El Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano (CEMB) repudió a través de un comunicado la nota de opinión de Federico Tolchinsky titulada “El flagelo del adoctrinamiento en las aulas”.
En esta nota el periodista dice que «Crece el debate en el país por el sesgo partidario en los programas de estudio. El rechazo del ministro Grahovac a las bajadas de línea en clase. La insólita actividad de alumnos del Belgrano en el Centro Cultural Kirchner».
También afirmó que «Aún hoy, un auditorio de la facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba se llama Hugo Chávez. Un insulto a las miles de víctimas de las masivas violaciones a los Derechos Humanos que se vienen cometiendo en Venezuela en las últimas décadas. Debería generar el mismo rechazo que justificadamente desataría una propuesta para bautizar Jorge Rafael Videla o Benito Mussolini a un predio público. En lo que podría resultar otra muestra de adoctrinamiento explícito en el ámbito educativo, la semana que viene el «Centro de Estudiantes del Belgrano de Córdoba» (así aparece mencionado en el programa oficial) participará de una actividad del Estado nacional llamada Proyecto Ballena. La organiza el Centro Cultural Kirchner, y junto a alumnas y alumnos cordobeses, habrá exposiciones de Metrodelegados, Tupac Amaru (el movimiento de Milagro Sala) y la seccional Hurlingham de La Cámpora. Ninguna voz no alineada con el oficialismo K. Con esas compañías se introducen en la vida política esos adolescentes cordobeses».
Estuve en diálogo con dos integrantes de este Centro de Estudiantes: Juliana López y Felipe Rojas.
¿Cuál fue su reacción al ver esta nota?
Juliana:
“Al leer el artículo completo mi reacción fue un completo rechazo de manera instantánea. Más allá del nombramiento puntual a nuestro centro, lo vemos como un ataque a todo el movimiento estudiantil e incluso al gremio docente. Esto se debe a las conclusiones sesgadas de Federico Tolchinsky sobre un supuesto adoctrinamiento escolar, que finalmente nos reduce a les estudiantes a seres receptores de información sin la facultad de analizar y criticar, dejando de lado nuestra condición de sujetos políticos y de derecho, y a su vez, subestimando nuestra legitimidad y forma de construir política desde la juventud.”
Sabemos que este es un caso particular que se enmarca en un discurso fuertemente adulto céntrico y despolitizante que levanta todo un sector social, ¿cómo responden les estudiantes del Manuel Belgrano a eso?
Felipe:
“Desde el Centro de Estudiantes publicamos un documento en repudio al artículo escrito por Federico Tolchinsky y publicado por Canal Doce. Repudiamos como movimiento estudiantil cualquier intento de convertir a la política en una mala palabra.”
Acá el comunicado completo del CEMB:
Córdoba, 1 de diciembre de 2020
Desde el Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, expresamos nuestro más profundo repudio hacia el artículo de opinión «El flagelo del adoctrinamiento en las aulas», escrito por el periodista Federico Tolchinsky, publicado por Canal 12 el pasado domingo 29 de noviembre de 2020. Es a partir de un encabezado, que inserta el debate sobre el sesgo partidario en los programas de estudio de las escuelas y el supuesto adoctrinamiento escolar, que se despliega una nota que se constituye como un ataque hacia el movimiento estudiantil, docente y puntualmente hacia el Centro de Estudiantes Manuel Belgrano, a partir de nuestra participación en actividades del Ministerio de Cultura de la Nación y el Centro Cultural Kirchner. A su vez, nos encontramos frente a un artículo que se sustenta en base a una tergiversación sobre los dichos del Ministro de Educación de Córdoba, Walter Grahovac, en torno a la militancia docente, y que expone discursos de despolitización, exclusión y vinculaciones erróneas en lo que refiere al accionar de los espacios estudiantiles. Las y los estudiantes, sabemos que la participación en los Centros de Estudiantes es, fundamental y eminentemente, participación política. Nuestros gremios son los espacios en los que nos formamos como sujetos políticos y de derechos, y su creación y funcionamiento se encuentran avalados por la Ley Nacional 26.877 “Ley de Creación y Funcionamiento de Centros de Estudiantes”. Sin embargo, y siguiendo con lo expresado en la nota de opinión publicada, nos vemos en la necesidad de aclarar que esto no quiere decir que dicha participación política sea por consecuencia partidaria, como así apunta sesgadamente el periodista. Repudiamos enérgicamente como movimiento estudiantil cualquier intento de convertir a la política en «mala palabra» o una exclusividad para ciertos sectores de la sociedad. Quienes conformamos nuestro Centro de Estudiantes y el movimiento, creemos y luchamos por una política que se conciba como herramienta transformadora, habitada desde la pluralidad y la democracia, por y para las y los pibes de todos los sectores, promoviendo la participación e inclusión desde un rol tan político como lo es el de un/a estudiante. Es en ese sentido, rechazamos las acusaciones que invisibilizan y subestiman nuestra construcción crítica. Entendemos que la construcción del conocimiento siempre es colectiva, y el hablar de «adoctrinamiento» nos reduce a las y los estudiantes a sujetos meramente receptores, incapaces de cuestionar lo que se nos enseña, colocándonos así una vez más, en posición de inferioridad y negándose a que nos informemos, construyamos y pronunciemos íntegramente. Apostamos por la construcción de juventudes críticas, cuyas bases de formación sean los Centros de Estudiantes, como primer acercamiento al ejercicio de la vida en democracia. A partir del ataque que hemos recibido por nuestros proyectos y participaciones, se evidencian las claras intenciones de imponer barreras para el diálogo entre las juventudes y el propio Estado e Instituciones. En esencia, la exclusión de nuestro movimiento. Es indispensable que tanto los espacios de participación y formación política, como así las Instituciones y los propios espacios gubernamentales, continuemos alentando a que la articulación y el diálogo intergeneracional estén constantemente presentes en la agenda de debate. Como así, luchar por el reconocimiento y legitimación de nuestro espacio como organismo de representación de las y los estudiantes, que genera sus propios debates y actividades; un espacio cuyo accionar y participación no están determinados por organizaciones partidarias, y que garantiza reunir todos los instrumentos necesarios para que en su tránsito por la vida política, los individuos podamos pensar y ejercer a la ciudadanía como un elemento sustancial de vida en democracia. Las juventudes a diario protagonizamos y escribimos la historia, y sabemos que la participación política no se agota en la militancia partidaria; es la construcción de un pensamiento crítico que nos permita alzar nuestras voces y manifestarnos ante cada hecho que nos atraviese e interpele».
Hoy más que nunca: El mejor lugar para lxs pibxs es la política.
