El viernes 2 de agosto, la murga “Los Peques del Saba”, de la organización territorial OLP, denunció que había sufrido el robo de sus instrumentos. Al día siguiente, lograron recuperarlos tras infructuosa búsqueda y en base a la solidaridad de muchos vecinos. En esta nota, diariotortuga.com cuenta de qué se trata esta propuesta de recreación comunitaria de la que participan jóvenes de diversos barrios.
La OLP (Organizaciones Libres del Pueblo) es una organización nacional que viene trabajando hace unos años con merenderos y proyectos productivos barriales en Sabattini Anexo y Lalahenes en Alta Gracia, y también en Pozo del Tala y en Villa del Prado. Cuenta con unidades productivas textiles y de panadería, talleres de feminismo popular, huertas comunitarias y merenderos, con los que proponen de manera comunitaria brindar alternativas inmediatas y a largo plazo para numerosas familias.
“La murga surgió hace un mes por una demanda de los pibes, porque son muchos los compañeros que saben rapear o tocar instrumentos y hacer música”, explica Yamila, integrante de la OLP, quien destaca que la propuesta contiene “a grandes y chicos”.
Yamila le cuenta a diariotortuga.com que los sorprendió el viernes el robo de los instrumentos desde el auto en el que debían trasladarlos, mas celebra que merced a las redes solidarias, se pudieron recuperar pacíficamente al otro día. “Lo más importante es que tenemos nuevamente los instrumentos para llevar a cabo el proyecto”, destaca.
Actualmente, son 15 los jóvenes que participan del proyecto de murga que, si bien nació en el merendero “Los Peques del Saba” y de allí tomó su nombre y consiguió los primeros instrumentos, viene creciendo con la incorporación de nuevos integrantes de Lalahenes y Pozo del Tala.
Actualmente, la murga no cuenta con un espacio físico propio para ensayar. “Va rotando y una compañera guarda los instrumentos. Se suele juntar en la rotonda de barrio Sabattini o en el merendero Los Algarrobitos de Lalahenes”, detalla Yamila, quien adelanta que “la idea es armar un equipo e ir por los barrios, invitando a más gente a sumarse”; y que se integre como un nuevo espacio de participación y recreación de la OLP. “Unos cantan, otros bailan, tocan instrumentos, rapean; alguno tira una idea y el resto la va completando; así funciona”, concluye Yamila.
IMAGEN ILUSTRATIVA: OLP CÓRDOBA