Por Pablo Rodríguez (*). Desde la premisa de que hacen falta más instrumentos musicales que armas en este mundo, un ambicioso proyecto sociocultural se consolida en la ciudad. En 2022, a la salida de la pandemia que desconcertó al mundo, y quizás como un canal para recomponer lazos dañados, el ex combatiente de la guerra de Malvinas, reconocido escultor y vecino de Alta Gracia, Gustavo Díaz, contactó a la docente Soledad Maldonado con la idea de armar orquestas en los barrios.
Díaz había arrancado a trocar esculturas de Malvinas en diversas localidades del país y la región, a cambio de la donación de instrumentos musicales. La propuesta entusiasmó a la docente y en una ampliación de la red, se consiguió el centro vecinal de barrio Liniers como punto de encuentro inicial.
Dos años y medio después, la orquesta practica regularmente en diversos barrios y sostiene un ensayo general en la parroquia Espíritu Santo de Parque Virrey.
Entrevistada por Papel Tortuga, Maldonado destacó que para mantener la autonomía del proyecto, se está armando la fundación Ayuakan (nombre que significa “Familia Brillante”) y que anhelan poder levantar un centro cultural que permita ampliar la propuesta hacia otras artes: “Empezamos con diez violines y hoy contamos con 50 alumnos, con violines, violonchelos, pianos, trompetas, flauta traversa, percusión, bajo, guitarra. Y la proyección es que Alta Gracia tenga su orquesta sinfónica”.
Para colaborar con las orquestas barriales de Alta Gracia, se pueden realizar donaciones a través del alias orquestasbarriales (a nombre de Guillermo Ramírez).
(*) LEÉ LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN 216 DE DICIEMBRE DEL PAPEL TORTUGA.
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