La organización MUMALA (Mujeres de la Matria Latinoamericana) dio a conocer algunos datos de su «Registro Nacional de Femicidios», que relevó 142 femicidios en lo que va de 2021. Entrevistada por el programa «Que No Se Te Escape» (QNSTE) de la Radio Tortuga 92.9, Victoria Aguirre, vocera de la organización, brindó detalles sobre la manera en que se realiza este estudio y también algunas valoraciones sobre la problemática de la violencia de género en el país.
QNSTE: ¿Cómo llevan adelante este registro nacional de femicidios?
VICTORIA AGUIRRE (VA): El Registro Nacional de Femicidios de MuMaLa lo tenemos hace ya más de cinco años. Es un registro federal, estamos en veintidós provincias; está el observatorio y lo que hacemos es recabar los datos de medios gráficos, digitales y del territorio, de estas situaciones de violencia extrema que son los femicidios y de otras muertes que son violentas asociadas al género. Son siempre muertes de mujeres, travestis y trans. También reportamos los suicidios femicidas, los intentos de femicidios. Es decir, vamos tratando de mostrar estos números, que parece que cuando hablamos de violencia si no lo graficamos numéricamente es como si no existiera; si no te toca de cerca pareciera que es una emergencia que no está vigente y lamentablemente en este último recuento tenemos 142 femicidios. Tenemos todavía 34 casos en investigación. Esto quiere decir que son casos que todavía nuestro observatorio no los ha puesto como muertes violentas porque faltan peritajes. Esto lo menciono porque el número de 142 son femicidios corroborados; estamos hablando de una muerte cada cuarenta horas. Pero si realmente sumamos estas otras muertes violentas de mujeres, travestis y trans que ocurren en la Argentina, estamos hablando de una muerte cada 26 horas. Es muy complicado, estamos hablando de una muerte por día prácticamente. Entonces la necesidad de mostrar estos números es para poder visibilizar qué es lo que nos falta por parte del Estado; el abordaje que el Estado tiene que tener. Si vemos las estadísticas, éste es un número que se sostiene. El 24 por ciento de las víctimas habían hecho denuncias previas, el 14 por ciento de los femicidas tenía antecedentes penales por violencia de género. Entonces, qué pasa con estos datos que los seguimos denunciando y el Estado no activa las políticas de prevención, del abordaje interdisciplinario, de la necesidad de que estas personas que van a denunciar la violencia tengan una respuesta eficiente y eficaz por parte del Estado.
QNSTE: Según su análisis, ¿qué es lo que está fallando, teniendo en cuenta que los datos están disponibles?
V.A.: Para nosotras lo que está fallando es la falta de decisión política, ésa es la realidad. Porque el Plan Nacional Contra las Violencias está vigente y sin embargo no está siendo ejecutado. No es únicamente de este año, no es del año pasado y no es de hace tres años atrás. O sea, viene de larga data la inacción en materia de género. Falta la perspectiva, falta la mirada integral, porque sinceramente me niego a creer que no se puede hacer nada contra la violencia. Hay otros países que han logrado bajar la tasa de femicidios ampliamente y eso se hace con políticas públicas. No podemos pensar que únicamente las organizaciones vamos a combatir la violencia de género. Hoy deberíamos poder estar hablando esto. Más allá de los femicidios que existen, no hay una placa en la televisión, ni siquiera en la TV Pública, que nos hable y nos sensibilice sobre qué ocurre con la violencia de género. Lo que solemos tener es la placa de “llamá al 144” cuando ya el femicidio ocurrió. Entonces lo que necesitamos es trabajar realmente la violencia de género como política pública; por eso necesitamos la implementación de todas las leyes que están vigentes y que son todas muy buenas y muy proactivas, en cuanto a lo que significa garantizar derechos para las mujeres y la comunidad disidente. Pero aparte de eso necesitamos el presupuesto y realmente que haya alguien controlando que las cosas se hagan; no puede ser que las denuncias lleguen a las comisarías, después de un peregrinar enorme de las personas que van a denunciar y tarde entre tres y siete días para llegar a una fiscalía, porque estamos hablando de la vida de las personas en ese momento.
QNSTE: Esto se repite, el 14 por ciento de los casos tenían una denuncia, una restricción perimetral y parece que la Justicia no se reestructura.
