Alta Gracia volvió a comprometerse con un presente con Memoria, Verdad y Justicia

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Marcha 24 de marzo 2018 (roberto barbitta) 01 Marcha 24 de marzo 2018 (roberto barbitta) 04 Marcha 24 de marzo 2018 (roberto barbitta) 02 Marcha 24 de marzo 2018 (roberto barbitta) 03Una multitud se movilizó por el centro de Alta Gracia, la tarde del 24 de marzo, a 42 años del último golpe de Estado genocida en nuestro país. Convocadas por el Colectivo Paravachasca por la Memoria, se estima que unas 1500 personas se movilizaron entre el Reloj Público y la Plaza Mitre.

En los cánticos entonados por los manifestantes, hubo referencias críticas a las «sugerencias» de brindar prisiones domiciliarias a los genocidas condenados en los juicios por crímenes de lesa humanidad, que en estos días han tomado estado público. «Cárcel común, perpetua y efectiva; ni un solo genocida por las calles de Argentina» y «Como a los nazis, les va a pasar; a donde vayan los iremos a buscar» fueron dos ejemplos de esto.

Entre los resonantes nombres de Alfredo Astiz, Julio Simón (el «Turco Julián») y Jorge «Tigre» Acosta, entre otros represores emblemáticos, en la marcha se hizo particular hincapié en Carlos Alberto «HB» Díaz, quien vivió impunemente durante años en Alta Gracia y fue condenado a prisión perpetua en la Megacausa La Perla y hoy goza de prisión domiciliaria, por decisión de la Cámara de Casación.

El presente y el futuro

En la cabeza de la marcha, se podían ver niños con paños de colores que bailaban en círculos, haciendo punta, marcando el camino, como simbólicamente significando el recambio generacional que se sigue dando en la lucha por «Memoria, Verdad y Justicia», más de cuatro décadas después del inicio de la última dictadura. También los había portando la marcha del Colectivo convocante. E incluso uno de los cánticos que cada año se entona en esta marcha y que concluye «estamos caminando los hijos del Cordobazo», este año mutó a «los nietos del Cordobazo».

El grito de «Presente, ahora y siempre» con que se saludó en cada esquina a los desaparecidos Carlos y Alicia D’Ambra, Hugo Pavón y Luis Agustín Carnevale, conmovió a una ciudadanía que al paso de la marcha, se sumó y acompañó con respeto e incluso con palmas.

Presencias

En la Plaza Mitre esperaban dos flamantes murales a los costados de las gradas y un escenario en el que se leería un documento único, elaborado de manera multisectorial, y en el que se presentarían también la cantante folklórica María Zamba, junto a Mario Ramón y Elio Anders; el cantautor Marcos Navarro; la murga Abuela Papota; y la banda de reggae, Botanica.

Una batucada en el frente y una cuerda de candombe en el fondo, llenaron de ritmo la movilización. Organizaciones sociales y partidos políticos se sumaron a la marcha con sus identificaciones: «Pluricolor UEPC Santa María», «Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos – Nodo Paravachasca», «Artesanos Plaza Solares», «Unidad Ciudadana», «Partido Socialista». Además, como siempre hubo carteles hechos a mano con inscripciones alusivas a la fecha.

Estuvo presente el intendente Facundo Torres y varios funcionarios de su gabinete, que participaron de toda la marcha; alineados a una postura provincial de apoyo a las actividades por la Memoria. Ausente estuvo la Unión Cívica Radical, integrante de la alianza Cambiemos, fuertemente cuestionada por su postura negacionista hacia el terrorismo de Estado.

Marzo de memorias

Esta marcha es el corolario de un mes de actividades en Alta Gracia, que incluyó un Festival en la Plaza Solares el 10 de marzo; una muy emotiva Ronda de la Memoria el 15, en homenaje a Emi y Charo D’Ambra con más de 300 personas; dos charlas en la Casa de la Cultura.

El número de participantes siempre es más o menos impreciso, pero es evidente que la continuidad que viene teniendo este trabajo de Memoria en Alta Gracia, genera una participación cada vez mayor y más comprometida.

