Aprovechando aisladamente la noticia de un caso de violación en una cárcel, la vicepresidenta Victoria Villarruel publicó en sus redes un mensaje en el que afirmó que «el que esté a favor de la ideología de género (sic) es un degenerado/a, y el que esté a favor de sexualizar a los niños es un pedófilo en potencia». De esa manera, atacó a quienes promueven políticas de igualdad de derechos y oportunidades en materia de género. Cabe recordar que un año atrás, Amnistía Internacional aseguró que la Educación Sexual Integral (ESI) «ayuda a detectar abusos, da herramientas y previene violencias».
Solapadamente, también, en la segunda parte de su afirmación, hizo tácita referencia a la polémica desatada en la provincia de Buenos Aires por denuncias de textos incorporados por el Ministerio de Educación, que en diversas dimensiones y contextos, tienen referencias sexuales que referentes «libertarios» han asociado a la pornografía y la hipersexualización. La movida política pretende, lateralmente, avanzar en el ataque a la Educación Sexual Integral (ESI). «Nuestro gobierno los va a combatir hasta que no nos quede sangre en el cuerpo», expresó Villarruel, al cierre de su mensaje.
El mensaje de la Vicepresidenta coincide con el mes en el que en todo el país se llevan adelante marchas y actividades de orgullo de las comunidades LGBTTTIQ+, y se enmarca en una serie de cuestionamientos que la gestión presidencial de Javier Milei viene realizando a los avances en materia de derechos y oportunidades que se vienen logrando en los últimos años.
Esto es claro y simple, el que esté a favor de la ideología de género es un degenerado/a, y el que esté a favor de sexualizar a los niños es un pedófilo en potencia. Nuestro gobierno los va a combatir hasta que no nos quede sangre en el cuerpo. pic.twitter.com/L4gIGlYADo
— Victoria Villarruel (@VickyVillarruel) November 11, 2024
Defensa de la ESI
En contraposición a esta avanzada antiderechos, viene bien recordar un comunicado emitido por Amnistía Internacional un año atrás, en el que aseguró que la Educación Sexual Integral (ESI) «ayuda a detectar abusos, da herramientas y previene violencias».
En aquel momento, la organización destacó la implementación de este instrumento, «más aún en un contexto de incremento de discursos tanto de odio como regresivos en materia de derechos humanos»; y aseguró que «hay evidencia de que luego de acceder a los contenidos de la ESI, niños, niñas y adolescentes pudieron identificar y denunciar casos de abuso sexual en las infancias en varios puntos del país».
“La educación sexual integral ha contribuido a que los y las estudiantes puedan reconocer y poner nombre a situaciones que vulneran su integridad física, su dignidad y su derecho a vivir libres de violencia de género y discriminación”, sostuvo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
También refirió Amnistía Internacional que «la ESI también ha tenido una incidencia significativa en la reducción del embarazo en la adolescencia«, en articulación con otras políticas públicas como el acceso a anticonceptivos de larga y corta duración, al acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo y a políticas como el Plan ENIA, «que han contribuido en la toma de decisiones libres e informadas de las infancias y adolescencias».
Asimismo, en cuanto a la mencionada y presunta «hipersexualización» que se promovería con contenidos de la ESI, agregaba Amnistía Internacional que resultados de estudios internacionales (UNESCO) indicaban que «la ESI contribuye a que se demore la edad de inicio de las relaciones sexuales, a que sean menos riesgosas y al mayor uso de preservativos y métodos anticonceptivos«; y que «el enfoque de derechos humanos y la perspectiva de género previsto en la Ley 26.150 también ha contribuido a generar efectos positivos en la autonomía de los y las estudiantes a la hora de entablar relaciones afectivas y sexuales respetuosas y en el conocimiento que tienen sobre sus derechos y en las herramientas para defenderlos«.