Este viernes 8 de marzo, el intendente Marcos Torres reunió a comisarios retirados de la Policía y Gendarmería Nacional, y a personal activo de Defensa Civil y Bomberos, en el marco de la nueva estrategia de abordaje de las problemáticas vinculadas a la inseguridad. En el encuentro se avanzó en la propuesta de control de accesos a la ciudad mediante retenes, que anunció Torres en su discurso del 1° de marzo.
Según se informó oficialmente, el Intendente convocó a estos funcionarios de diversas fuerzas para invitarlos a sumarse a los equipos municipales, «para que, a través de su formación y experiencia previa, puedan colaborar con el diseño de los operativos, tareas de capacitación y selección del personal, entre otros».
De la reunión participaron, también, el viceintendente Jorge De Nápoli y la secretaria de Gobierno, Cristina Roca.
El control de accesos a la ciudad mediante retenes que se pretende implementar responde, según hizo conocer Marcos Torres, a que «más del 80% de los hechos delictivos que se producen en la localidad son perpetrados por personas que provienen de otras ciudades«.
«Estos controles se realizarán de manera simultánea de lunes a lunes«, adelantaron desde la Municipalidad, en línea con lo que había mencionado Torres en el discurso de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
La propuesta de seguridad local prevé también duplicar el personal para patrullajes de la Guardia Urbana y Defensa Civil, que cubrirán tanto el casco céntrico y comercial, como los barrios.
El mapa local sería dividido en cuadrantes para organizar los patrullajes, bajo la supervisión de un coordinador que sería un comisario retirado. Se calcula que cada área contará aproximadamente 50 agentes en la Guardia Urbana, incorporando a las áreas ya existentes de Defensa Civil y de Seguridad Ciudadana.
