Se trata de la sexta edición de la movilización en la que diferentes organizaciones sociales y territoriales de Córdoba se movilizan para reclamar materiales escolares y mejoras edilicias en los establecimientos educativos.
«Fuimos como representantes del Valle de Paravachasca. De Alta Gracia fueron vecinos del Movimiento 1ro. de Mayo, de barrio Córdoba, de barrio Sabattini. También fueron vecinos de Los Molinos», estimo Lourdes Criado, delegada del Movimiento 1ro. de Mayo. Este miércoles cerca de 1500 personas se movilizaron en la capital provincial desde la Plaza de las Américas hasta el Ministerio de Desarrollo Social en el marco de lo que se conoce como la «Marcha por la digna educación».
«La marcha consistía en pedir educación digna para nuestros niños, por lo que exigimos al Estado que de lo que le corresponde a nuestros niños: modulos de útiles escolares, mochilas, zapatillas, guardapolvos», precisó Criado como algunas de las demandas y agregó: «También mejoras en cuanto a la estructura de los establecimientos, la inclusión de maestras integradoras o gabinetes para personas con discapacidad».
En la misma dirección, la convocatoria organizada por el Encuentro de Organizaciónes (EO) remarcaba la necesidad de «salarios y condiciones laborales dignas para los y las trabajadoras de la educación». Respecto a ello, el año pasado «el gobierno no convocó a paritarias en el segundo cuatrimestre cuando la inflación superó ampliamente el 25%. Así, incumplieron el acuerdo previamente firmado, y se descontó los días de paro a quienes dignamente protestaban por este motivo», agregaron en el comunicado.
Desde nuestra ciudad y de la localidad de Los Molinos se movilizaron cerca de 45 vecinos y vecinas. Además, los chicos y chicas de Murgándome la Nariz le pusieron color a la jornada.
«En nuestros espacios educativos barriales, ponemos mucho empeño en la alfabetización inicial y articulamos con las escuelas a las cuales concurren los niños y las niñas porque consideramos que una educación digna es una construcción que nos involucra a todas. Desde los barrios y villas de la Córdoba profunda, las organizaciones sociales construimos de forma autónoma, todos los días, proyectos de educación para nuestros niños y niñas. Pero no es suficiente», advierten desde el EO.
