El Noveno Encuentro de Cantautores deja atrás su segunda noche. Talento de origen uruguayo, chileno, bonaerense y cordobés, vistió la jornada con música de puño y letra, de historias e imaginaciones, de ritmo y armonía.
*Por Maca Masciotta.
Fue la noche en que Pablo Dacal, Agos Del Río, Papina de Palma, Beto Caletti y Nano Stern, en ese orden y cada uno con su magia, hicieron del patio de Hora Libre el universo indicado para exponerle al público los caminos que hicieron lo que son. Hombres, mujeres y niños se acomodaron a lo programado y atendieron la presentación de los invitados que, con descripciones poéticas, enmarcaron la música en el clima apropiado.
Aunque el pronóstico anunciaba lluvia, la suerte quizá dejó al cielo mostrar sus estrellas, y en el suelo a poco más de cien personas deleitarse con aventuras de viajeros, prematuros amoríos y despechos, extensos recorridos por un sueño: el de cantar sin un pero detrás. Cuatro horas de Encuentro entre Cantautores y Cantautores, entre un público de descubridores y conocedores.
El cierre de Nano Stern fue el broche que logró condensar en aplausos y sonrisas finales todo lo acontecido. Ya casi por salir y en un último mirar, muchos atinamos a llevar alguna porción de ese talento, sus discos fueron un buen souvenir, pero me animo a decir que lo mejor que dejaron anoche fue implantar las ganas de conocerlos un poco más.
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