DOCUMENTO único

A continuación, se reproduce completo el documento leído en la Plaza Mitre, que calificó al contexto de este 42 aniversario del Golpe como «hostil», tanto nacional como internacionalmente, pero que puso la esperanza en la unidad en la resistencia, a partir del ejemplo de militancia de las organizaciones revolucionarias de los 70:

Un nuevo 24 de marzo nos convoca en Alta Gracia y el Valle de Paravachasca a 42 años del golpe cívico militar eclesiástico que azotó nuestro país. Miles nos movilizamos hoy para reafirmar el compromiso: con el sostenimiento de la memoria militante de nuestras 30 mil compañeras y compañeros detenidos desaparecidos, con la denuncia del terrorismo de Estado, y contra las políticas neoliberales que son el fundamento último de la represión, la violencia y el miedo como estrategias en política de Estado.

El contexto es hostil. El gobierno nacional descalifica y deslegitima permanentemente la lucha por Memoria, Verdad y Justicia; expulsa sus expresiones de los espacios oficiales, y pretende desmantelar las construcciones que durante cuatro décadas viene desarrollando a fuerza de lucha el pueblo argentino bajo el eufemismo de “la memoria completa” y la “resignificación de los Derechos Humanos”.
Con Mauricio Macri a la cabeza, la alianza Cambiemos pone en duda el número de 30 mil desaparecidos, niega el terrorismo de Estado y recomienda la prisión domiciliaria a un centenar de genocidas.
Este presente de hostilidad se enmarca en un contexto internacional de reestructuración capitalista que repercute en los gobiernos de la región. La exaltación de la xenofobia, el racismo, el clasismo decanta en la construcción del enemigo interno y legitima prácticas represivas.
La resistencia a estos modelos es ferozmente atacada por el aparato estatal o paraestatal, que persigue y asesina a dirigentes populares en la región. Esto se materializa en casos como el de la favelera Marielle Franco, acribillada a balazos en Brasil, y el de la dirigente indigenista Berta Cáceres, ultimada hace poco más de un año en Honduras.
También se observa en el permanente hostigamiento y asesinato de dirigentes campesinos, obreros y estudiantiles en Colombia, el ataque a los pueblos mapuches del sur de Chile y Argentina y el intento de debilitamiento del proceso popular en Venezuela.
Nos toca un marzo de denuncia en el que vibra el grito ahogado de Santiago Maldonado, empujado a la muerte por la Gendarmería Nacional, tras un operativo represivo en contra del reclamo de la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia Cushamen, que exigía la liberación del lonko Facundo Jones Huala.
A finales de noviembre, antes de que se cumplieran los cuatro meses del asesinato de Santiago, Rafael Nahuel fue fulminado por la Prefectura Nacional. El hecho fue negado, minimizado y justificado a través de un intento de criminalización del pueblo mapuche por funcionarios del Estado Nacional, entre ellos, la Vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Hace pocos días nos confirmaron que nos mintieron, el gobierno y sus medios afines, que Rafael no iba armado, que no había disparado, que no había restos de pólvora en sus manos. Y que fue fusilado por la espalda. Estos crímenes reaccionan contra una lucha histórica de recuperación de tierras que sostiene el pueblo mapuche desde hace más de un siglo.
Este marzo nos convoca a levantar la voz ante la escalada de violencia de parte del Estado Nacional, que no se conforma con agredir a los sectores en lucha. También ha dado pase libre a la policía para asesinar, so pretexto de resguardar la propiedad privada.
Durante la gestión de Patricia Bullrich al frente del Ministerio de Seguridad, los efectivos parecieran tener licencia para procesar, juzgar, sentenciar y aplicar pena de muerte sobre la ciudadanía a su antojo.
Lo que se ha dado en llamar “Doctrina Chocobar” es un intento de heroización de las prácticas de muerte que endiosan a los efectivos y los posicionan por encima de los derechos constitucionales de todo ciudadano.
El buen recibimiento de la actitud de los Chocobares, no sólo se cobra juventudes e infancias, sino que acaba por habilitar la violencia de los vecinos en hechos de linchamiento.
La imposición de un modelo económico que genera exclusión es otra forma de violencia por parte del Estado. El techo bajo de las paritarias en un contexto de inflación creciente, la apertura de importaciones y la desindutrialización, la toma de deuda indiscriminada, los aumentos tarifarios, la quita de medicamentos a jubilados y la quita de pensiones a personas con discapacidad, la flexibilización laboral encubierta y otras medidas antipopulares ponen en evidencia un modelo de crecimiento que deja afuera a las mayorías.