VA: En realidad si estamos hablando de pedir que la justicia reestructure, llegamos tarde; ya tenemos un femicidio. Si vamos a ir a reclamarle a la justicia, ya estamos hablando de una muerte. Entonces, hay que trabajar sobre la justicia, seguro que sí. Hay que trabajar sobre cambiar la matriz, que es totalmente patriarcal, pero también hay que trabajar sobre las instituciones primarias de atención, porque es ahí donde radica la cuestión. Cómo evitamos que esa violencia no llegue a un femicidio, abordándola en esa instancia, con el alerta temprana. Lo que tenemos que lograr es que la persona que va a denunciar violencia de género reciba una respuesta por parte del Estado que sea tendiente a sacarla del lugar en que se encuentra. No volverla al mismo lugar donde nace la violencia. Hoy las que terminan siendo expulsadas de sus hogares o de sus provincias o de donde están para preservar su vida son las víctimas, el victimario se queda en el lugar.
QNSTE: Aquí en la ciudad de Alta Gracia no se cuenta con refugios. ¿Creen que esto es necesario?
V.A.: Es totalmente necesario y sobre todo en los lugares chicos. Hace poco hablaba con unos penalistas y me decían, que a veces es muy difícil llevar adelante la perimetral porque a veces la localidad tiene diez cuadras. Cómo ponés una perimetral de quinientos metros, cómo lo haces posible. Entonces, como ésta, hay un montón de situaciones, hay que revisar cada municipio, cada ciudad, cada provincia tiene que monitorear qué es posible hacer y que no, y en base a esto ver qué se puede modificar. O sea es una tarea diaria la de combatir la violencia de género. El tema de los refugios es algo extremadamente importante y sinceramente no hay la cantidad suficiente de estas casas de tránsito. Y lo que es peor, no está planteada cuál va a ser la salida de esa persona luego de que pase un determinado tiempo, después de haber sufrido la violencia. Porque estamos hablando de personas que muchas de ellas no tuvieron la posibilidad de desarrollarse económicamente, porque dependen económicamente de su agresor, porque se tuvieron que hacer cargo del hogar, de sus hijos, hijes y posiblemente de los adultos mayores de la casa. Porque sabemos que esto es lo que ocurre también en la división sexual del trabajo, sabemos que las tareas de cuidado son las que nos quedan por sobre otras. Entonces todo esto hay que contemplar a la hora de analizar esto. La tarea del Estado tiene que estar dirigida a cómo sacamos a esta persona de la situación de violencia y cómo trabajamos en el resto de la ciudadanía para que la violencia deje de existir.
QNSTE: Es un doble esfuerzo. Pensar qué se puede hacer en el corto plazo. En este mismo momento alguien está sufriendo violencia de género y también poder pensar a largo plazo. Esto tiene que ver con las desigualdades.
V.A.: Exactamente. Tenemos la ley de Educación Sexual Integral, que tiene 16 años. O sea más largo plazo que ése, no conozco. Si la hubiésemos empezado a implementar, no digo hace 16, sino diez años atrás estaríamos pensando posiblemente en otra sociedad. Tenemos que empezar a cumplir las cosas que prometimos en el Congreso, o sea, ese es el tema, seguir teniendo leyes pioneras en consagración de derechos pero que después no se implementan, no se cumplen o dependen pura y exclusivamente de las docentes. Eso nos deja sin sistema. La ESI es un pilar fundamental para terminar con la violencia de género y con todas las violencias. Justamente necesitamos salir del binarismo, a entender que existen otros géneros. A entender que no va más la desigualdad, no va más la fuerza bruta. Tenemos los mismos derechos, las mismas responsabilidades, las mismas obligaciones que tienen los varones. Tenemos el mismo derecho a transitar la calle, a trabajar afuera de nuestras casas, a ser independientes, a ser libres. O sea, tenemos exactamente los mismos derechos así como tenemos las mismas obligaciones. Entonces esto es lo que tenemos que empezar a trabajar para poder cambiar lo que queremos cambiar a largo plazo, pero hay que hacerlo.
QNSTE: En relación a los datos que compilaron desde enero hasta agosto ¿Cuál es la comparación con los años anteriores?
