Vecinos y vecinas del Valle de Paravachasca, que se encontraron semanas atrás combatiendo los incendios que acecharon las sierras, se vienen reuniendo para coordinar la creación de un equipo comunitario regional que permita ayudar a prevenir y enfrentar catástrofes, recuperar el ecosistema dañado e intervenir ante las autoridades.
Se trata de profesores, artesanos, periodistas, trabajadores sociales, agrónomos, biólogos, albañiles, maestros, cocineros, músicos de Alta Gracia, Anisacate, el Valle de Anisacate, La Bolsa, Los Aromos, La Paisanita, La Serranita y La Rancherita, que advierten que hace falta una coordinación intercomunal, a través de un cuerpo regional de Defensa Civil o algún instrumento similar.
Proponen que se habiliten bocas de incendio señalizadas en todos los barrios; que cada grupo de familias cuente con por lo menos una mochila de agua; y que se capacite a la comunidad para saber cómo desempeñarse ante la presencia de incendios y crecidas de los ríos. Consideran también que el abordaje participativo de estas inquietudes, permite que se fortalezca el vínculo entre las comunidades.
ASAMBLEAS
El sábado 21 de septiembre, el ventoso comienzo de la primavera encontró a unas 30 personas en el Espacio para la Memoria de Villa La Bolsa, en la segunda asamblea de este grupo inter convocado, en el marco de una nueva Feria de Productores de Alimentos y Agricultura Familiar.
En ronda, los presentes compartieron ideas y propuestas: anexar a las boletas de agua y luz, recomendaciones para actuar en caso de incendio; realizar charlas en las escuelas; organizar eventos culturales que permitan llegar a los vecinos con estas recomendaciones; forestar los barrios con especies nativas; coordinar charla de capacitación con bomberos de la zona; conseguir mochilas extintoras; y denunciar irregularidades a las autoridades.
ACCIÓN DIRECTA
El corolario de esta reunión, ya avanzada la siesta de sábado, se dio con un taller abierto de siembra de especies nativas, a cargo de un trabajador de la Reserva Natural de La Rancherita, con el aporte vecinal de tierra, abono, semillas, botellas plásticas y herramientas.
Acto seguido, la bióloga Mercedes Mascó, que había participado de este taller, compartió una clase ilustrada, con imágenes que permitieron reconocer árboles, arbustos y plantas nativas de las serranías. De esa manera, Mascó subrayó la importancia de apostar por estas especies para recuperar el monte nativo perdido.
La semana previa, había comenzado un vivero de autóctonas en una casa particular de Valle de Anisacate y el miércoles 25 de septiembre, se hizo lo propio en el espacio cultural La Ranchada del barrio Los Chañaritos de Anisacate, en una tarea que se seguirá propagando. Ya se está programando, además, la proyección del documental Manada Humana, con la presencia de su realizadora o de bomberos de Villa Rumipal y Villa del Dique, y capacitaciones con bomberos voluntarios del Departamento Santa María.
TEXTO PUBLICADO ORIGINALMENTE EN PAPEL TORTUGA #100
FOTOS: GENTILEZA LUCÍA ÁLVAREZ
