El intendente de Córdoba, Martín Llaryora, visitó el viernes 30 de septiembre Alta Gracia para firmar un acuerdo con su par local, Marcos Torres, vinculado a la economía circular. En ese marco, brindó una conferencia de prensa como precandidato a gobernador en el que abogó por la continuidad de Hacemos por Córdoba, con un electorado que acompañe la gestión del justicialismo cordobés que lleva más de dos décadas en el poder.
Torres y Llaryora firmaron un convenio colaborativo en el marco de la Red iberoamericana de Gobiernos y Ciudades Circulares.
Frente a los medios, Marcos Torres recordó el frustrado proyecto de Cormecor para instalarse en un predio ubicado entre Santa Ana y Bouwer y la posibilidad que se abrió con la ampliación de Piedras Blancas, para que el municipio no se viera obligado a reabrir un basural dentro de su ejido.
También, en materia ambiental, subrayó la importancia de la apertura de la planta de acopio de residuos sólidos urbanos para su separación y reciclado, en el galpón ubicado a un costado del CEDER, como «un paso más hacia una Alta Gracia sustentable».
Llaryora, por su parte, apuntó que la firma de este convenio de colaboración traza puentes con diversas localidades de Iberoamérica, comprometidas con el ambiente; y destacó que la política ambiental altagraciense potencia «la política de selección para que nos llegue de Alta Gracia la menor cantidad de residuos posibles; además de la generación de fuentes de trabajo con los productos de la economía circular».
La experiencia capitalina
Tras agradecerle al ministro Facundo Torres (recientemente movido de «Gobierno» a «Empleo y Formación Profesional») por las gestiones en conjunto, centró su discurso en los avances que desde la capital provincial vienen realizando en materia de «economía circular» y cómo esto viene generando una reducción en los residuos que se envían al predio de Piedras Blancas para su enterramiento.
«Lo que también hicimos fue cambiar de paradigma y fuimos de los primeros municipios en Latinoamérica en hablar de economía circular, lo que nos llevó a que la Organización de los Estados Americanos (OEA) nos elija como un centro de capacitación y excelencia en economía circular, que nos permitió entender que la producción y el desarrollo tienen que ser compatibles con el ambiente y potenciar la cultura de la compra consciente».
Llaryora se refirió puntualmente a las nuevas generaciones y su rol respecto de este cambio cultural: «Los jóvenes no son sólo nativos digitales, son también nativos ambientales. Van a impulsar un cambio global a favor del ambiente».
El intendente capitalino finalmente destacó tanto la generación de «centros verdes», para que el residuo se integre en la construcción de un nuevo producto y la reciente inversión de la empresa Holcim de cinco millones de dólares para erigir una planta para tratar 100 mil toneladas de basura.
Expectativas antigrieta
Consultado sobre el resultado magro en las elecciones de 2021 y las expectativas para las de 2023, Llaryora analizó que «las elecciones de medio término nunca fueron el resultado de las elecciones a intendente ni gobernador»; que «en las elecciones de medio término se elige a quien lo va a representar a uno, pensando en la Nación»; y que «en las elecciones a intendente y gobernador, se elige la gestión».
En ese marco, consideró que «Hacemos por Córdoba ha demostrado que gestiona de manera distinta a las dos gestiones que pasaron en la Nación»; aludiendo tanto al macrismo como a la actual gestión de Alberto Fernández y los antecedentes del kirchnerismo.
«Tenemos el gen cordobés de construir en conjunto», aludió en términos esencialistas y citó como ejemplo a Facundo Torres durante su gestión como ministro de Gobierno: «Ustedes lo veían con intendentes de todos los colores políticos».
Analizó Llaryora que en la puja electoral nacional «son dos vertientes que se ven como extremas y siembran una cultura del odio que nos puede hacer volver al pasado y que impide los acuerdos». Afirmó categórico que «no hay acuerdos nacionales sobre ningún tema» y que «éste es un país que no tiene presupuesto y sin acuerdos de desarrollo».
Aseguró que eso no pasa en Córdoba y se remitió a la historia para fundamentar las diferencias: «A Córdoba llegaron los jesuitas y nos apegamos al conocimiento y al talento. Siempre tuvimos una idea diferente a la del puerto y cercana a la producción. De ahí en más tenemos el gen de la producción. Cambiamos la sociedad con más trabajo y no con más subsidio».
Concretamente, de cara a 2023, afirmó: «Los vecinos no van a querer que la grieta y el odio de Buenos Aires venga acá. Lo que se va a discutir en 2023 es un tema de gestión; el odio en Córdoba no va a entrar».
