Así se refirió el abogado Alejandro Zeverín, querellante en la causa que investiga al ex intendente Mario Bonfigli por un supuesto pedido de coimas en 2005 y cuyo juicio iniciará el próximo 2 de mayo.
El presidente de la Cámara 8° del Crimen de Córdoba, Guillermo Lucero Offredi, convocó a audiencia pública para el 2 de mayo próximo, para dar inicio al juicio oral en el que están imputados el ex intendente radical Mario Bonfigli, su ex asesor Letrado Eugenio Coggiola y el ex procurador Julio Oviedo, por “Delitos contra la Administración Pública”. El proceso judicial remite a un supuesto pedido de coimas del 19 de agosto de 2005, a la empresa Jumagra que pretendía radicarse con un corral de engorde en la ciudad, por parte de Coggiola y Oviedo cuando Bonfigli era intendente.
En dialogo con Radio Tortuga, el abogado Zeverén enfatizó que tras 11 años de dilación, «el aparato judicial ha sido absolutamente funcional a tapar este acto de corrupción». «Lo que se trata de llevar adelante es un hecho de corrupción de una persona que en el ejercicio del poder pedía coimas para si utilizando valijeros como lo eran Coggiola y Oviedo, que fueron sorprendidos en flagrancia», estimo el letrado.
El hecho
Según recordó Zeverín, «esto es un emprendimiento criminal que hacen Bonfigli, Coggiola y Oviedo para coimear a un empresario importante que había puesto una acopiadora de granos en las afueras de Alta Gracia, en donde para habilitarlo se le exigió una suma de dinero, cuando en verdad estaba por fuera del ejido municipal la posibilidad de cobrar algún tipo de tributo o algún poder de policía de ejercer sobre esa empresa». «Ante esta situación -continuó el letrado- los dueños de Jumagra acudieron a mi estudio, se hizo un amparo en la ciudad de Córdoba, donde el juez falló a favor de Jumagra que nada debía pagar y se le impusieron unas coptas a la Municipalidad para que se abstuvieran de tomar contacto con Jumagra. Se nos llamo desde la intendencia donde se explicó que debían pagar una coima para que la Municipalidad no insistiera y apelara el juicio, o caso contrario le iba a ser la vida imposible».
En este sentido, Zeverín ironizó que «la justicia penal de Córdoba, el fuero de Anticorrupcion, estaba tan preparado para investigar que ni siquiera tenia un dinero para poner de cebo y filmar la operación». «Así que este letrado tuvo que prestar el dinero para que se montara un operativo bajo vigilancia judicial, cámaras montadas y policía en donde fueron a cobrar la famosa coima con intervenciones telefónicas previas. Para asegurarme de que esto fuera completo yo entable una comunicación con Bonfigli, le pregunté si ellos eran los autorizados para registrar la coima y si la firma que había en un escrito era la de él, comprometiéndose como jefe de la banda. Cuando se retiraron fueron detenidos, Coggiola y Oviedo con el dinero en sus partes intimas», señaló el abogado.
Once años después
Tras poco más de una década de sucedido los supuestos hechos, Zeverín señaló que su intención será «seguir persistiendo para que estas personas no solamente lleguen a juicio sino que sean condenadas». «Han apelado durante estos 11 años a todos lo resortes legales y han abusado de ellos sin haber sido reprendidos por ese abuso. Todos eso resortes legales fueron prolijamente desmontados por mi, pero es un desgaste muy grande», agregó. En tanto, en relación al presidente de la Cámara 8° del Crimen de Córdoba, Guillermo Lucero Offredi, señaló que las expectativas «son muy negativas», ya que «ha sido funcional de que esta causa se diluya».
En relación a la duración del proceso judicial, Zeverín indicó que «no puede demorar más de tres o cuatros días», porque «hay muy pocos testigos y son hechos sorprendidos en flagrancia». Sin embargo, «en una justicia que no investiga los hechos de corrupción, no sé cuanto puede demorar esto, quedara como la causa Angeloz en donde se lo ve caminando por la calle o como en las coimas del Senado», concluyó.
