Cosquín Rock: el multiverso de la locura 

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Gentileza Cosquín Rock

Por Guillermo Morilla – El festival de rock más grande de Latinoamérica celebró su edición número 24 con una concurrencia de más de cien mil personas. Sin embargo, la música no fue la única protagonista, el festival se vio envuelto en un cruce político con el presidente Javier Milei quien cuestionó las formas de financiación del evento y apuntó contra diversos artistas.

El “leitmotiv” de Cosquín Rock es claro: hacer de cada edición algo más grande que la anterior. “Una vez que termina el festival, empiezo a pensar en el siguiente” dijo una vez a la prensa el productor del festival, José Palazzo; el reflejo de esa declaración se materializa con la llegada de la temporada de carnavales, momento en que Santa María de Punilla se prepará para recibir un aluvión de gente lista para vivenciar una nueva edición repleta de novedades.

Entre los numerosos cambios que hacen al festival se encuentran: un predio cada vez más grande y mejor distribuido, lo que genera una mejor circulación entre los escenarios y las distintas propuestas interactivas que se encuentran, además de una nueva disposición y duplicación de los lugares donde comprar bebidas y alimentos; esta reconfiguración trae aparejada un nuevo diseño estético y visual que es fácil de observar para quienes hayan asistido a más de una edición, y que deja sorprendidos a quienes ingresan por primera vez. 

Una de las novedades de este año fue la eliminación del dinero en efectivo para comprar dentro el predio por el sistema de Pocket Cash, una pulsera que cumplió la función de entrada al festival y de billetera electrónica; a través de internet, o en los puestos ubicados fuera y dentro del predio, las personas debían cargar dinero en sus pulseras a fin de consumir dentro del festival. Como positivo, este nuevo sistema agilizó las compras dentro del predio resolviendo un problema de ediciones anteriores donde las personas debían hacer largas y tediosas filas para comprar bebidas o alimentos. Como negativo, las filas para retirar las entradas y pulseras se trasladaron fuera del predio, las personas hicieron cuadras de cola durante horas bajo el sol para retirar sus entradas y adquirir sus pulseras, lo cual ocasionó gran malestar ya que muchos se perdieron de poder ver a sus bandas favoritas.

Gentileza Cosquín Rock

Pero una vez dentro del predio el multiverso de Cosquín Rock se desata: las piernas se acalambran por migrar de un escenario a otro, mientras en el medio nos cruzamos con las diferentes propuestas temáticas que las marcas tienen para nosotros. A su vez, la música desborda el predio de Santa María de Punilla y se vuelca hacía las pantallas gracias a que este año miles de personas pudieron seguir el festival desde sus hogares por la plataforma de streaming Star+. Sin embargo, no todo es entretenimiento, este año hubo lugar también para la política. 

Milei contra el Cosquín Rock 

El sábado 10 de febrero, a horas de comenzado el festival, un cruce se originó en la red social “X” entre el Presidente de la Nación, Javier Milei, y el productor José Palazzo. El mandatario había citado un post de un usuario que hacía mención de los costos del evento y se preguntaba de dónde salía ese dinero; Milei compartió la publicación y agregó en mayúsculas: “TSUNAMI DE CHANES”.

La respuesta de Palazzo no se hizo esperar: “Querido Sr. Presidente, hace 24 años empresarios privados, con entradas y esfuerzos personales lo realizamos. Además se realiza en Paraguay, Uruguay, Chile, México, EE.UU. y España. Acá los artistas están en libertad, quédese tranquilo”.

El intercambio entre el padre del Cosquín Rock y el Libertario se da luego de que se cayera la Ley Ómnibus en el congreso por falta de consensos; la disolución de la misma envolvió al presidente en un remolino de conspiraciones que devino en un escrache a diputados y gobernadores a quienes acusó abiertamente de traición, especialmente a el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora. Días después, el mandatario tomó la decisión de quitar los subsidios al transporte público, algo que afecta de manera directa a la provincia de Córdoba. 

Los insólitos cuestionamientos del presidente apuntan a que el gobernador de Córdoba utiliza fondos de su administración para promover eventos culturales. El conflicto, lejos de desacelerarse, continúo su marcha en los días posteriores al festival donde nuevamente Milei apuntó contra Cosquín Rock e incluso sobre algunos artistas, particularmente la figura de la cantante pop, Lali Esposito, a quien se refirió despectivamente como “Lali Depósito”.

“Cuando Córdoba hace el Cosquín Rock, que es privado, le da mil millones de pesos en subsidios. Todos los artistas que estuvieron ahí, por ejemplo Lali Depósito, cobraron de la del Estado. Pero Lali Depósito cobró de varios gobiernos. En uno de los recitales cobró 350 mil dólares. Entonces, ¿vos estás dispuesto a financiar esos gastos contra el IVA que le saca el alimento a los chicos pobres del Chaco?” declaró el presidente en una entrevista para LN+. 

