A través de la Resolución 3132/2024, publicada en el Boletín Oficial este martes 20 de agosto, el Ministerio de Salud de la Nación dispuso cambios en el Registro del Programa Nacional de Cannabis Medicinal (Reprocann). Si bien oficialmente aseguran que el objetivo es «fortalecer los controles y la transparencia», la Comunidad Cannábica Córdoba asegura que «los lobbys interesados en los negocios del cannabis y el cáñamo han dejado su letra claramente» para «evitar el exceso de producción que atenta contra la cadena comercial legal de los derivados medicinales de cannabis».
En rigor, el Ministerio impuso nuevos requisitos para cultivadores solidarios y ONGs que deseen inscribirse al Reprocann, presuntamente para «recuperar el espíritu inicial del Programa, contenido en la ley 27.350».
Entre los puntos más sobresalientes de la medida, está la limitación a dos personas para inscribirse al registro; que las ONGs deberán estar registradas y habilitadas ante el organismo de inscripción y fiscalización que corresponda a cada jurisdicción; que como parte de su objeto social se encuentre el fin sanitario y la investigación del uso medicinal de la planta de cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales; y que los miembros de la comisión directiva de las ONG no tengan antecedentes penales.
Además, establece como requisito excluyente para solicitar la inscripción en el Reprocann contar con indicación médica para uso de cannabis y sus derivados por parte de un profesional médico que se encuentre registrado en la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS) y contar con una Diplomatura o Maestría sobre el uso medicinal de la Planta del Cannabis Medicinal.
El Ministerio adelantó que tras la imposición de estas modificaciones se convocará al Consejo Consultivo, dispuesto por la Ley, para trabajar de manera conjunta en su cumplimiento; y que creará un Registro en cada jurisdicción.
Desde la Comunidad Cannábica Córdoba (CCC) publicaron un texto crítico con estas modificaciones, al que titularon «La Libertad Avanza sobre nuestros derechos» que, en principio, asegura que «lamentablemente las leyes de cannabis no fueron correctamente reglamentadas».
A continuación, denunció que en esta etapa de «correcciones» de los requisitos para sumarse al Reprocann, «no fueron escuchadas» o se ignoraron los reclamos de las organizaciones que integran el Consejo Asesor.
Además, denuncia que «el exponencial crecimiento de la demanda de legalidad por parte de los cultivadores individuales, solidarios y ONG se tomaron como modelos de narcomenudeo por parte de estas autoritarias autoridades de La Libertad Avanza» y que «los lobbys interesados en los negocios del cannabis y el cáñamo han dejado su letra claramente» para «evitar el exceso de producción que atenta contra la cadena comercial legal de los derivados medicinales de cannabis».
Concluye la CCC con una reflexión contundente: «Claramente nos impulsan nuevamente a la clandestinidad de la que queríamos salir para que la actividad avanzara en la legalidad. Seguiremos los acontecimientos. Cultivo y resistencia».
