Arroyos: Falta de originalidad y dudas con la Comisión Municipal

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*Por Diego Heredia (Opinión)| La urgencia por la situación de los arroyos de Alta Gracia generaron que el Municipio proponga el armado de una Comisión. Potrerillo de Larreta sigue ganando tiempo. La gestión de Marcos Torres Lima está frente a la oportunidad de dictar políticas en pos de la conservación de nuestros recursos.

Alta Gracia y la región cuentan con arroyos secos, contaminados y apropiados por actores privados. A eso se le suma una trama vinculada a uno de los principales apuntados, el country Potrerillo de Larreta, respecto a una obra privada que llevará agua cruda para que el mismo barrio privado potabilice.

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La respuesta municipal de conformar una comisión, algo que ya se hizo hace 11 años, nace con un antecedente sumamente negativo. Cabe recordar que, en febrero de 2012, también se propuso la conformación de una comisión por una preocupación similar: no había agua en el arroyo.

Recorte del periódico Papel Tortuga de febrero de 2012, cuando se aprobó la Comisión Investigadora.

Sin embargo, ni la oposición, ni las organizaciones ambientales del momento, integraron el espacio, aduciendo entre otros puntos, que no se utilizaban herramientas como el Consejo del Ambiente.

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Hace más de una década se viene advirtiendo la situación, y la reciclada propuesta oficialista, se debe a la preocupación de toda la ciudadanía. Las redes sociales volvieron a exponer la preocupación, y en algunos casos la bronca por la impunidad. En un año electoral, no administrar una reacción, sería perjudicial para el intendente Marcos Torres Lima.

GANAR TIEMPO

La estrategia de Potrerillo de Larreta siempre fue ganar tiempo. Lo hizo cuando impuso una decena de medidas cautelares para mantener el alambre en el arroyo Los Paredones, y también a través de acciones para desviar el tema de la agenda pública.

Pero el caso es recurrente, porque los recursos hídricos de Alta Gracia se van agotando y no queda demasiado tiempo. Basta ver el estado del Primer Paredón.

Por ello, la propuesta de la comisión municipal genera dudas, no sólo por el antecedente negativo, ya que justamente demandó tiempo y no llegó a soluciones concretas, sino también por cómo se está gestando.

En una entrevista con el medio Mi Valle, el propio intendente Marcos Torres Lima planteó que la Comisión busca, entre otras cosas, “que no quede esto sólo en publicaciones de los concejales, que lo vemos mucho en la oposición, (…) sino que también se vean los análisis reales de la falta de agua”.

Por un lado, llama la atención que una de las principales preocupaciones del mandatario sean las publicaciones de la oposición.

Pero fundamentalmente, es un dato que Torres vincule el conflicto a la sequía como argumento central, porque adelanta su posición sobre lo que las organizaciones sociales ambientales demandan, que es poner la lupa sobre el uso de agua que hace el Potrerillo de Larreta para mantener su cancha de golf en condiciones óptimas.

Y si bien existe un escenario de sequía general en la Provincia, esto no inhabilita la discusión sobre las responsabilidades de los actores privados, en este caso, Potrerillo de Larreta.

De esta manera, surgen varias dudas: ¿Si hay una sequía general, no es urgente debatir cómo usan el agua en el country? ¿Es válido quedarnos con el argumento de la sequía y no proponer políticas públicas frente al escenario de emergencia? ¿Es más importante el negocio de la cancha de Golf que el recurso que usa toda la ciudad?

La gestión municipal no puede obviar estas preguntas. Si no se actúa en consecuencia, en diez años vamos a estar discutiendo de nuevo lo mismo, pero sin agua en ningún sector, y mirando cómo un puñado de moscas sobrevuelan los lugares en donde supo haber un arroyo.

AGENDA

A raíz de lo expuesto, es fundamental que el Municipio aborde la agenda del problema de los arroyos desde un par de temas claves.

El primero es saber qué se piensa sobre la situación en Potrerillo de Larreta, no sólo desde el consumo de agua de las napas de los arroyos, sino también frente a la situación del alambre y las estrategias para lograr que se libere. También debe estar en agenda la liberación de otros arroyos como el Caocamillín.

Lo segundo es saber qué iniciativas han tomado desde el Municipio respecto a la contaminación que hay en el arroyo, atendiendo a que la gestión es acusada por Anisacate de ser el mayor contaminador del Arroyo Chicamtoltina.

Lo tercero es saber cuáles son los planes para el agua que llegará a Potrerillo de Larreta a través de un acueducto que está próximo a finalizarse, y cómo entienden que se podría reconfigurar el ordenamiento territorial en el cordón serrano en base a esa obra.

Para ello se precisa que la gestión de Marcos Torres Lima tome una decisión política. La visibilización actual, motivada principalmente por el desastroso estado del Primer Paredón, le brinda la oportunidad al mandatario de tomar la iniciativa y dar vuelta la página en el cuidado de nuestros recursos.

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