En sendas movilizaciones enmarcadas en el «Paro Internacional de Mujeres Cis, Lesbianas, Bisexuales, Trans, Travestis y Personas No Binaries», el color, la música y las consignas coincidieron en los encendidos y emotivos reclamos por el cese de la violencia de género y los femicidios, por el reconocimiento igualitario del trabajo que realizan las personas, sin distinción de género, por una reforma judicial feminista y por igualdad de derechos y oportunidades para todo el colectivo LGBTTTIQA+.
Alrededor de las 18.15 dio inicio la marcha en Alta Gracia, que esta vez partió desde el «Mástil de la Diversidad», que está ubicado a la vera del canal Falucho, en la esquina de San Juan Bosco y Avenida del Libertador. Tras una primera intervención artística, la numerosa columna de una cuadra y media de mujeres y diversidades arribó a Avenida Belgrano.
Banderas de organizaciones como la CCC, MTL, Barrios de Pie y el Movimiento Evita se alternaban en el colorido enjambre humano con carteles manuscritos con conmovedoras inscripciones como «Agradezcan que pedimos Justicia y no Venganza»; «De camino a casa, quiero ser libre, no valiente»; «Feliz va a ser el día que no falte ninguna»; «Nos quitaron tanto, que acabaron quitándonos el miedo».

En cada esquina, la emoción brotó inevitablemente con el minuto de silencio y el grito de «presente» por cada víctima de femicidio y cada desaparecida de la región.
Hora y media después, las 1500 personas que nutrieron la marcha arribaron a la Plaza Solares y se instalaron en la explanada de la Estancia Jesuítica, donde se leyó un contundente documento con las demandas más urgentes hacia los gobiernos nacional, provincial y local; y hacia la sociedad toda.
La actividad concluyó con poesía, de la mano de Irene Cuevas, que incorporó la dimensión de las mujeres feministas con discapacidades; y la actuación de dos jóvenes cantantes locales.
Testimonios

Saira Asúa, referente de Barrios de Pie: «Nuestra marcha fue siempre muy emotiva y muy llena de color, pero todas son distintas y tienen su propia mística y energía. En ésta, con un abrazo reparador pudimos gritar por los derechos que nos faltan y festejar los derechos que tenemos conseguidos. Fue una marcha muy intensa, cargada de muchas luchas que venimos realizando hace muchos años, pero que esta vez se visualizaron más, como la de reforma judicial feminista, la inclusión laboral trans, la hormonización de las personas trans, los derechos del colectivo LGBTTTIQA+, el reconocimiento del rol de las promotoras comunitarias, las compañeras ecofeministas que dicen que ni la tierra ni las mujeres somos territorios de conquista. Fue muy importante el aporte de Irene Cuevas que nos trae con su voz el aporte de las mujeres feministas con discapacidad. Y también recordar que si bien el aborto es legal, hay que pelear para que ese derecho se cumpla y se garantice y no se violente a las compañeras; y retomar la discusión de la ESI (Educación Sexual Integral) y la salud sexual y (no) reproductiva. Todo eso estaba en los carteles que portaban las compañeras en la marcha. El 8 es esa mezcla movilizante de emociones en todas las plazas del país y del mundo».
Jules Groube, participante de Noviembre Diverso: «Estoy muy feliz por la convocatoria del 8M. Es un placder volver a encontrarse en la calle los diferentes feminismos, organizaciones y las luchas del Valle de Paravacahasca. Desde ‘Noviembre Diverso’ venimos trabajando hace un tiempo con la agenda cultural y nos sumamos por primera vez a esta marcha, incorporando las consignas de diversidad. Nos preguntamos dónde está Tehuel (De La Torre) y pedimos la absolución de ‘Higui’ (De Jesús). Nos pareció importante sumar a LC y Sura, altos talentos que tiene Alta Gracia. Y nos sorprendió la poesía de Irene Cuevas, muy emocionante y movilizadora; me parece que es un camino importante para tomar desde la inclusión y la diversidad».
Camilo Molas, referente del Frente de Igualdad del Movimiento Evita: «Estamos muy contentos por la convocatoria de la marcha, cada vez somos más personas en las calles y se amplía más la fecha para incluir a personas que no se identifican como mujeres pero que sus derechos son vulnerados cada día como travestis, trans y no binaries. Desde nuestra organización planteamos reclamos a nivel local; principalmente el acceso a la salud integral de las personas trans y la gestión de hormonas. No tenemos ningún médico o médica que nos atienda para la transición hormonal y para la medicación que la Nación garantiza de manera gratuita. Otra cuestión por la que estuvimos presentes es la adecuación de la Ley Nacional de Cupo Laboral Trans, que hemos sugerido con un proyecto de ordenanza para que el municipio y los entes privados puedan adecuarse. No hemos recibido respuesta favorable».
Susana Salas, docente y militante feminista: «Cada vez me entusiasma más la participación de todas las edades. Me entusiasma el compromiso que va más allá de la cantidad de personas. La marcha tuvo momentos muy emotivos con el grito de presente por las hermanas asesinadas. Hubo un mini recital profundamente comprometido en las voces de dos jovencitas que hicieron un rap precioso. Si bien la fecha conmemora un hecho trágico, hubo color y fuerza para seguir convocando a la población para que reflexione. Sabemos que el Estado es responsable de garantizar políticas que ampare a las víctimas de la violencia y la sociedad es responsable de luchar para que no nos sigan matando».
Anisacate también marchó

En Anisacate, la movilización arrancó en el Monumento a Mercedes Sosa y cruzó la Ruta 5 y tomó la colectora para culminar en el Rincón Criollo. Entre sikuris y candomberas, la marcha logró convocar a unas 200 mujeres y diversidades que apostaron por fortalecer este territorio en el marco del «Paro Internacional Feminista».
La artista plástica Valeria Volando, quien estuvo haciendo estampas de consignas en remeras en el marco de esta actividad, narró su experiencia: «Estuvo Zarpada. Es la segunda vez que se hace acá. Elegí marchar en este lugar, consolidando un grupete bastante numeroso de mujeres y compañeres marchando. Marchamos con banderas, carteles, la alegría, la música y la furia que demandan estos tiempos. Al final hubo un festival con mucha música y estuve estampando bocha de remeras. Estamos muy contentas. Se sintió fuerte. Estamos alegres de que se pueda marchar y podamos volver a encontrarnos. Hay mucha adrenalina contenida de estos tiempos de no poder salir a las calles».