Mientras existe una tendencia a eliminar los concursos de belleza en todo el país, en Alta Gracia se ratifican. El domingo por la noche se realizó la elección de la «embajadora» (Reina hasta el año pasado) en el trigésimo encuentro anual de Colectividades 2017, en un claro hecho de violencia simbólica. El Estado, promueve y auspicia de esta manera los concursos de belleza. El intendente Facundo Torres ratificó esta elección y argumentó que es la forma de insertarse en los festivales.
*Por Pilar Ferrari
«La elección de la embajadora de Colectividades 2017» deja en evidencia la falta de conciencia social por parte del Estado, cosificando y discriminando a la mujer a través de requisitos opresivos tales como la valoración de la «armonía estética y presencia», así como también el limite de edad entre «18 a 32 años» como un condicionante para participar.
El Estado debe ser garante de la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres, constituyendo este tipo de eventos una manifestación de lo que la ley nacional 26.485 denomina «violencia simbólica», que es la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
Con esa base, se recomienda: Disponer las medidas conducentes a impedir la participación del Estado -en todos sus niveles- y de funcionarios públicos en la organización, impulso o financiamiento de certámenes de elección de la reina de colectividades o cualquier otro certamen o concurso donde compitan mujeres (de cualquier edad) por su apariencia física.
Es importante destacar que ya son seis los municipios que tomaron la decisión de no realizar concursos de belleza de manera oficial: Chivilcoy, Villa Gesell, Coronel Suárez, Saladillo, Junín y Gualeguaychú. En la Legislatura de la provincia de Buenos Aires también existen dos proyectos en el mismo sentido.
¿Por casa cómo andamos? Sin dudas, todas y todos tenemos la tarea de transformar de manera crítica éstas y otras prácticas que nos alejan de una real igualdad de género, pero no perdamos de vista que son las y los gobernantes de todos los Estados –nacional, provincial y local-, y las y los funcionarios de los tres poderes –ejecutivo, legislativo y judicial-, quienes tienen mayor responsabilidad para implementar políticas con perspectiva de género, que garanticen efectivamente los derechos humanos de las mujeres.
La palabra del Intendente
«No se llama Reina, se llama embajadora», se apuró por responder el intendente Facundo Torres para luego ratificar la elección y manifestar que no tuvo oposición en lo que respecta a su realización, desconociendo el manifiesto del Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia.
«Hemos ratificado al Encuentro para elegir una embajadora porque son las que terminan, de alguna manera, presentando a Alta Gracia en cada uno de los festivales que se llevan adelante y nos pareció lindísimo, ya que estuvimos ayer (por el domingo) con las chicas y fue increíble. Estuvimos con las familias y creo que fue muy bien organizado por nuestro Municipio y será cuestión de trabajar», expresó el máximo mandatario municipal.
Por otra parte, ante la tendencia a eliminar este tipo de eventos por considerarse machistas en el país, Torres consideró: «No en todos se está eliminando. En algunos sigue, y estuvimos con el presidente de Jesús María. La gran mayoría sigue teniendo embajadoras y me parece que es una manera de promocionar el evento y de tener inserción en los festivales. Gente que sea de Alta Gracia, que conozca nuestra ciudad y que pueda ante una pregunta contestar sobre la historia de Alta Gracia. Me parece que es enriquecedor y no tuvimos ningún problema en la elección ni nadie en contra y por eso lo llevamos adelante».
El Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia repudió la elección
Hace algunos días, Ni Una Menos Alta Gracia se manifestó en Facebook por este evento. «Los estereotipos de género que marcan cómo debemos ser las mujeres están presentes en multitud de espacios por los que nos movemos a lo largo de nuestra vida diaria. No estamos diciendo nada nuevo: los estereotipos que promueven estándares ‘ideales’de belleza existen», expresan en el comunicado expuesto hace algunos días.
Para el Colectivo, «el debate sobre los concursos de belleza que se está dando en el último tiempo va más allá, incluso, del evento en sí y su exaltación de la lindura, de si las concursantes son o no llamadas por número, o si desfilan en malla o con traje típico de cada colectividad». Desde la organización social, consideraron que el eje «son los valores que se transmiten al premiar al ‘envase más bello’ de entre todos los que son presentados sobre la pasarela como objetos de exhibición».
«Lo que se cuestiona es la continuidad de la representación de los roles tradicionales de princesa-sumisa-rescatada y príncipe-valiente-salvador. En los concursos, este último adquiere la forma de público y/o jurado que rescata del anonimato a una de las aspirantes y le otorga la corona en un evento para comer perdices», continúan con su comunicado.
Por último, desde «Ni una Menos» cierran: «Uno de los argumentos a favor de los concursos invoca la libertad de elección, que son ellas las que eligen participar y exponerse, que disfrutan y no se sienten objetos cosificados, sino que ‘usan’ este tipo de certámenes para lograr sus sueños o alcanzar visibilidad. Pero la crítica va más allá de esa (supuesta) decisión individual; pretende indagar en qué lleva culturalmente a las mujeres a creer y ponerse en el lugar de ‘la rescatada’. Esa libertad de elección no es tan ‘libre’ cuando, desde que nacemos, vemos celebrar la mejor ‘cola’ o esconder la celulitis con Photoshop».