IETSE: “El consumo diario, especialmente de alimentos básicos, permanece deprimido”

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El relevamiento mensual que realiza el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) reveló que en junio la inflación fue del 1,8%, consolidando una tendencia de desaceleración. Sin embargo, alertó que el consumo continúa estancado y la gran mayoría de la población sigue enfrentando serias restricciones.

Por un lado, el IETSE destaca que tras el registro del 1,7% de inflación de mayo, el número de junio representa el segundo mes consecutivo con una inflación por debajo del 2%, lo que podría interpretarse como una señal de cierta estabilidad en los precios a nivel general. Sin embargo, destaca que el rubro «Alimentos y Bebidas sin Alcohol», que impacta directamente en la vida cotidiana de las familias, mostró un incremento del 1,6%, muy por encima del 0,9% registrado durante el pasado mes de Mayo.

“Esta suba estuvo influida, entre otros factores, por los aumentos estacionales en productos frescos como frutas y verduras, así como por incrementos en insumos básicos como aceites y harinas. Este comportamiento del rubro alimentario refleja que, pese al descenso del índice inflacionario general, es persistente aún en bienes esenciales; lo que impide una reducción más acelerada de la inflación, afectando principalmente a los sectores más vulnerables”, analiza la consultora.

En paralelo, alerta, “el consumo continúa estancado”. Si bien reconoce que ciertos segmentos de la población (particularmente aquellos pertenecientes a los estratos medio altos y altos) pueden haber experimentado una leve reactivación en su nivel de gasto, impulsados por el uso de ahorros en dólares u otras estrategias, la gran mayoría de la población sigue enfrentando serias restricciones.

Alerta el IETSE que esta depresión en el consumo diario que se registra, principalmente en alimentos básicos, “responde, en gran medida, al estancamiento salarial y a la pérdida sostenida del poder adquisitivo, que ha generado una brecha cada vez más profunda entre las necesidades y las posibilidades reales”.

Las encuestas de hogares realizadas por el IETSE revelaron también que casi el 60% de los hogares no logra cubrir adecuadamente la Canasta Básica Alimentaria, lo que significa que muchas familias no compran lo que necesitan, sino lo que pueden.

Y que cerca del 90% de los hogares recurrió al financiamiento para poder alimentarse, como el uso de tarjetas de crédito, fiado y préstamos informales. “Este fenómeno evidencia una creciente dependencia de soluciones de urgencia y una inseguridad alimentaria latente que no puede soslayarse”, alerta la consultora, que plantea el interrogante de cuán sostenible es una disminución de precios, en un contexto de parálisis de consumo.

En ese marco, plantea: “La baja de la inflación, aislada del contexto social y económico en que ocurre, corre el riesgo de convertirse en una cifra técnicamente positiva, pero socialmente vacía. La consolidación de una economía estable y con bajo nivel de inflación, debe estar indefectiblemente acompañada de una recuperación de los ingresos, generación de empleo y de un acceso pleno a derechos básicos como la alimentación. De lo contrario, no estaremos frente a una genuina recuperación, sino simplemente ante una meseta coyuntural”.

informe completo:

Datos Técnicos

  • Inflación Junio 2025: 1,8%.
  • Inflación acumulada (1º semestre 2025): 15,4%
  • Inflación interanual: 40,3%
  • Inflación proyectada anual: 33%
  • Canasta Básica Total (familia tipo): $1.471.261-.
  • Canasta Básica Alimentaria (familia tipo): $784.964-.

Indicadores Sociales Relevantes

(Fuente: Encuestas IETSE a 2.500 Jefas y Jefes de Hogar – Junio 2025)

  • 57,7% de los hogares no accedió satisfactoriamente a la Canasta Básica Alimentaria.
  • 72,5% de quienes sí accedieron lo hicieron gracias a asistencia estatal (AUH y
    Tarjeta Alimentar).
  • 10,6% de los hogares tuvo integrantes que comieron sólo una vez o directamente
    no comieron en algún día del mes.
  • 18,7% realizó acciones que hubiesen preferido no hacer, para conseguir alimentos
    (como pedir dinero o comida).
  • 19,7% de los hogares se quedó sin alimentos en algún momento del mes.
  • 30,5% reportó que algún integrante sintió hambre y no pudo satisfacerlo.
  • 49,8% debió suspender al menos una comida diaria.
  • 88,6% financió alimentos (tarjetas de crédito 44,7%, fiado 36,1%, dinero prestado
    7,8%).

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