Con poco más del 30 por ciento de los votos, Unión por Córdoba quedó a unos 18 puntos de un Cambiemos que impuso la «ola amarilla» de las elecciones Generales también en nuestra Provincia. El intendente Facundo Torres confía en que este resultado no imponga una tendencia irreversible de cara a 2019.
En diálogo con Radio Tortuga 102.7, Torres, en línea con lo manifestado por su fuerza tras las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto pasado, analizó que la nacionalización de la elección dejó al justicialismo cordobés como tercero invitado de una contienda entre «Mauricio (Macri) y Cristina (Fernández)». Asimismo, en vistas de las elecciones provinciales de 2019, apuntó que Unión por Córdoba tiene posibilidades de retener la gobernación si explota la buena imagen de Juan Schiaretti, para la pelota, refunda el espacio, aggiorna los conceptos y amplia la base de sustentación. A Cambiemos la califica como una «coalición fuerte» en la Provincia, más que con los tironeos internos, «sangra constantemente».
Votos que no volvieron
Torres evaluó que si bien el resultado no trajo felicidad a su espacio, sí se reconoció que los 30 puntos del padrón alcanzados representan «la mejor elección intermedia de los últimos diez años», si se la compara con la performance de Eduardo Mondino en 2009 y el mismísimo Juan Schiaretti en 2013.
En julio de 2015, Schiaretti ganó la gobernación de Córdoba con casi el 40 por ciento de los sufragios. Más, en noviembre, en el ballotage presidencial entre Macri y Daniel Scioli, ante la exhortación de José Manuel De La Sota a sus seguidores de no acompañar al kirchnerismo, la provincia de Córdoba le otorgó un 70 por ciento de sus votos al candidato de Cambiemos.
– Algunos de los votos peronistas que se fueron con Macri en 2015, no volvieron… – se le pregunta a Torres desde Radio Tortuga.
– No algunos, muchísimos. En ese momento, cuando llegó el ballotage, gran parte del peronismo cordobés acompañó a Macri. Cristina despierta amores y odios muy viscerales. Las personas que en aquel momento querían que ganara Macri para que no ganara Cristina, esta vez quisieron darle el golpe de gracia.
¿Se sostendrá la «ola amarilla»?
De cara a 2019, Torres analiza que enfrente hay una «coalición formada por partidos demasiado heterogéneos, que poco tienen que ver desde las doctrinas y mucho tienen que ver desde las coaliciones perfeccionadas para ganar elecciones pero que a la hora de gobernar tienen muchos problemas». En ese marco, se esperanza con que Cambiemos en este tiempo que resta para empezar a palpitar las próximas elecciones, no llegue aglutinado.
Respecto a Unión por Córdoba, reconoce que viene transitando «un proceso largo y cansado», que en su momento constituyó «una maquinaria electoralista muy positiva con muy buenos réditos en el territorio», pero que si no se la actualiza, podría colapsar. «Habrá que frenar, refundar, aggiornar los conceptos, ampliar la base de sustentación para gobernar Córdoba», dice, rescatando que Juan Schiaretti tiene buena imagen entre los ciudadanos de la Provincia.
Ante la consulta respecto de la posibilidad de que la «ola amarilla» imponga en 2019 un triunfo macrista en las elecciones municipales, dice: «No creo que en Alta Gracia exista un candidato que pueda personificar el sello Cambiemos». Y ejemplifica que tanto en Héctor Baldassi como en Eduardo «Gato» Romero se manifiesta «lo nuevo, lo que llega desde afuera de la política»; pero que en Alta Gracia, los concejales radicales Leandro Morer, Germán Rodríguez y Roberto Brunengo tienen un largo currículum en la gestión pública pero no responden a ese perfil. También avizora Torres que «la gente cuando vaya a votar, no va a encontrar a un Cambiemos personificado y unido» y que, según su interpretación, desde Unión por Córdoba se asentarán en el «modelo de gestión» en el que vienen trabajando.