En diálogo con el programa «Tarde para Tirar la Toalla» de la Radio Tortuga 92.9, la ingeniera Forestal y educadora ambiental Natalia De Luca se refirió a las causas y las consecuencias de los incendios que en diez meses afectaron a 300 mil hectáreas en la Provincia de Córdoba. Y apeló a la biodiversidad como la llave para remediar el bosque nativo.
De Luca reconoció que «hay condiciones climáticas que favorecen que una chispita se convierta en un incendio tremendo», pero que el Poder Judicial debe investigar quién incendió esa chispa y quién está detrás de ese acto. En ese marco, apeló a prestar atención si en las tierras arrasadas por los incendios, se llevan adelante tareas de restauración ecológica o si «después de estos fuegos, aparecen loteos y autovías».
Asimismo, subrayó que «no hay una voluntad de que haya un plan bien coordinado desde lo local hasta lo nacional» en materia preventiva y que hace años se viene reclamando «Educación Ambiental Integral», que sea trasnversal para que se trabaje tanto en ámbitos formales como informales.
Esto implicaría además, formar a los operarios encargados del Ambiente en todas las escalas gubernamentales. Asimismo, apeló a que las leyes ambientales deben ser participativas: «Para que una norma se pueda aplicar, es necesario el compromiso de la gente que habita el territorio».
Respecto a medidas efectistas para recuperar el monte, que han irrumpido todavía con algunos incendios en las sierras que aún no han sido extinguidos, afirmó que hay que entender que «se va a recuperar más rápido si antes del fuego había un buen estado de conservación de ese ecosistema; si estaba degradado, le va a costar más».
Apelando a la paciencia y a la confianza en la biodiversidad como quien determine los tiempos de remediación, dijo: «No tenemos que pisotear, ni las personas ni los animales, no hay que entrar a sacar material vegetal quemado. Hay que esperar las lluvias, que van a empezar a cicatrizar. Y cuando terminen las lluvias, recién podemos hacer un diagnóstico y ver cuál es la biodiversidad que perdimos» para posteriormente elaborar una planificación acorde.
Precisó que hay que ver «qué especies aparecen y cuáles no» y explicó que «lo que hace que el ecosistema vuelva a funcionar, son las interacciones. Y para esto, tiene que haber biodiversidad».
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