El profesor de la Facultad de Ciencias Económicas, Mario Oyola, se refirió al reciente acuerdo firmado entre el gobierno Argentino y el Fondo Monetario Internacional, el cual implica la toma de un nuevo crédito por 20 mil millones de dólares, que se suma a los 45 mil millones ya existentes.
Oyola remarcó que aún se desconocen los detalles finos del acuerdo, pero entre las condiciones impuestas por el organismo se destaca una reforma del sistema previsional. Según explicó, el FMI exigiría un aumento en la edad jubilatoria: para las mujeres, de 60 a 85 años, y para los hombres, de 65 a 70.
“El gobierno va a recibir una parte de estos fondos para reforzar las reservas del Banco Central e intentar frenar la corrida bancaria que vimos este mes. Todo esto sucede en un contexto donde la inflación volvió a subir y alcanzó un 3,7%, lo que a mi entender significa que el gobierno está convalidando la devaluación que ya había hecho el mercado”, explicó Oyola.
El economista también se refirió al enfoque fiscal del gobierno: “La única herramienta que tienen, y que presentan como un logro, es continuar con el ajuste. Creo que van a seguir con paritarias por debajo de la inflación para recortar el poder adquisitivo. Así, al caer el consumo, se espera que los precios no suban tanto como el tipo de cambio. Pero eso genera dos efectos negativos: menor consumo y una fuerte caída en las ventas de las pequeñas y medianas empresas, en un marco recesivo que parece ser la única forma de implementar este plan”.
Desde su perspectiva, este acuerdo con el FMI no apunta a resolver cuestiones centrales del país: “La gente tiene que entender que este acuerdo no viene a solucionar los problemas de salud, educación ni a reactivar la economía. Viene a tapar un agujero financiero generado por el parasitismo del mercado de bonos, que ha creado una burbuja insostenible”.
Además, Oyola fue crítico con el discurso oficial respecto al Banco Central: “Decir que el gobierno saneó el BCRA y que estos fondos vienen a consolidar el peso es una mentira absoluta. Se trata de un nuevo endeudamiento para cubrir la falta crónica de dólares, un problema que arrastramos hace décadas y que ningún gobierno ha resuelto”.
Por último, advirtió sobre los riesgos crecientes del modelo económico actual: “Durante los períodos sin déficit fiscal, cuando tuvimos superávit comercial, Argentina estuvo en default, es decir, no pagó su deuda. El gran problema del país no es el déficit, es el endeudamiento. La única salida real sería una reestructuración con una moratoria de diez años sin pago de intereses. Es una utopía en el mundo actual, pero es la única forma de estabilizar una economía como la nuestra”.