Darío Maurelli es un vecino de Alta Gracia que camina diariamente entre diez y veinte kilómetros y que, en su observación cotidiana, tomó conciencia de la altísima densidad de basura con la que convive a diario la ciudad. Empezó a fotografiarla y, aprovechando la ubicación registrada en cada imagen, a trazar un mapa de la basura que comparte en las redes sociales.
En la red social Flickr, “Tracking Trash” (tal el nombre de la cuenta a la que Maurelli sube las imágenes) ya ha publicado más de 600 fotos en lo que va de 2019, en las que se observan microbasurales de lo más diversos, principalmente en las orillas del arroyo Chicamtoltina. Recientemente, Maurelli abrió una página en Facebook con el mismo nombre.
“Se trata de fotografiar basura, toda la que encontrás mientras vas caminando”, explica Darío Maurelli, consultado por www.diariotortuga.com. “Tengo activada la ubicación para que se guarde con la foto. Después la subo en Flickr y se le asigna un lugar en el mapa, a partir de las coordenadas registradas. Entonces podés visualizar por zonas, la densidad de contaminación que hay en la ciudad”, completa Maurelli, quien ha centrado su observación en las adyacencias del arroyo Chicamtoltina.
Este vecino espera que su aporte decante en que “la Municipalidad limpie y que la gente no ensucie”. Y se explaya: “Que la Municipalidad revea los tachos de basura que hay a lo largo de la costanera, que son inútiles, que están mal diseñados y nos deben haber costado una buena plata. Y que la gente embolse la basura, que no la tire directamente y deje de usar los cestos de la costanera. Que la Municipalidad se ponga las pilas con el canal Falucho, porque en la zona norte lo tapa la basura. En villa Oviedo hay un sector del arroyo que está inundado de basura y cuando pasa la creciente, se la lleva para Anisacate”.
Explica Maurelli que Tracking Trash surgió como un proyecto individual, pero que puede volverse colectivo si cada vecino se pone a registrar la basura. Su anhelo es que ayude a “tomar conciencia de que no hay que ensuciar y que los funcionarios entiendan que el arroyo no arranca en el García Lorca y termina en el Puente San Martín”.