Quién salió a responderle esta vez fue Martín Llaryora: “Aquellos que vivimos en el interior y no tenemos la suerte de gobernar la Capital, necesitamos continuamente generar eventos para acompañar al turismo. Pero en Córdoba no es solo Cosquín Rock, que es un evento internacional, sino también las obras de teatro”. En ese sentido, el gobernador explicó que “hace muchos años, las obras se hacían en los teatros de Mar del Plata y Carlos Paz casi que no tenía”, por eso, para que los eventos culturales llegasen a la provincia y ganarán un diferencial para acompañar el turismo, es que en Córdoba existe una ley de exención impositiva, “porque para nosotros el turismo es una industria, que genera trabajo y producción”.

Los números del festival 

Llaryora precisó además que la cultura “es un punto de apoyo que genera miles de puestos de trabajo y que en Córdoba hace un diferencial acompañando el turismo”. El reflejo de está última aclaración parece ser más cercana a la realidad que la distopía presidencial, algunos números del festival lo ejemplifican. 

La última edición de Cosquín Rock convocó a más de cien mil personas entre las dos jornadas del 10 y 11 de febrero, y movilizó una cifra de $21 mil millones, consolidándose como un motor económico y cultural dentro de las Industrias Culturales y Creativas. El volumen total se construye con la suma de la inversión de la empresa y los consumos del público tanto dentro como fuera del festival. 

En el lenguaje dolarizado del presidente, la entrada al Cosquín Rock siempre cuesta entre U$S 50 y U$S 55. Con esa fórmula se realiza el análisis de negocio, dando como resultado una inversión de U$S 4.200.000 en Córdoba; ese es el monto que se gasta en producción, recursos humanos, accesibilidad, artística. 

A su vez, Cosquín Rock se realiza sobre una superficie de 14 hectáreas, lo cual lo convierte en el predio más grande de toda Latinoamérica utilizado para un festival. Dentro de estas 14 hectáreas se levantan 6 escenarios en los cuales se presentaron 106 propuestas artísticas. La realización de esta edición generó unos 5000 puestos de trabajo directos, cifra a la cual deben sumarse los empleos indirectos dentro del festival, y los emprendedores e independientes, así como miles de agentes indirectos entre los que se encuentran los puesteros que venden alimentos y remeras, artesanías, o los mismos comercios de la zona.

En un mismo movimiento el festival genera un polo para la cultura artística, produce puestos de trabajo, y fomenta el turismo a gran escala. 

Viva LaLi-bertad carajo 

Los escenarios de Cosquín Rock tampoco fueron ajenos a la realidad política del país. Los puntos más controversiales sin dudas fueron las presentaciones de Dillom y Lali Esposito. La noche del sábado, Dillom interpretó un cover de “Sr. Cobranza”, la canción de Las Manos de Filippi que se hizo popularmente conocida por la versión de Bersuit Vergarabat, el rapero decidió cambiar parte de la letra y dijo: “A Caputo en la plaza lo tienen que matar”, en referencia al ministro de economía. Al día siguiente un abogado lo denunció formalmente por incitación a la violencia y amenaza agravada. 

Por otro lado, Lali Esposito, quien ya había hecho pública su postura partidaria antes de las elecciones, se convirtió en el blanco predilecto por el presidente de la nación que lleva adelante por estas horas una feroz campaña de difamación contra la artista. La estrella pop sobre el escenario de Cosquín había lanzado un mensaje para sus detractores, en los que incluyó a los “vendepatria”.

Para el gobierno de la Libertad, la libertad de expresión de los artistas se paga con persecución política a través de difamaciones y denuncias. 

Día uno: “Cómo me voy a olvidar”

Dejando de lado la política y avanzando sobre los espectáculos, Cosquín este año dejó mucha tela para cortar. El día uno el escenario Norte vio brillar a Los Pericos quienes deleitaron al público con clásicos como “Runaway”, “El ritual de la banana”, “Nada que perder”, e incluso se dieron el lujo de invitar a Natalie Perez para interpretar “Mucha experiencia”, al Negro Videla en “25 rosas”, y al Enano de La Vela Puerca para “Casi nunca lo ves”. 

En la otra punta del predio, Airbag rockeaba sobre las tablas del escenario Sur haciendo un repaso por sus clásicos temas, y la frutilla del postre coronó con una versión de “Johnny B. Good», en la cual invitaron a una persona del público a tocar la guitarra con ellos. Minutos más tarde en el escenario Montaña se vivió una fiesta junto a Miranda que encendió al público presente con temas como “Mentía”, “Fantasmas”, “Ya lo sabía”, y “Don”, obviamente tampoco faltaron los temas para el corazón como “Uno los dos” o “Lo que siento por ti”.

