Cuatro jóvenes fueron detenidos el lunes 11 alrededor de las 20 horas, a raíz de una denuncia por robo de una cortadora de césped. Entre los detenidos se encontraban tres jóvenes menores de edad y Mauro de 20 años, que es discapacitado y sufre ataques de epilepsia.
Alejandra Mamondes, madre de Mauro y de una de las adolescentes detenidas, relató a PAPEL TORTUGA que ese día su hijo Mauro, su hija, una amiga de ésta ambas de 16 años y su sobrino de 17 años, fueron al centro a tomar un helado. De regreso a su casa los detuvo un móvil policial en barrio Parque Virrey y según el relato de Mamondes, los acusaron del robo de esta máquina.
Minutos más tarde, un agente llegó a la casa de Alejandra para informarle que sus hijos y otros dos jóvenes estaban detenidos por el supuesto hurto. “La llamé a la mamá de la amiga de mi hija, le dije que detuvieron a los chicos y nos fuimos a la comisaría. Ahí pregunté por mi hijo Mauro y me dijeron que no lo podía ver porque estaba incomunicado. Yo les llevé las fotocopias para que vean que mi hijo es discapacitado”, añadió.
Sin embargo, Mauro ya estaba en el Hospital porque tuvo una crisis epiléptica. “Mi hija me contó que mientras estaban en la comisaria mi hijo empezó a sentirse mal y pidió ayuda y nadie lo ayudaba. Los policías se reían y decían que ‘muchos se hacen los epilépticos cuando los detienen´. Mi hija los insultó junto a la amiga, les gritaron para que lo ayudaran porque estaba esposado. Mauro se desmayó y cayó sobre mi hija y ahí recién se dieron cuenta los policías, le sacaron las esposas y llamaron a la ambulancia y lo trasladaron al hospital”, expresó.
Mamondes no descarta presentar una denuncia por “abuso o negligencia policial” ante la fiscalía local ya que según su criterio, “mi hijo se podía morir y ningún policía lo ayudó”.
La detención de los jóvenes y la derivación al Hospital está asentada en los registros de ingresos que tiene la comisaría local.