Entrevistado por la Radio Tortuga 92.9, Gustavo Rossi, cuarto en la lista Defendamos Córdoba, que logró renovar la banca de Natalia De La Sota en la Cámara de Diputados de la Nación en las elecciones legislativas, reveló su sorpresa por el triunfo de La Libertad Avanza en la provincia de Córdoba. Asimismo, reivindicó la postura oposicionista a las políticas de ajuste del Gobierno Nacional y en particular advirtió sobre la quita de derechos al sector trabajador que implica la reforma laboral que impulsa Javier Milei.
En principio, el también presidente del Partido Laborista realizó un balance «muy positivo» de los comicios del 26 de octubre: «La sensación que tenemos es que ganamos y nos posicionamos como tercera fuerza en la provincia. Cumplimos uno de los objetivos, que era retener la banca de Natalia, dentro de un espacio propio también dentro del Congreso, ya que se le pidió al presidente de la Cámara de Diputados conformar un espacio propio de Defendamos Córdoba para generar una oposición fuerte contra las políticas del Gobierno Nacional que atenten contra la sociedad y los cordobeses».
RADIO TORTUGA (RT): ¿Sorprendió el triunfo de La Libertad Avanza?
GUSTAVO ROSSI (GR): Nos sorprendió a todos los cordobeses, porque es un voto oculto. Con el resultado se empezó a sondear a las personas cercanas y nadie había votado al espacio de Milei. Es un voto vergonzante, al que no se le encuentra explicación. Porque el que vota orgulloso de un espacio, porque se siente representado, lo exterioriza cuando la elección ha pasado. Pero en cambio no encontré a nadie que diga abiertamente que votó a La Libertad Avanza. Los propios encuestadores daban una diferencia muy corta entre el gobierno provincial y el gobierno nacional en estas elecciones parlamentarias.
RT: Desde el Partido Laborista, ¿cómo se evalúa el futuro cercano, con este avance de la reforma laboral que impulsa el gobierno?
GR: Es terrible. Estábamos haciendo una evaluación con el doctor Kaplan, que es también de Alta Gracia y otros compañeros del sindicato, para puntualizar los avances que tiene sobre los derechos de los trabajadores, disfrazando de modernización un sistema de trabajo que quiere avasallar derechos. Cuando la tecnología achicó los procesos productivos y en el mundo se empezó a hablar de trabajar menos horas sin modificar los salarios, esta reforma está hablando de pasar de ocho a doce horas de jornada laboral y de un banco de horas. El Gobierno Nacional ve la reforma laboral como un avasallamiento de los derechos de los trabajadores. Si somos coherentes, no deberíamos modificar derechos, sino ver quién paga por esos derechos. Las pymes están llevando entre un 60% y un 68% de carga impositiva sobre ganancias presuntas. ¿Qué hace el Estado con ese dinero? No pretendemos desde el Laborismo que lo pague el sector empresario, pero sí pretendemos que a los trabajadores no se les modifiquen sus condiciones.