Un modelo de estas características avanza gracias a una connivencia de los medios de comunicación concentrados, que se vale del desprestigio de las cúpulas sindicales para estigmatizar la organización gremial y criminalizar la protesta social.
El último diciembre, en medio de una brutal represión que exhibió obscenos abusos, el Congreso logró aprobar vergonzosamente, con el apoyo de la mayoría de los gobernadores, el saqueo a jubilados, pensionados, ex combatientes y niños.
Como contrapunto, vale destacar la unidad en la resistencia generada entre sectores gremiales, partidarios y sociales, que en la calle mostraron un solo puño para tirar abajo el espejismo neoliberal.
Nos encontramos ante una democracia que amenaza las expresiones de disconformidad en las canchas, que calla a las voces críticas, que revisa redes sociales, sostiene presos políticos y persigue a opositores a través de las herramientas del Poder Judicial.
Este marzo nos encuentra unidos no solamente para conmemorar un nuevo Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y repudiar las atrocidades cometidas durante la última dictadura cívico, militar y eclesiástica; sino también para encontrar puntos de articulación en un nuevo esquema de lucha ante los avances del neoliberalismo en Argentina y en la región.
El movimiento de mujeres, que se manifestó hace quince días con el multitudinario Paro Internacional, con demandas amplias y concretas señala un camino para incorporar la perspectiva de género en la resistencia, para entender al modelo capitalista también como machista y patriarcal.
De hecho, en estos días Alta Gracia asistió en una charla organizada por este Colectivo y el Ni Una Menos Alta Gracia, a testimonios que evidenciaron acosos, abusos y violaciones sufridas por mujeres durante el terrorismo de Estado. Hechos aberrantes que tardíamente se empiezan a juzgar en estos días.
42 años después, el 24 de marzo nos interpela con el desafío de recuperar los proyectos revolucionarios que atacó el terror: actualizarlos, traerlos al presente, volverlos insumos, reivindicarlos y llevarlos como bandera para la victoria.
El nombre de las organizaciones, Montoneros, PRT – ERP, PC, Vanguardia Comunista, PCR, PST, Resistencia Libertaria, OCPO; los nombres de nuestros desaparecidos, Carlos y Alicia D’Ambra, Hugo Pavón, Luis Agustín Carnevale; el de nuestros ex presos, Pedro Gaetán, Margarita Zeniquel, Juan Torres, que testimonian en los juicios por crímenes de lesa humanidad; el de Charo y Emi D’Ambra, faros en nuestra lucha… Tienen que habitar nuestras marchas, nuestras reuniones, nuestros reclamos para construir un nuevo paradigma en el que la humanidad no sea lobo de sí misma.
El Nunca Más se hace carne en esta lucha que habitamos y que debemos sostener, revisar y resignificar.
A 42 años del golpe de estado genocida, no olvidamos ni perdonamos
Porque asesinaron y desaparecieron, porque nos negaron la posibilidad de enterrar a nuestros muertos.
Porque saquearon al país, llenándose los bolsillos y enriqueciendo a sus cómplices civiles.
Porque nos quitaron derechos, libertades y garantías.
Porque nos robaron educación y cultura.
Porque nos quemaron los libros y la música.
Porque se robaron a los nietos y les negaron su identidad, su historia y el abrazo de sus abuelas.
A 42 años del golpe de estado:
 Repudiamos la prisión domiciliaria a Carlos Alberto “HB” Díaz, represor que vivió impunemente en Alta Gracia y que fue condenado a prisión perpetua en la Megacausa La Perla por dos hechos de privación ilegítima de la libertad, 413 privaciones ilegítimas de la libertad agravadas, 402 imposiciones de tormentos agravados y 207 homicidios calificados.
 Asimismo repudiamos la prisión domiciliaria del resto de los genocidas en todo el país
 Pedimos justicia por Jorge Julio López y Silvia Suppo, cuya desaparición y asesinato respectivamente, fueron obra de la reacción de los que quisieran volver a un país con impunidad, sin juicios de lesa humanidad, sin condenas a genocidas y sin políticas públicas de memoria.
 Repudiamos las amenazas que, en estos días, están sufriendo militantes sociales y políticos, y espacios de memoria. Estos hechos, lejos de amedrentarnos, nos motivan a seguir sosteniendo esta lucha por Memoria, Verdad y Justicia.
 Repudiamos todos los casos de gatillo fácil y abuso policial que traen al presente los resabios de la dictadura.
 Exigimos la libertad de todos los presos políticos y demandamos el esclarecimiento de la situación procesal de Milagro Sala.
 Instamos al Estado Municipal a asumir un rol más activo y participativo en la promoción de políticas públicas de memoria y derechos humanos en Alta Gracia.

FOTOS: GENTILEZA ROBERTO BARBITTA

 

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