Rodrigo Martínez finalizó tercero en la última elección pero no le alcanzó para mantener la banca del Socialismo. A un año de los comicios locales, analizó los motivos por los que el espacio no se logró mantener dentro del poder legislativo, se mostró crítico respecto al gobierno de Cambiemos pero no cierra las puertas al Pro en el ámbito local ni al radicalismo, espacio al que considera que su partido llevó a cabo una alianza que definió como positiva.
¿Cómo vez los próximos tres años de gobierno de Facundo Torres?
El panorama será complicado. Desde la gestión anterior se incremento la deuda del municipio y la situación no mejoró, de hecho se pidieron dos veces cuotas de adelanto de coparticipación. Creo que debería encararlo desde el dialogo y desde lo mas amplio, algo que prometió y no cumplió. Que se generen espacios de construcción y planificación en conjunto. Hay problemáticas que no se atienden como la cuestión de género.
«El gobierno actual está más preocupado por la foto, la imagen o el marketing, que por solucionar problemas de vecinos»
El principal problema tiene que ver con los servicios públicos. Propusimos y aprobamos un plan para que todos los barrios tuviera cloacas y agua, pasó el tiempo y no se hizo ni una inversión en ese aspecto. En Parque San Juan, La Perla o Virrey esas redes no existen.
Vuelta al bipartidismo
¿Por qué el socialismo no mantuvo la banca?
La situación mas importante fue la gran oferta de candidatos que disminuye las posibilidades de cualquier tercera fuerza. Hay dos grandes fuerzas y una de cuatro personas no las votó, pero jugó en contra la cantidad de fuerzas que hubo.
¿Cómo se perfilaba el Socialismo antes de la última elección y cómo lo hace ahora?
Nuestra intención siempre fue gobernar, como la de cualquier partido que se constituye. Creíamos que era, sobre todo por un trabajo de cuatro años, primero desde la oposición y después de una manera más cercana entre los dos bloques minoritarios (radicalismo y socialismo) que fue un trabajo positivo y muy auspicioso y muy coherente en las posiciones que teníamos, creímos que podía ser factible generar un espacio y ofrecer algo distinto a lo que se venía ofreciendo históricamente en la ciudad, sobre todo para poder desde el gobierno, el Socialismo plantear su proyecto e ideas.
Lamentablemente esa alternativa no se pudo terminar de conformar, pero seguiremos insistiendo en la generación de un espacio electoral y político lo más amplio que se pueda donde se esté incluida la mayor cantidad de voces posibles coincidentes en un programa o proyecto de gobierno. Nunca nos interesó algo individual o personal, sino buscando un proyecto de ciudad, inclusivo.
Armando alianzas para gobernar
Tras el acercamiento con el Movimiento ADN de Tomás Méndez, ¿pueden coexistir en un espacio con el radicalismo?
Tenemos muchas coincidencias con el espacio ADN y valoramos lo que viene haciendo. Eso no impide construir con otros. Siempre que podamos coincidir, es más fácil que ver en lo que no estamos de acuerdo. De acá a tres años pueden suceder muchas cosas. Nos interesa empezar a conocernos en lo inmediato. Con el radicalismo venimos con un proceso de trabajo continuo.Queremos crear un espacio distinto, que no sea netamente electoral. Tanto el radicalismo como el peronismo son dos actores que no se pueden desconocer y nuestra experiencia fue positiva.
¿Qué análisis hace de Cambiemos en el Gobierno nacional?
Es muy negativo, nos parece que se dirige a la concentración de la riqueza, a tratar de reducir los derechos de los trabajadores y sectores más vulnerables, un gobierno que busca el privilegio de los poderosos y por eso no acompañamos a grandes rasgos las medidas de este gobierno. Fue un retroceso en general para el país.
¿Compartiría un espacio de trabajo con el Pro a nivel local?
Si su intención es bajar la línea de Cambiemos a nivel nacional, no acompañaremos esa posibilidad. Ahora, si la intención es tener otra forma de construcción, más amplia y que incluya a otros sectores, habrá al menos una posibilidad de trabajar con ellos.
¿Cómo se ve Rodrigo Martínez de acá a unos años?
Las ganas de representar a este sector social están, quisiera seguir aportando, pero dependerá de distintas circunstancias. Estoy a disposición de mis compañeros para representarlos.
Trabajo y hábitat social
A nivel local, ¿cómo analiza la postura del Municipio respecto a la temática del trabajo?
En el contexto nacional, vemos una realidad muy dura para las clases media y baja. Nosotros lo vemos en Alta Gracia con la parte automotriz que quedan despedidos o cesanteados. La situación marco es muy grave para el trabajador y la familia y el Municipio no toma soluciones ni alternativas para paliar esta situación. Hace casi dos años Torres planteó que iba a crear 400 puestos de trabajo y hoy el Parque Pyme está casi abandonado. Hay mucha gente que trabaja en lo informal y el municipio debería fortalecerlos para después ampliarlos.
¿El Super Mami podría ser una solución?
Nosotros lo vemos como favorable al emprendimiento, siempre que esté dentro de las normas. Nos parece que es importante que se cumpla la ley y se respeten todas las vías institucionales. Se crea falsas expectativas si no se hace de manera seria, si no se cumple como con lo de los 400 puestos de trabajo, donde se ilusionó a mucha gente.
Respecto al hábitat social, ¿cómo cree que encaró el Municipio su problemática?
Las dos experiencias de hábitat social, como el caso del 8 de agosto o Parque San Juan, en lugar de encontrar aliados en Estado encontraron obstáculos. Más allá de las ordenanzas que acompañamos, me parece lamentable el accionar del Municipio porque se puede generar vivienda y otra cultura para los vecinos. El ejemplo de cómo trato este tema, tiene que ver con ordenanzas de expropiación porque buscan a un problema social una solución individual, cuando en realidad se debería avanzar en creación de un Consejo de hábitat o social que permitan que estas expresiones se puedan reunir.
¿Ve algún contraste en cuanto a la permisividad con la que cuentan otros loteos?
Después de la aprobación de Tres Gracias logramos que no haya mas aprobaciones por excepción, pero antes de cambiarlo debemos ver con todos los sectores sociales qué ciudad queremos.