Por Marcelo Riol – La música es algo intrínseco de nuestra especie, existen variados y múltiples ejemplos que podríamos sustentar a esta afirmación. Desde que lxs humanxs empezamos a reunirnos en grupos ha estado presente. Podemos imaginar a las civilizaciones antiguas, reunidas alrededor del fuego utilizándola para expresar emociones o adorando deidades. Tan incorporada la tenemos, que todxs nosotrxs podemos convertirnos en un instrumento musical a través de nuestra voz.
Paula Gómez, es Directora del Coro Femenino Municipal de Alta Gracia y nació en la costa bonaerense, en San Clemente del Tuyú más precisamente. Sin embargo eso fue casi casual, su padre era militar y cada poco tiempo tenía nuevo destino. Así pasó un tiempo en la ciudad de Buenos Aires, pero donde puede decir que se crio es en Tandil. Luego llegó a Córdoba, vivió allí algunos meses, se casó y fueron a vivir a la Patagonia, hasta que desde hace cinco años reside, junto a sus hijxs en Villa Los Aromos.
Lo que siempre se mantuvo en la vida de Paula, fue su relación con la música. Desde el vientre materno la acompaña, su padre integró varios grupos folclóricos y fue un gran guitarrero, de esos que le ponen calor a las peñas. En las juntadas familiares, aún hoy, la música se vive con total naturalidad. Todos sus hermanos cantan, aunque solo dos tienen una relación estrecha con la música. En la banda sonora de su infancia están grabadas las canciones del Dúo Berbel, del Grupo Azul, Los Trovadores u Opus Cuatro. Paula nunca tuvo dudas de a qué iba a dedicar su vida. Lo que sí tuvo fue la fortuna de saber, desde muy pequeña, que enseñar música era su pasión.
La dirección coral fue metiéndose de a poco en su vida. Participó desde muy pequeña en distintos coros, estudió guitarra, puede tocar el piano y como parte de la carrera de docente estudió flautas barrocas. Sin embargo la dirección aparecía, casi inevitablemente. Dentro de los coros en los que participaba armaba pequeños grupos o cuartetos con los que trabajaban alguna obra, de ese modo aparecían destellos del futuro.

“Sucede algo mágico cuando dos personas cantan juntas. Si nosotros cantamos juntos al ratito nuestros corazones empiezan a latir juntos también. Y ésta no es solo una frase bonita. Imaginate lo que sucede si eso lo compartimos con más gente y si a esa gente le empezás a tener afecto…Imaginate cómo todo eso suma a la música, no sé si hay una actividad que genere más placer.”, asegura mientras el atardecer avanza y el río Anisacate transcurre de fondo.
Para ella la música no está separada de las emociones. Más aún, a su modo ver, en la música coral es parte indivisible, se percibe esa genuina presencia cuando lo cuenta, así lo vive. “El público no está tan conectado conmigo, está conectado con el coro y yo estoy conectada con el coro, la emoción entre el coro y yo es la que va al público”, hermosa descripción.
Dirigir un coro vocacional, como el Femenino de Alta Gracia, es un poco hacer docencia. Allí está la mamá que dejó a los chicos en la escuela, la que llega después de su trabajo, la que recién después de haberse jubilado se entregó al canto o la que no tuvo estudios musicales, ni preparación previa, en definitiva mujeres comunes que se sienten convocadas simplemente a cantar.
Quizás la música coral esté rodeada del prejuicio de que es música compleja, aunque en verdad esa complejidad polifónica está dada por lo que uno escucha y no por lo que cada integrante ejecuta. Para Paula, casi cualquier persona puede cantar en un coro vocacional y le alcanzan los dedos de una mano para contar aquellas que no lograron cantar en un coro.
Es innegable que quien se suma a la actividad coral debe tener la capacidad de poder pensar en el otro. Paula sabe que una coreuta que no piensa primero en el grupo no durará en el grupo. La realización personal en un coro queda supeditada necesariamente al conjunto, por eso es una actividad que solo puede llevarse adelante si existe generosidad con sentido grupal.
Cuando armó el coro femenino de Alta Gracia, como en todos sus proyectos, se puso algunos objetivos. Luego de casi cinco años y con la pandemia en el medio, aquellos objetivos fueron ampliamente superados. Con el coro femenino, ha realizado presentaciones en museos y en teatros. Ha participado de encuentros aquí en nuestra ciudad y también fuera de ella. Hasta realizaron una gira de la que tiene gratísimos recuerdos.
Paula Gómez, es parte del enorme universo cultural del Valle de Paravachasca. Ella, junto al Coro Femenino Municipal de Alta Gracia, es otra muestra de la diversidad artística que aflora en esta tierra serrana.