Por Marcelo Riol – La gestualidad del cuerpo en movimiento acompaña a la humanidad desde el mismo momento de su nacimiento. Casi nada es más humano que bailar y al igual que el batir de un tambor, hay en la danza la transmisión de una emoción antigua y viva.
El 18, 19 y 20 de noviembre se llevará adelante en Alta Gracia, “OCUPAR – Festival Periférico de Danza”. Impulsado por el grupo de danza local Garabato, este festival tendrá dos ejes conceptuales que le darán forma.
Mientras preparan algunos detalles de la iluminación en la sala de Cañito Cultural, donde se realizará el cierre de este festival, Ludmila Rosetti, Javier Guevara, Sofía Grimaux y Camila Mirkin —parte del grupo Garabato— desarrollan los conceptos sobre los que concibieron el Ocupar.
“Ocupar los espacios públicos, que el festival vaya a la calle, que se haga en la calle, que se cree en la calle, que haya un intercambio con la comunidad. Y periférico por esto de hacer ya no desde el centro, si no desde acá, desde el Valle, mostrar lo que pasa por fuera de la capital”, afirma Sofía Grimaux.
Pensado como un espacio donde lxs aristxs emergentes, vinculadxs a la danza, tengan la posibilidad de mostrar su trabajo, el festival nace a partir de las ganas de un encuentro, síntoma post pandémico que atraviesa a casi toda la sociedad. En especial a lxs artistxs, que solo se completan en contacto con el público.
Quizás la danza sea la disciplina artística que menos acostumbramos experimentar y sin dudas la que menos espacio tiene dentro de la oferta cultural del Valle. Sin embargo, bajo esta superficie aparentemente plana y calma hay un movimiento, una inquietud, un impulso que busca salir al encuentro de nuevos espacios.
“Con unxs compañerxs hicimos un relevamiento, sobre los talleres, producciones y espectáculos de danza que se hayan realizada aquí, y desde 2005 hasta el 2020 hubo solo un espectáculo de danza de producción local”.
“Hay varias compañías de baile aquí en el Valle pero la mayoría solo pueden mostrar lo que hacen en intervenciones cuando hay marchas o eventos públicos, pero que no producen obras que puedan trasladar a un escenario”, detalla Ludmila Rosetti.
La programación del festival incluye puestas de compañías locales y de toda la provincia de Córdoba. Además durante los tres días se proyectaran obras de video danza, producciones que mezclan los lenguajes audiovisuales y por supuesto obras de danza.
El viernes 18 a partir de las 19, el festival comenzará en la explanada del Reloj Público. El sábado 19 se trasladará a la explanada del Museo de La Estancia Jesuítica y el domingo en el Sierras Hotel, espacios públicos que se convertirán en escenarios.
“Volver al ritual, porque la danza siempre fue ritual. Todxs bailamos y en algún momento la danza fue a la sala y lo que queremos es que vuelva a la calle. Que la gente se encuentre con la danza”, expresa Camila Mirkin.
Como muchxs artistas del Valle, este grupo además de trabajar sobre la danza en si misma, desarrolló mecanismos de autogestión para poder llevar adelante sus producciones y entre sus integrantes suman una larga experiencia en la gestión cultural.
“Si bien es autogestivo, la verdad es que el festival no funciona sin la comunidad. Hay un montón de gente que nos apoya. La municipalidad de Alta Gracia nos apoya, un montón de comercios que colaboraron, son parte de este festival”, asegura Javier Guevara.
La falta de formación de un público interesado por las actividades artísticas locales tiene variadas raíces. En la danza especialmente la falta de promoción y de fomento a la producción son las más notorias. Es por eso que la realización de este festival toma mayor relevancia.
Para quienes impulsan este evento es vital la toma de la calle, que los espectáculos sorprendan a lxs transeúntes, que los incluyan y hagan parte del hecho artístico.
La danza compuesta de innumerables poéticas y estéticas estará al alcance de nuestros sentidos durante el Ocupar – Festival de Danza Periférico, para transmitirnos aquella antigua y viva emoción.