Con amenaza de lluvia permanente, una multitud marchó por la Memoria en Alta Gracia

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Cerca de las 18 de este viernes 24 de marzo, la tradicional movilización por el Día Nacional de la Memoria, Verdad y Justicia partió desde el Reloj Público por la Avenida Belgrano. Bajo un cielo gris amenazante, el punto de llegada de este año fue la Escuela Normal Superior de Alta Gracia (ENSAG), donde se desarrolló el acto de cierre.

Nutrida de jóvenes, familias con niñas y niños, organizaciones sociales y partidos políticos, la marcha convocada por el Colectivo Paravachasca por la Memoria se encolumnó colorida y bulliciosa, compacta, bajo un cargado cielo gris que se desplomó recién cuando llegó la multitud a la escuela.

Cada organización se movilizaba con sus banderas y sus pancartas, cuidadosamente elaboradas, que se mezclaban en el jardín de gente con carteles elaborados a mano por vecinas y vecinos que expresaban diversas consignas, entre tradicionales y novedosas: «Memoria, Verdad Justicia»; «Plantemos Memoria»; «Ni olvido ni perdón»; «Somos herederos de sus sueños».

Encabezaba la concentración la barredora del Colectivo Paravachasca por la Memoria, con los rostros de las y los desaparecidos del Valle (Carlos y Alicia D’Ambra, Hugo Pavón, Luis Carnevale, Elba Rosa Navarro Iriarte, Carlos Castagna, Viviana Real Meiners y Lucio Altamirano) y los históricos luchadores «Emi» y «Charo» D’Ambra; una batucada de la organización y el activo megáfono de cada año, disparando consignas y gritando «Presente» en cada esquina.

Al ritmo de la canción «Muchachos», que alentó a La Scaloneta en el Mundial de fútbol, una de las canciones que innovó el repertorio de la marcha y suscitó el interés de los presentes, decía entre su letra: «En Alta Gracia nací, en la gran tierra del Che y de los hermanos D’Ambra, que jamás olvidaré. Porque no se terminó, salimos un año más, con los puños bien altos, agitando Nunca Más».

En un recorrido alternativo al habitual, la movilización bajó por Avenida del Libertador y tomó por José Hernández hasta terminar en el ENSAG, donde el documento único elaborado colectivamente por la organización convocante y un festival con jóvenes artistas de la región coronó la marcha que se ha instituido en la agenda local como un escenario de resistencias.

El texto leído desde el escenario del auditorio escolar conmovió a los presentes. «A 47 años del golpe genocida, esta siembra amorosa de los organismos de Derechos Humanos, la militancia y ciudadanía democrática sigue germinando en cada uno de nosotros y nosotras (…) en los proceso de justicia por crímenes de lesa humanidad que desde hace más de una década se llevan a cabo en todo el país (…) en la propagación de la lucha, que en las nuevas generaciones y con una fuerza incontenible, incorpora a la demanda por la plena vigencia de los Derechos Humanos, las agendas ambientales, de los pueblos originarios, culturales, de género y en contra del gatillo fácil y la violenca institucional».

Asimismo, el documento se refirió a la defensa irrestricta del sistema democrático en este año en el que se cumplen cuatro décadas ininterrumpidas desde su recuperación y a la necesidad de una «Justicia representativa y federal»: «A 40 años de democracia tenemos un Poder Judicial desacreditado socialmente, que se enquista en sus privilegios de modo medieval, a espaldas de las necesidades populares, garantizando impunidades y favoreciendo a los poderes concentrados y las posiciones más retrógradas».

FOTOS: QUIMEY BAREIRO

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