Cerca de las 20, Divididos ponía a punto la aplanadora del rock sobre el escenario Sur para deleitar a sus seguidores con una versión más tranquila de “Ala Delta”, donde el público acompañó a la banda cantando: “No hagan llorar a este hombre grande”, les expresó Mollo. Luego siguieron clásicos como “El 38” y por supuesto el infaltable Arriero de Atahualpa Yupanqui. Una hora más tarde sobre el escenario de Montaña, Lali Esposito impresionaría al público presente no solo con sus temas, sino con su presencia sobre las tablas; bajo el escenario la acompañaba su pareja Pedro Rosemblat, junto a Ale Sergi quien también salió a disfrutar del show de su colega. 

Sobre el escenario Norte era el turno de Babasónicos, la banda abrió con “Anubis” y continuó con clásicos como “Pijamas”, “Y qué”, “El colmo”; el tren no desaceleró nunca y propusieron un cierre con “Yegua”, “Putita” y finalmente “Irresponsable”. Cerca de las doce de la noche La Vela Puerca irrumpió sobre el escenario Sur con “Llenos de Magia”, el show no se guardó nada y desató la fiebre a la cual nos tienen acostumbrados los uruguayos. La lista tuvo de todo: “De atar”, “Por la ciudad”, “Escobas”, “Zafar” y el cierre con “El profeta”. 

Pero sin dudas el galardón de la noche lo tuvieron Los Auténticos Decadentes encargados de cerrar el escenario Norte, desde el minuto uno la banda imprimió una alegría popular festiva con una murga que incluso reanimó los cuerpos cansados de aquellos que estuvieron todo el día adentro del predio. Los Decadentes interpretaron “Como me voy a olvidar”, “Los piratas”, “Pendeviejo”, y por supuesto los mimos al corazón de la mano de Jorge Serrano como “Corazón”, “Loco – tu forma de ser”, y “Un osito de peluche de taiwan”.

Día dos: la lluvia, el barro y Usted Señalemelo 

El día dos se vio atravesado por una lluvia intensa durante algunas horas de la siesta, cerca de las 17 el agua había aflojado y las nubes se disiparon para dar paso a un sol infernal. El predio quedó completamente embarrado pero eso no impidió que el público se desplazara hasta el escenario Sur para cantar junto a Las Pastillas del Abuelo donde no faltaron los clásicos como “Tantas escaleras”, “Otra vuelta de tuerca”, “Ojos de dragón” e incluso un homenaje a Maradona con “Qué es dios?”. 

Luego sería el turno de Ciro y Los Persas, el ex piojo explotó de energía con una apertura que tuvo como enganchado “Muevelo – El Balneario de los doctores crotos”; el escenario Sur a su vez deslumbraba con su vista hacía al atardecer que Ciro supo aprovechar para interpretar “Bicho de ciudad”, un tema que casi nunca se toca en Cosquín. Por supuesto no faltaron los infaltables como “Tan Solo”, “Caminando”, “Insisto”, “Mirenla”, y “Genius”.

Minutos más tarde daría comienzo uno de los mejores shows que tuvo Cosquín Rock, hablamos de la banda Usted Señalemelo que sobre el escenario de Montaña dieron cátedra músical y sonora, al tiempo que desplegaron una imaginario estético y visual digno de presenciar. La banda interpretó temas como “Salto”, “Las flores”, “Mañana”, “Siento”, “Big Bang” y “Agua marfil”. 

Horas más tarde Las Pelotas dieron otra vez el presente, con asistencia perfecta a las 24 ediciones de Cosquín Rock, y adelantaron que se preparan para una sorpresa en la número 25. La banda hizo un repaso por sus temas junto a un público sediento de rock a horas de que finalizará el festival. Pero aún quedaba un trecho más por recorrer, Molotov apareció sobre el escenario cerca de la una de la mañana para dar un cierre merecido sobre el escenario Sur. Con un sonido demoledor los mexicanos interpretaron “Amateur”, “Chinga tu madre” y “Gimme tha power”. 

The multiverse of madness 

La edición número 24 de Cosquín fue un verdadero multiverso de la locura, un festival que desplegó todo el talento musical en sus diversos escenarios, y se multiplicó en las miles de pantallas que lo siguieron desde sus hogares; pero además quedó envuelto en diatribas políticas, fue tendencia y polémica en redes junto a diversos artistas, durante un fin de semana de alguna manera todos vivenciaron Cosquín Rock, tanto, que incluso el presidente de la nación le dedicó toda su atención ¿Qué depararán los 25 años de Cosquín Rock?

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