El dato surge de un relevamiento realizado por la reconocida consultora Zuban Córdoba, entre el 25 y el 26 de enero, sobre una muestra de 1500 casos de todo el país. El estudio también indaga en la imagen pública de los principales dirigentes del oficialismo y la oposición, y ventila que un 58% de la población está en desacuerdo con la amenaza de Javier Milei de ajustar de forma agresiva a los gobiernos provinciales si no se aprueba la «ley ómnibus» en el Congreso.
En el primer tramo del informe de Zuban Córdoba, titulado «Los límites del consenso», se indaga en la imagen pública de once dirigentes, cuyos nombres resultan gravitantes en las últimas semanas, y también de la Confederación General del Trabajo (CGT), que convocó días atrás a un resonante paro general con movilización en todo el país.
De los dirigentes consultados, el que mayor imagen positiva recoge es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con 45,5%; contra un 53% de imagen negativa y un bajísimo nivel de desconocimiento.
Le siguen dos de las dirigentes mujeres más importantes del oficialismo, la vicepresidenta Victoria Villarruel y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, con 44,5% y 44,4% de imagen positiva respectivamente, aunque con mayor nivel rechazo la ex funcionaria macrista y un más alto nivel de desconocimiento la fundadora del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV).
Un escalón más atrás, se encuentra el presidente Javier Milei, con un 44,3% de imagen positiva; y más atrás, el vocero Manuel Adorni, con un 41,5% (y un nivel de desconocimiento del 8,2%), y la ex presidenta Cristina Fernández, con un 40,5%, pese a no tener apariciones públicas desde las últimas elecciones.
La CGT, con un 39,6% de imagen positiva, se ubica por encima del ex presidente y armador del acercamiento de Milei con Juntos por el Cambio, Mauricio Macri (35,7%), quien acumula una altísima imagen negativa (63,4%).
Más atrás, con altos niveles de desconocimiento, la hermana del Presidente, Karina Milei, tiene un 35,3% de imagen positiva; el ministro de Economía Luis «Toto» Caputo tiene una 35,2%; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, acumula un 34,3%; y el ex funcionario de los gobiernos de Carlos Saúl Menem, Fernando De La Rúa y Mauricio Macri, y asesor de la actual gestión, Federico Sturzenegger, sólo tiene un 29,1% de imagen positiva.
Pasado, presente y futuro
En el siguiente módulo, titulado «Contexto», Zuban Córdoba relevó que un 52,8% de los consultados desaprueba totalmente al Gobierno Nacional, mientras que un 1,1% desaprueba algo, un 9,5% aprueba algo y un 36,2% le brinda su aprobación total.
Un 57,1% de las personas consultadas estima que en un año la situación económica del país estará peor y un 38,3% vaticina que estará mejor; mientras que un 54,4% considera que la dirección encarada por el Gobierno Nacional es incorrecta, frente a un 42,3% que analiza que es la indicada.
En otro tramo del relevamiento, ante la consulta de «quién es más responsable de la mala situación económica de la Argentina«, el 45,9% se inclina sobre el gobierno de Alberto Fernández (2019 – 2023); el 39,1%, en tanto, señaló al gobierno actual que preside Javier Milei como principal responsable; y un 14,8% analizó que es consecuencia del accionar de ambos gobiernos.
Dogmas liberales
A continuación, la consulta se centra en algunas frases que se escuchan en estos tiempos desde el liberalismo extremo.
Un 56,3% se opone a la máxima que dice que «el capitalismo de libre empresa«, que promueve Javier Milei, «es el único sistema que puede terminar con la pobreza»; y una mayoría más marcada aún, un 77%, se opone a la aseveración liberal de que «el cambio climático es un invento del socialismo».
Frente al anuncio, contemplado en los primeros bocetos del proyecto de «ley ómnibus», de privatizar las empresas públicas; una aseveración respaldada permanentemente por el presidente Javier Milei y algunos de sus funcionarios y voceros; un 79,1% de las personas consultadas acompaña la idea de que «un Estado debe tener propiedad sobre ciertas áreas estratégicas para el país» y un 78,5% sostiene que «el Estado tiene que definir las reglas básicas del sistema económico».
Coincidentemente, un 56,4% rechaza la idea de que «el sector privado debe definir los precios sin ninguna intervención estatal» y un 61,1% rechaza la propuesta de «privatizar todas las empresas y organismos estatales».
Finalmente, mientras un 57,2% confronta la idea de que «el sector privado es el único que puede generar riqueza«, un 53,8% coincide con que «el libre mercado funciona sólo para los ricos».
Quién paga
Acto seguido, el informe de Zuban Córdoba revela que el 65,5% de las personas consultadas rechaza la idea de que «el ajuste de Milei lo está pagando la casta«, mientras que un 80% está convencido de que «el ajuste de Milei lo está pagando la gente».
Respecto a la afirmación del Presidente de que si el Congreso no aprueba el proyecto de «Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos» («ley ómnibus»), el Ejecutivo Nacional gobernará por decreto, un 59,4% considera que sería «el camino incorrecto».
Un 58,1%, en tanto, se opone también al anuncio de Javier Milei de que si no se aprueba la «ley ómnibus», «va a ajustar de forma agresiva a todos los gobiernos provinciales»
En ese marco, un 46,75% de las personas indagadas afirma que diputados y senadores deben rechazar el proyecto de ley, frente a un 34,3% que piensa que deben aprobarlo sin objeciones y un 17,5% que se inclina por «ponerle límites a Milei».
Conclusiones de opinión publica y comunicación política
Gustavo Córdoba y Ana Paola Zuban, responsables del estudio, en un análisis de los datos relevados, subrayan la advertencia de que desde hace varios años existen «consensos precarios» en la sociedad, sobre medidas particulares o las gestiones en general, que son acotados en el tiempo, pero que los gobiernos abordan como si «fuesen eternos o permanentes y abusan de ellos hasta desgastarlos, generando procesos agravados de colapsos de la confianza o credibilidad pública, que terminan luego afectando seriamente el resto de sus mandatos».
Citan como ejemplo que el gobierno de Alberto Fernández llegó a tener una imagen positiva en torno al 80%, que cayó y nunca se recuperó tras «la fiesta de Olivos y el intento de intervención en Vicentin».
En cuanto al naciente período presidencial de Javier Milei, cuyo primer mes y medio califican como «extremadamente vertiginoso», advierten los consultores que las primeras medidas económicas le generaron una caída en su imagen pública, que no perforó su piso de confianza («núcleo duro»), pero analizan que «la confrontación con las provincias sea probablemente uno de los errores políticos más costosos», ya que «la inmensa mayoría de los gobernadores en Argentina cuentan con grandes márgenes de imagen positiva en sus territorios».
En ese sentido, señalan: «La legitimidad que tienen los gobiernos provinciales suele superar en creces a la legitimidad de las gestiones nacionales. Pensar que es buena idea confrontar con esas figuras, poniéndolas en la misma categoría de ‘casta’ que sirvió para confrontar con figuras nacionales mucho más desgastadas, es una maniobra peligrosa que puede poner al gobierno en una situación de debilidad inédita y les da a los gobernadores un halo de guerreros en defensa de sus provincias. Regalar capital político a los gobernadores no parece ser buena estrategia«.
Finalmente, concluye el análisis del relevamiento que el Gobierno debe considerar que «el camino es el consenso político y social«; porque si bien tiene un núcleo duro intacto y una oposición fragmentada, también hay una sociedad con posiciones tomadas en favor de derechos adquiridos, consagrados por el Estado, en salud, educación, cultura, ambiente y Derechos Humanos.
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