En la primera de las dos jornadas de lucha por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la tarde del domingo 8 de marzo, una extensa, colorida y bulliciosa caravana se movilizó en Alta Gracia, demandando presupuesto para luchar contra la violencia de género, cupo laboral trans y el aborto legal, seguro y gratuito, entre otras exigencias en pos del cese de la desigualdad por razones de género.
De manera inusual, la marcha arrancó este año en la esquina de Sarmiento y Enrique Larreta, frente al monumento al indio. Entre las 18.30 y las 18.45 comenzó a avanzar una caravana de tres cuadras de mujeres, trans y personas no binaries que con coloridos carteles, maquillajes y vestuarios, hicieron sentir el Paro Internacional en Alta Gracia, como en el resto del mundo.
Sorprendió, a diferencia de los años anteriores, la cantidad de jóvenes y de personas trans y no binaries que participaron activamente en esta marcha que bordeó el Tajamar y bajó por la calle Belgrano, dio una vuelta a la Plaza Solares y culminó su recorrido en la explanada de la Estancia Jesuítica.
El grupo de danzas Troka intervino sucesivas veces durante la marcha, también hubo corridas (comunes en estas manifestaciones), bengalas de colores y el sonido y el movimiento de las candomberas del Valle de Paravachasca. Se emuló también la popular intervención del grupo chileno «Las Tesis», en el que se señala a todos los responsables de la violencia machista, con dos frases que resuenan con fuerza: «El violador eres tú» y «El Estado opresor es un macho violador».
Entre cánticos y pañuelazos, también se observó el minucioso accionar de boca en boca de las socorristas, cuya labor se centra en brindar acompañamiento a las mujeres y personas gestantes que se disponen a realizarse un aborto para que éste sea seguro y con una presencia contenedora.
El escenario
En la explanadada de la Estancia Jesuítica se leyó el extenso documento (leer completo aquí), en el que se gritó ¡presente! por las víctimas de femicidios del Valle de Paravachasca de los últimos años, Silvia Costamagna, Verónica Presón, Valeria Villarreal, Johana Altamirano, Ana Rosa Barrera, Deolinda Díaz, Silvia Maddalena y la más reciente, Aydeé Palavecino.
El documento hizo hincapié, por supuesto, en la demanda de aborto legal, seguro y gratuito que este año volverá al Congreso, de la mano de un nuevo proyecto. También se refirió a la feminización de la pobreza; al macabro índice de femicidios y travesticidios que enluta a nuestro país; se apuntó contra la «Justicia Patriarcal»; se demandó «educación sexual integral y obligatoria ya»; se exigió la implementación de la Interrupción Legal del Embarazo, haciendo hincapié en la frase «niñas no madres» con las que se cuestiona fuertemente a los Estados que desoyen reglamentaciones de hace un siglo y obligan a parir a niñas y adolescentes. También el texto habló de la inclusión laboral de las personas trans, de la necesidad de una comunicación diversa e igualitaria, denunció la violencia de género en las cárceles y comisarías, y exigió el cese de la persecución y la libertad a las presas políticas. «¡Ni una menos por la trata!» resonó fuertemente también y sobre el cierre, la demanda de separación de la Iglesia del Estado.
Artistas de la zona acompañaron el acto: Mery Paz con invitades, Silvina Fernández, Nube y las Cogollas Crew. También se leyó un poema de Susy Shock, la multiartista trans. Y en uno de los momentos más emotivos de la jornada, una niña se emocionó al pasar al frente a leer un texto en el que pedía «paren de matarnos». Una de las socorristas la asistió para que pudiera terminar de leer.
