pandemia sin un neumonólogo estable».
La enfermera apunta que el Gobierno Provincial reaccionó a la renuncia masiva de profesionales en Río Cuarto como si hubiera ignorado el conflicto que se venía denunciando desde hacía tiempo. «Siempre fueron sordos a nuestros reclamos y se manejaron con autoritarismo, con sanciones a quien reclamaba algo», completa.
Recuerda García que días antes de que pasara lo de Río Cuarto, en Alta Gracia había un reclamo para reconocer al personal que se había incorporado para la pandemia dentro de lo contemplado por la Ley 7625 (Régimen del Personal que integra el Equipo de la Salud Humana).
Y advierte en ese sentido: «Cada vez son menos los aspirantes a la carrera de medicina; y una vez que terminan la carrera, cada vez son menos los que se interesan por especializarse. a eso lo vivimos a diario porque nuestros hospital es escuela. Cuando hablamos con ellos, no hablan de especializarse».
«Lo que pedimos es que todo el personal que esté en contacto con los pacientes y que dependa del Ministerio de Salud, sea considerado personal de salud. Es uno de los logros que hemos tenido en este último mes», destaca Brasseur.
Nueva representación
García y Brasseur integran la asamblea del Hospital Arturo Illia que, con sus pares del resto de los nosocomios provinciales conforman la Mesa Interhospitalaria Salud Pública Unida, que emergió como un actor de peso para negociar los reclamos para el sector con la Provincia.
El cardiólogo remarcó que muchas y muchos trabajadores no se sienten representados por el Sindicato de Empleados Públicos (SEP). Incluso sentenció que «si los salarios eran de pobreza, era por connivencia del SEP».
«Al SEP lo ignoramos porque ellos nos ignoran a nosotros», sentenció Brasseur y se explayó: «Hace muchos años que no nos representan como empleados de sanidad y que no conocen la realidad hospitalaria. Al menos en las negociaciones se ha visto eso».
Explicó la enfermera que en ese contexto «surgió espontáneamente que la gente quiso salir a la calle y reunirse y debatir en asambleas. De allí salieron delegados por hospital. Representantes de este espacio que van a las negociaciones. Es una organización muy transversal, con decisiones democráticas, donde cada hospital con sus asambleas da su mandato. Hemos tenido algunos pequeños avances y nos quedamos a la expectativa de seguir trabajando. Son unos 130 personas de toda la provincia que van a los plenarios de Córdoba Unida y se eligió un grupo más pequeño de siete personas, que va al Ministerio y presenta un pliego de pedidos, fundamentalmente la incorporación del aumento al básico, la suma del personal de salud.
«En las decisiones que tomamos no estamos todos de acuerdo, pero sí estamos todos unidos. Y le decimos al Gobierno que busque una solución», concluyó García.
Reclamos básicos
En pos de brindar al resto de la comunidad claridad sobre las características del reclamo, Brasseur precisó: «Salud Pública Unida pide 200% de aumento e incorporación al básico. Tomando los últimos 10 años, el índice de inflación aumentó un 800% y el salario básico ha sido de 600%. De ahí que se pide el 200%». Explicó que para alcanzar ese objetivo están negociando con la Provincia y que las asambleas hospitalarias y las coordinadoras de Salud Pública Unida han decidido «levantar paros y movilizaciones en función de mantener el diálogo, pero en estado de alerta».
Hace referencia Brasseur a una decisión tomada mayoritariamente, aunque sin consenso pleno, de poner en suspenso las medidas de fuerza más importantes, para darle tiempo a la Provincia para que responda a la demanda.
Indicó además García que «parte de este conflicto está motivado porque con vergüenza vemos compañeros no se pueden jubilar, porque eso implica cobrar 116 mil pesos por mes y seguir trabajando para vivir, pese a haber entregado 35 años de trabajo a la salud pública».
Respecto a la falta de trabajadoras y trabajadores, Brasseur manifestó que «el gobierno no ha repuesto el personal, en contraposición a una mayor demanda, condicionada por el crecimiento vegetativo de la población, porque más gente viene a vivir a Córdoba, por el turismo en el verano y por la pobreza que hace que mucha gente deje de tener obra social y acuda al Hospital».
Y finalmente, Brasseur mencionó otro de los reclamos que tiene que ver con incorporar a monotributistas y becarios al personal de salud contemplado en la Ley 7625.
