Pablo Lobos, antes de su presentación en Villa Roma: «La función del artista es renovarse»

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En una noche de jazz, latín jazz y fusión, el cantautor y pianista Pablo Lobos se estará presentando el sábado 13 de marzo en Villa Roma a partir de las 21.30, con un formato trío que completarán Elio Anders en batería y Seba Lobos en bajo. Días antes, Pablo Lobos repasó su biografía artística en una entrevista con el programa #TTT «Tarde para Tirar la Toalla» de la Radio Tortuga 92.9.

“En la producción y en lo musical, soy una persona muy inquieta”, introdujo Lobos, dando cuenta de que con cada objetivo que alcanza artísticamente, inmediatamente empieza a trabajar en nuevos proyectos. “Creo en Dios, en la Virgen, en el Universo, en la Magia. Creo que venimos con una función a este mundo. Depende de nosotros llevarla adelante o no. Cuando las cosas no fluyen, es porque no tenés que ir por ahí. Es lo que yo creo. Encaro proyectos y cuando salen, si me quedo ahí, siento que estoy muy cómodo y que me tiro a la fácil”, completó, dando cuenta de la manera espiritual con que concibe conceptualmente a su carrera.

“Vengo de familia de músicos por el lado materno y por el lado paterno”, apuntó Pablo Lobos, al meterse a hurgar en su historia para hallar los orígenes de su amor por este arte. Recaló en sus primeros años y en una anécdota transmitida por sus mayores, que da cuenta de una guitarra de juguete a la que le colocaron cuerdas de guitarra criolla y con la que empezó a sentirse a gusto, descubriendo sonidos. A los 11 años, tras recibir de su madre las primeras nociones con el instrumento (“me pasó el Re Mayor, La Mayor y Mi Mayor” y “me enseñó la cueca ‘Los 60 granaderos’”), tuvo como primer maestro a Carlos “Bebe” Martínez, el histórico calesitero de la ciudad, que falleció en 2020.

Entrevista a Pablo Lobos, Parte 1

“Luché toda mi vida para vivir de lo que me gustaba. Me dediqué a la docencia de la música y a un proyecto personal”, sintetizó, reconociendo que tuvo sus altibajos. Por diez años dejó de mostrar sus canciones, tras una ingrata descalificación en un Pre Cosquín, junto a su banda que integraban también Oscar Salas, Santi Ortiz y Gastón Pose. “Era una banda que sonaba pulenta e innovadora. Tocábamos con piano fender y guitarra eléctrica con distorsión. Había hecho una zamba sobre los desaparecidos y la revalorización de la Patria. Justo la hice cuando salieron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Caíamos de remera, jean y zapatillas. El tradicionalismo y el argentinismo estaban muy al palo. Me descalificaron y eso me bajoneó mucho. Me sugirieron ir al festival de La Falda con mi música. Me pegó en el corazón porque al folklore lo llevé siempre muy adentro”, recordó en un repaso vertiginoso.

Pese a que nunca cesó en el estudio de la Música y la composición, por una década dejó los escenarios. En el camino, apareció la oportunidad de hacer jingles publicitarios. Se pudo comprar un teclado y un sequencer. Un amigo lo escuchó y le recomendó estudiar con el pianista Luis Levín. A través de recomendaciones, empezaría allí una nueva ventana en su biografía, cuando se le presentaron oportunidades para grabar arreglos y producir a otros artistas: “Viendo un día unos vídeos, me entero que Los Nocheros iban a hacer un casting para hacer una banda para una chica de Bolivia que querían producir, que se llamaba Gisela Santa Cruz. Entré como tecladista, empecé a mostrar mis arreglos y terminé produciendo uno de sus discos. De eso se enteró Levín en una de las clases a la que fui y me contó de un tipo que iba a producir a una chica, Laura Galli, para sacarla en MTV México. Y hacía falta que alguien le arreglara tres de los temas. Había que cobrar en dólares. Y apareció otro tipo y así empecé a trabajar para distintos artistas, arreglando temas”.

A los demos los grababa con su voz. Un día, escuchándolos, su esposa le sugirió que retomara los escenarios, ya que sabía cómo funcionaban los festivales y conocía a los productores. “Yo estaba bajoneado porque sentía que como artista no volvía a lo que quería, que era ser autor de lo que hacía. Así saqué un primer crédito y me puse a hacer folklore”, recuerda.

En 2015, Pablo Lobos grabó un disco doble al que llamó “De folclore y otras yerbas”, en el que se permitió interpretar composiciones propias y de otros autores, con numerosos invitados y un sonido personal. Allí, entre otras canciones, quedaría inmortalizada “Ciudad te canta mi alma”, con letra de su primer profesor Carlos “Bebe” Martínez; la canción que reconoce Pablo Lobos como su composición en la que más explícitamente se refiere a Alta Gracia.

Con la música folklórica, Pablo Lobos giró por todo el país, subiéndose a numerosos escenarios. Con el tiempo, descubrió que ya no le gustaba esa dinámica de terminar tocando a última hora y para gente que sólo quería bailar. En medio de esa disyuntiva, se empezó a gestar el siguiente (y más reciente) trabajo discográfico: “No solo piano”. En ese discurrir, hubo también una revelación: “Me fui dando cuenta que lo mío es una búsqueda eterna, que me quiero realizar artísticamente”.

Para escuchar «No Solo Piano» completo: https://www.youtube.com/playlist?list=PLTYDIFJ7wAqs1waLUWi6szpUa3d7t6VSz

Actualmente, se haya tocando en formato trío junto a Elio Anders en batería y a su hijo Seba Lobos en bajo, con canciones nuevas que esta temporada han podido interpretar en vivo y que están empezando a grabar. “Para mí, la música es para compartir. Y de esos momentos tiene que quedar algo”, afirmará en algún tramo de la entrevista, subrayando la importancia de dejar registro de lo que se produce. “Mi presente creativo está más en lo musical que en lo literario hace tiempo. Desde que falleció mi mamá, me cuesta escribir letras. Está aflorando la parte musical y armónica”, detalla, reconociendo como referentes en su búsqueda a actual a músicos de la talla de Miles Davis, Bill Evans, Kaith Jarrett, Chick Korea, Horacio Salgán, Adrián Iaies y Luis Salinas.

Concluye Pablo Lobos que “el artista debe sorprender”, que “la función del artista es renovarse” y que “si naciste con talento, podés hacer más”. Afirma con elocuencia que el techo de los artistas está “en las horas que te ponés todos los días con el instrumento”; para acabar afirmando, tajante: “Si querés tocar, escuchá música y estudiá”.

Entrevista a Pablo Lobos, Parte 2

Pablo Lobos se presentará el sábado 13 de marzo a las 21.30 en «Villa Roma», ubicado en Achával Rodríguez 374. Se pueden hacer reservas en las redes sociales del espacio y también del artista.

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