V.A.: Lamentablemente tenemos que decir que se sostienen. Que es sostenido la cantidad de femicidios. Hicimos un historial de los últimos diez años sobre los femicidios, que fue un informe conjunto con La Casa del Encuentro, que tenían datos anteriores a los nuestros y el promedio era doscientos ochenta y seis femicidios por año. Fijate que tenemos 142, y 34 en investigación, o sea que estamos en números muy cercanos y vemos que esto no cambia. Por eso creemos importante señalar que la violencia es algo constante. Es algo que ocurre todo el tiempo, por eso el interés de mostrar los intentos de femicidios. Estamos hablando de 220 intentos en lo que va del año; si se sumaran a los 142, habríamos superado ampliamente el número. De ahí la importancia de entender que la violencia no es algo que ocurre eventualmente una vez. Es algo que ocurre constantemente y una vez que empieza, no sabemos cómo termina.
QNSTE: El femicidio es la punta del iceberg. ¿Cómo hacemos para identificar la violencia de género, cuáles son las herramientas para identificar estas violencias?
V.A.: Las alertas son, sin caer en los estereotipos, estas situaciones que de repente vos sentís que hay algo que no te gusta. Yo siempre pienso y digo que hay situaciones que las pasamos por el cuerpo, el tamiz es personal porque también tiene que ver con cómo construimos las distintas relaciones. Cómo nos relacionamos con otras personas. Esto del control excesivo sobre nosotras, que se suele minimizar y se suele confundir, porque históricamente nos han dicho que si nos controlan de esa forma es porque nos quieren. Esta cosa de que el celo es amor y si no te celan tenés que preocuparte porque no te estarían queriendo lo suficiente. Hay que empezar a romper estas estructuras porque muchas mujeres las incorporamos en algún momento de nuestra vida, como algo necesario en una relación de pareja. Las relaciones tienen que darse en el marco del respeto, del consenso y del consentimiento. Esto es muy importante, porque es muy alarmante la cantidad de situaciones de abuso sexual en la pareja que existe por falta de consentimiento, porque se entiende que como son pareja, es lo que corresponde. Pero además de ser parejas, somos seres individuales que podemos decir que no o que sí. Entonces éstas son las alertas, el pensarse en esa situación, si lo que estamos haciendo, si lo estamos viviendo es lo que realmente queremos vivir. Y a partir de ahí hablarlo, nunca perder una red de contención, nunca perder la individualidad en esta red. Tener un espacio propio donde poder pensarse, donde poder hablar, donde poder canalizar y tener la mirada de otra persona que también esté atenta a esta situación. Y si nos pasa de tener alguna amiga, amigue, que está pasando por esta situación por más que nos cueste, porque muchas veces nos pasa que nos frustramos porque quienes estamos afuera de esa relación nos parece mucho más claro.
QNSTE: No es tan fácil salir de esa situación, ¿verdad?
V.A.: La frase, “Rajá de ahí hermana”, significa también, vos como hermana involucrarte en esa situación, porque la tenes que ayudar a salir y eso significa sostenerle la mano hasta que pueda salir de ese lugar y no va a salir cuando nosotras queramos que salga, va a salir cuando pueda hacerlo. Ésa es quizás la parte más compleja del acompañamiento, por eso la insistencia de que necesitamos realmente un Estado presente, que pueda darnos estas herramientas. Imaginate qué podríamos lograr si la persona que va a denunciar la violencia, se encuentra en ese momento con un gabinete interdisciplinario, con alguien que la asesore, que la acompañe emocionalmente y que le diga: «de acá te podes ir a este lugar, vos y tus hijes». Entonces las respuestas tienen que estar por parte del Estado. MuMaLa puede acompañar muchos de estos casos, pero la realidad es que la respuesta tiene que estar por parte del Estado y las condiciones para que las den están dadas.
QNSTE: Estamos en campaña electoral y pensando en las políticas públicas de género como prioridad, más allá de un Estado Nacional que de alguna manera viene trabajando, ¿qué crees que le falta al Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad?
V.A.: Acción. Acción y ejecución del presupuesto. Hoy tenemos un presupuesto sub ejecutado. Entonces hay que tomar la decisión y hacerla, y en algún momento hay que empezar. Me niego a pensar que si sos la Nación, no podés hacer ningún convenio con municipios, con el Ministerio de Justicia. O sea, tenés que poder abarcar la perspectiva en todas las áreas, no únicamente en el Ministerio de Mujeres. Lo que le falta es actuar, hasta ahora no hemos visto al Ministerio actuar.
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FOTO: TÉLAM