En el marco del 43 aniversario de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, la titular de la Filial Córdoba, Sonia Torres, dialogó con la Radio Tortuga 92.9 sobre este caminar incansable por la restitución de la identidad de las nietas y nietos apropiados por el terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar eclesiástica que azotó a nuestro país.
«¿Quién iba a pensar que mujeres simples como nosotras, sin ninguna escuela para la investigación, encontrarían 130 hijos de desaparecidos?», se pregunta Sonia Torres e inmediatamente empuja a seguir la lucha porque todavía faltan más de 200 por recuperar: «En los 43 años de Abuelas, vamos abriendo caminos»
Este octubre se cumple un nuevo aniversario de aquel 1977 en que esas madres que sabían que sus hijas estaban embarazadas al ser secuestradas y posteriormente desaparecidas, empezaron a reclamar también por sus nietos, nacidos en cautiverio. La persistente lucha y las sucesivas recuperaciones de identidad logradas en estas más de cuatro décadas le valieron innumerables reconocimientos e incluso una demanda internacional para que se les entregase el Premio Nóbel de la Paz; hecho que no ha ocurrido hasta ahora.
«Devolverles la identidad es algo sublime», manifiesta esta mujer de pequeña estatura, rasgos marcados y delicados ademanes, que define que esta tarea que se han encomendado es «un compromiso con la sangre y con la vida». Desde ese lugar exhorta a la comunidad a comprometerse con esta búsqueda de compromiso con la Identidad: «Aún faltan muchos nietos por encontrar, entre todos tenemos que buscarlos».
Recuerda Sonia Torres esos primeros años de búsqueda en que algunos les planteaban que dejaran a esos niños donde estaban, para que no sufrieran. «Al principio la búsqueda fue solitaria porque los militares habían metido mucho miedo y los que ayudaban, lo hacían anónimamente». Pero se entusiasma con el presente: «Eso se acabó, la gente sabe que lo que hacemos es con honor y que respetamos a los jóvenes, que nunca ejercimos presión y que cada uno de ellos va a saber qué hacer con su presente y con su pasado». Y se permite reflexionar: «Quien desconoce su origen, vive en la esclavitud. Nadie puede vivir con una identidad cambiada, perdido en el mundo».
Silvina Parodi, la hija de Sonia Torres, con 20 años fue secuestrada el 26 de marzo de 1976 en el barrio de Alta Córdoba de la capital provincial, junto a su compañero Daniel Orozco, de 22. Ambos militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT – ERP). Se los vio en el ex Centro Clandestino de Detención, Torturas y Exterminio La Perla. Silvina estaba embarazada de seis meses y medio. La pareja y el hijo que debió nacer en cautiverio aún continúan desaparecidos.
Sobre el final de la conversación con Radio Tortuga 92.9, Sonia Torres expone la manera en que sobrelleva esta tarea de búsqueda incansable, que es colectiva y universal, pero que también es íntima y profundamente personal. «Nuestro deseo es conocer sus caritas. Ya no estamos solas pero el dolor está presente… Tengo en el living de mi casa una foto grande de Silvina y Daniel… Cada vez que vuelvo de la casa de Abuelas, entro y le digo a Silvina: ‘Ya falta menos, un día va a venir mi nieto y va a golpear la puerta y va a decir «acá estoy, abuela, la búsqueda terminó».
A continuación se reproduce la entrevista completa, emitida en el programa Que No Se Te Escape:
FOTO: TÉLAM