En esta oportunidad German Masgoret en su columna literaria para Diariotortuga.com nos trae una reseña sobre la obra «Cometierra», de la autora Dolores Reyes.
COMETIERRA FUE UN HALLAZGO
No podía continuar con mi columna, pasando de largo una reseña que escribí hace un tiempo pero que tenía ganas de revalorizarla y compartirla. Se trata de la revelación literaria de 2019, a nivel nacional y que está atravesando las fronteras. No está de más recordar que 2019 fue un año en el que los libros más leídos fueron escritos por mujeres. En este caso, me refiero al primer libro de Dolores Reyes, que se titula Cometierra. Su título y portada son llamativos en la primera mirada. Un libro que aparte, fue amasado en talleres literarios en el que la misma autora participaba y pulía, denotando así la importancia de colectivizar lo que uno hace donde el otro es sí o sí tu compañero y tu maestro.
Encargué Cometierra por catálogo online, porque hasta ese momento no lo conseguía en Córdoba. Me llegó a la semana y lo leí una semana después. Luego de semejante hallazgo me vi en la necesidad de realizar (creo que) la primera reseña de mi vida. Era una necesidad para mi sin dudas. Dolores Reyes ha hecho una obra muy clara con una estructura de diálogos que te sumergen al instante en la vida común del barrio.
¿Quien es Dolores?
Dolores Reyes, nació en Buenos Aires en 1978. Es docente, feminista, activista de izquierda y madre de siete hijos. Estudió letras clásicas en la Universidad de Buenos Aires. En la actualidad, vive en Caseros, provincia de Buenos Aires, según figura en su solapa de autor.
UNA NOVELA QUE MILITA LA EMPATÍA
Dolores Reyes ha logrado con Cometierra cavar hondo en el mundo y en las personas. Porque nos sabe poner en el pecho y en el útero de cada mujer desaparecida o asesinada. De igual manera, nos logra posicionar en los zapatos gastados y en el estómago endurecido de los que buscan día y noche a los que no están.
En cuanto a la obra narrada, puedo decir que Dolores, escribe de manera simple, hermosa y precisa (un talento que surge con muchos años de experiencia y práctica). Un relato sincero y duro. Tierno y devastador. Escribe desde la entraña de los barrios deprimidos. Cometierra nos grita cada vez que prueba la tierra ofrendada: que un gran Don conlleva una gran responsabilidad y una maldición, sobre todo. Es el talento de su prosa lo que nos devuelve esa sensación de franqueza. Porque habla desde el dolor. Cometierra te pone en la boca un puñado de tierra embotellada suficiente para callarnos. Para hacernos masticar un poco de la suciedad y de la empatía.
LA VIOLENCIA NO ES LO CENTRAL
Otra mirada que nos aporta la misma autora, es cuando ella afirma que no es una novela cuyo tema principal sea la violencia; y pienso, que es algo difícil de separar en una novela criminal, donde los asuntos como el poder, la violencia, lo político, la inseguridad y las injusticias, atraviesan en todo momento a sus personajes en un contexto de pobreza en lo hondo de los barrios de la periferia urbana bonaerense. En mi opinión creo que esta novela tiene mucho más para revisar entre líneas, pero en este artículo mi intención es presentar algo del mundo de Cometierra, porque sin dudas, se maneja de una manera muy sutil y coherente la cuestión de la fantasía en términos de género literario, lo cual la convierte en una verdadera obra como novela corta.
La autora, a fin de cuentas, cumple con lo dicho. Las dimensiones en la que se plantea la novela nos llevan por derroteros inciertos en la que ni su protagonista sabe cómo llevar en sus hombros una responsabilidad tan grande como la que le es otorgada. Y hablamos de un don, tan ligado a la naturaleza como a lo sobrenatural. Y hablo en estos términos para no revelar nada, y que cada quien que se aventure a leerla, y pueda llevarse una de esas cucharadas de tierra finalmente a la boca.