Con el 57,33% de los votos, Marcos Torres fue reelegido como intendente de Alta Gracia, en una elección con muy baja participación vecinal y en la que el ganador cosechó el porcentaje más alto de votos desde la vuelta de la democracia.
Lejos, en segundo lugar quedó Amalia Vagni, de Alta Gracia Cambia, con el 19,19%; y en el tercero se ubicó Ricardo «Ricky» González, de Juntos por Alta Gracia, con el 10,11%.
Con este resultado, el oficialismo se garantizó seis de los nueve concejales para el próximo período, mientras que las tres bancas restantes se reparten dos para la segunda fuerza y la restante para la tercera.
Por escaso margen, el Partido Demócrata de Darío Cuffa quedó en cuarto lugar (5,30%), en una compulsa voto a voto con Pablo Ruarte Moyano, del Encuentro Vecinal Córdoba, que se ubicó quinto (4,86%).
En los últimos tres lugares quedaron, respectivamente, Raíz Popular con el 1,98% de los sufragios, el Partido Humanista con el 0,75% y Unión Popular Federal con el 0,48%.
Los votos blancos, nulos y recurridos sumaron cerca de un 5% en total.
«Siempre dimos la cara y pusimos el pecho»
Apenas media hora después de las 18, la llegada de las primeras actas fue marcando la tendencia irreversible, por lo que el local del Partido Justicialista se fue colmando de militantes. Minuto a minuto, Facundo Torres fue el encargado, micrófono en mano, de ir repasando los resultados que iban llegando.
Pasadas las 19, Marcos Torres subió al balcón de la casa partidaria y escuetamente agradeció a la militancia y la invitó a un salón de la ruta C-45 para seguir los festejos; agregando que para ello se habían dispuesto colectivos que pudieran acercar a quienes quisieran ir.
En este lugar, tras las alocuciones de su hermano, de Daniel Passerini y del viceintendente electo Jorge De Nápoli, el reelegido intendente expresó: «Dimos una demostración de que se puede creer en la política, de que la política es la forma, es la herramienta si se usa bien. En estos años nunca tuvimos miedo y siempre dimos la cara, siempre pusimos el pecho. Y nos tocaron años complicados, con crisis, con pandemia. Hoy esa gente nos reconoció el trabajo que hicimos con los votos y pudimos hacer historia en Alta Gracia».
Acto seguido, destacó la manera en que incorporó a diferentes sectores políticos y sociales a su propuesta: «Hicimos una lista plural porque estamos convencidos que la pluralidad enriquece y no tenemos miedo de compartir ideas y trabajar juntos si el objetivo es mejorarle la calidad de vida a la gente.
Respecto a la gestión que llegará a su fin el próximo 10 de diciembre, afirmó: «Pudimos hacer que Alta Gracia crezca de una manera planificada y que el progreso llegue a cada sector, a cada uno de los barrios. Quienes más nos necesitaban, nos tuvieron ahí».
Y finalmente, y con cierta sorna para con quienes cuatro años atrás lo señalaban como una marioneta política de su hermano Facundo, disparó: «Quiero agracederles a quienes confiaron en mí hace cuatro años cuando decían que yo era ‘el hermanito’. ¡Acá está el hermanito!«.
Hacia el cierre de su discurso, al igual que quienes tomaron la palabra antes suyo, exhortó a la militancia a trabajar para la candidatura de Juan Schiaretti para presidente en las elecciones Generales del 22 de octubre.