La bajante histórica del río Anisacate está ocasionado la falta de agua en el suministro. Sin la presencia de lluvias próximas, el faltante preocupa tanto a las autoridades como a las organizaciones sociales. Mientras tanto, desde Cosag mantienen un esquema de cortes programados rotativos para morigerar el consumo. En una entrevista para Radio Tortuga 92.9, el presidente de Cosag, Ennio Mazzini, comentó que se encuentran trabajando en la implementación de medidores. Por otro lado, desde la Asamblea Paravachasca atribuyen la problemática de la falta de agua a distintos factores sociales y económicos que afectan la biodiversidad.
En diálogo con Radio Tortuga 92.9, el presidente de Cosag, Ennio Mazzini, destacó que la bajante del río Anisacate y la consecuente falta de agua, representan una situación “muy grave y sin precedentes”, al tiempo que destacó que se encuentran bajando constantemente a la toma de agua para “optimizar todo lo que podamos en el suministro de agua para la ciudad”.
Mazzini señaló que desde la cooperativa hace tiempo venían advirtiendo la bajante del caudal del río, pero que aún así tenían “algún tipo de expectativa con los pronósticos de lluvia”. Ante la escasez de lluvias y el corrimiento de los pronósticos, la situación en la bajante del río se agudizó llegando a niveles históricos: “Hemos ido tratando de optimizar la obra de captación nuestra, para lo cual hemos sumado una bomba que inyecta agua al acueducto que trae agua hacia Alta Gracia, pero así y todo es insuficiente, y como para empeorar aún más la situación venimos registrando dia a dia bajantes del río, el río tiene entre 5 y 7 centímetros menos de altura”, expresó.
Consultado por cómo puede afectar la prolongación de esta situación a futuro, Mazzini explicó que es muy difícil calcularlo: “Si mantuviéramos temperaturas por debajo de los 30º, tenés un tipo de consumo, ahora, si nos llega a tocar días superiores a los 40º el consumo se acrecienta muchísimo, el martes pasado que hicieron más de cuarenta grados se nos prendieron todas las luces de alarma, por eso es muy difícil calcularlo”.
Por el momento las autoridades llevan a cabo cortes rotativos en el suministro en diferentes barrios de la ciudad, según Mazzini esta medida por el momento “está funcionando” y continúan trabajando en un esquema de cortes con distintos cronogramas, sin embargo, estos cortes traen aparejados otros inconvenientes, ya que las cañerías de la ciudad no están preparadas para un funcionamiento de “cortar y abrir” constante, lo cual produjo “roturas en las cañerías de algunos sectores”.
Finalmente comentó que si bien “la implementación de los medidores es compleja, lo venimos tratando, pero esto por supuesto acelera los tiempos”.
Un golpe a la biodiversidad
Radio Tortuga 92.9 también habló con Diego Aranda, integrante de la Asamblea Paravachasca, quienes llevaron a cabo una reunión para discutir y posicionarse respecto a la crisis hídrica. Aranda comparte la preocupación de Mazzini al señalar “la bajantes histórica en la cual se encuentra el río Anisacate” y las consecuencias directas que ello implica.
Para Aranda el estado de situación del río no tiene que ver con una cuestión meramente ambiental, sino con una cuestión “social, económica, política y territorial”, en ese sentido destacó que “más de 80 mil habitantes tomamos agua de un solo río y ver el estado en el cual se encuentra implica que algunos se están quedando sin agua, y que algunos la están usando”.
“No tiene que ver sólo con la falta de lluvias, sino con causas más estructurales, esa es la gran preocupación de la Asamblea, y por lo que nos venimos reuniendo”, expresó, al tiempo que remarcó que los vecinos de la zona vienen sufriendo cortes en el suministro periódicamente, y que esta situación se profundiza: “Convocamos a una reunión organizativa con todos los vecinos del Valle de Paravachasca, para que nos juntemos a ver que vamos a hacer en víspera de este estado situación, pero también entendiendo que se aproxima el verano donde la concurrencia de personas en el Valle aumenta exponencialmente”.
Aranda a su vez señaló que si bien la falta de lluvias es una realidad, no es menos real preguntarse cuáles son las causas que originan esa falta de precipitaciones: “¿Cuáles son las causas de biodiversidad que hace que los tiempos en la falta de lluvia se prolonguen cada vez más? Esas son causas de biodiversidad, cuando decíamos que sin monte no hay agua nos referíamos a esto, la función que tienen los montes nativos son administrar el agua en épocas de lluvia e ir largando sabiamente a lo largo de todo el año cuando empieza a escasear, si no hay monte no va haber agua”.
Finalmente mencionó como causantes de este desequilibrio en la biodiversidad a los recurrentes incendios forestales, y “el exponencial desarrollo inmobiliario en el Valle de Paravachasca, sin ningún tipo de ordenamiento urbano territorial”. Sobre este último punto manifestó que el desarrollo inmobiliario viene acompañado de “una lógica de consumo a través de piletas de gran tamaño que se están llevando la mayor cantidad de agua”. Otro de los causantes lo ubican en la obra de la autovía que desde febrero del año pasado tiene obstruidos cuatro arroyos que son tributarios al caudal del río Anisacate, esto “sumado a que la obra hace dos años saca agua del río”.
