Entrevistada por el programa #TTT «Tarde para Tirar la Toalla» de la Radio Tortuga 92.9, Mery Paz repasó su descubrimiento como cantautora, entre las provincias de Santa Fe y Córdoba. Además, brindó detalles de su flamante álbum «Espiral», publicado en tiempos de pandemia, y su continuador, «Intrépida», que podría ver la luz a fines de 2021.
Mery Paz nació en San Lorenzo, en el sur de la Provincia de Santa Fe; y se crió en Fray Luis Beltrán, “una ciudad muy chiquitita con alma de pueblo”, que forma parte también del cordón industrial del Gran Rosario, a la vera del Río Paraná. En una familia abierta al arte, entre el chamamé, el rasguido doble, y escuchando la radio, de niña bailó folklore. Muy pequeña también recuerda haber conformado su primera banda, con amigos del barrio. “Usábamos los potes de helado para hacer la batería, porque mi mamá tenía heladería; y hacíamos los platillos con tapas de latas de membrillo”, recuerda y liga esa anécdota con su devenir artístico: “De muy pequeña ya estaba conectada con ese mundillo”.
En la adolescencia, empezó a desarrollar su propio gusto, mientras a su lado su hermano tocaba la batería en una banda de heavy metal, su hermana escuchaba rock internacional y su mamá, cumbia santafesina. “Empecé a escuchar mucha música y a comprarme discos”, recuerda y a los 16 años, se volvió a vincular con el arte a través del ensamble de comedias musicales de jóvenes en el Teatro El Círculo de Rosario.
A los 19 llegó a la Provincia de Córdoba, donde se encontró con el bajo eléctrico, “algo que desde muy pequeña me había llamado mucho la atención”. Allí empezó una nueva etapa, con bandas, escenarios y ensayos. Actualmente vive en Los Aromos y proyecta su hogar en La Marianita, Anisacate.
RADIO TORTUGA (RT): ¿Por qué viniste a Córdoba, teniendo Rosario tan cerca?
MERY PAZ (MP): Ni bien terminé la escuela secundaria, estuve un año en Rosario. Sin embargo, tenía mucha gente conocida en Córdoba y empecé a venir seguido; y me gustó muchísimo la idea de que a 20 minutos de la ciudad, estabas en las sierras. Ya en ese momento me atrapó el río y la naturaleza tan hermosa de Córdoba. Entonces elegí venirme.
En principio vivió en la capital cordobesa y se sintió muy atrapada por la vida cultural: “Estuve viviendo en el centro, cerca del Cine Club Municipal, del Cine Córdoba y de (barrio) Güemes”. Mery Paz no tenía pensado forjar su vida en la Provincia, pero poco a poco se fue afincando: “Ahora que hace cinco años que estoy acá en el Valle (de Paravachasca), estoy más asentada. Ya no cabe dudas de que Córdoba es el hogar. En este momento estoy armando una chocita en La Marianita (Anisacate) para venirnos a vivir en algún momento, pero hace rato que estoy viviendo en Los Aromos”.
RT: La fase cantautoril ¿se fue forjando o estaba ahí, en tu búsqueda?
MP: Es algo muy nuevo. Realmente nunca estuvo dentro de mis objetivos cuando empecé a encontrarme dentro de la música. Participé de bandas de diversos estilos como bajista, corista, pero no me imaginaba la idea de estar frente al micrófono como voz principal. Siempre compuse, desde muy chiquita me gustó escribir; la formación musical me permitió empezar a escribir canciones, melodías, ritmos. Pero (la fase cantautoril) fue algo que se fue dando naturalmente; hace apenas cinco años que comencé este proyecto más solista, siempre con la banda apoyando, sumando y aportando con mucho compromiso.
RT: El mayor descubrimiento entonces, ¿no está en componer canciones sino en este protagonismo que significa ponerte en primer plano?
MP: Totalmente. Es algo que surge de la militancia feminista, de empezar a descubrir esto de subirse al escenario. Por lo general no había ningún tipo de protagonismo de mi parte con las bandas. Era bien pasiva, siempre estaba detrás. De repente me empecé a encontrar con la necesidad de decir cosas, entonces fue que me animé y me empoderé para estar ahí al frente y decir lo que pensaba. Un poco tuvo que ver con ese impulso, enfrentarme a eso y compartir las canciones.
RT: ¿Recordás cuándo y cómo fue esa primera vez que saliste como cantante principal?
MP: Lo tengo presente. Ya venía compartiendo las canciones en rondas y fogones. Sin embargo, donde más comencé a habitar el escenario de esta manera fue en encuentros sociales. Específicamente, el día que presenté las canciones con banda fue en un festival de la Biblioteca Popular La Urdimbre de Los Aromos, que realizamos en el SUM (Salón de Usos Múltiples) de La Bolsa.
RT: ¿Cómo fue la experiencia desde lo emocional, desde lo físico? ¿Era lo que esperabas?
MP: Muy movilizante. No sé si una se termina de armar para enfrentarse a la mirada y a la escucha. Tuve muchos nervios en aquel primer momento. Recuerdo muchísimas anécdotas de gente que me decía “qué hermoso y armonioso”. Y yo sentía que había un volcán explotando adentro mío. Empecé a entender también el peso que eso puede o no tener, dependiendo de cómo una se encuentre anímicamente, y empecé a confiar en que quería hacerlo y compartirlo.
RT: ¿El disco “Espiral” se empezó a forjar como tal o te lo encontraste a partir de las canciones?
MP: No había idea de disco, sólo de compartir las canciones. Fueron surgiendo arreglos, varios instrumentistas pasaron y dejaron sus aportes para que fueran tomando forma. Y hace dos años, tomé la decisión de dejar este registro, sacarlo y que esté la posibilidad de mostrar las canciones. Fue un trabajo muy arduo, porque primero vino la selección de canciones. Quedaron otras tantas que quedaron a la espera, que ya se verá si forman parte de algún otro trabajo discográfico o no. En esta primera selección, fue todo un tema ver canción por canción, cuál iba a estar y por qué; cuál iba a ser el hilo conductor y de qué manera.
RT: ¿Cómo lo trabajaste, en cuestión técnica? ¿Qué fuiste haciendo vos y qué fuiste delegando en otras personas?
MP: Fue un trabajo casi cien por ciento autogestivo. Federico Westergaard, de Alta Gracia, que tiene un estudio hermoso y es una persona maravillosa, me acompañó de una manera muy cálida en todo ese proceso de un año de grabación, mezcla y máster. En principio, la preproducción fue mucho de hablar con amigues que ya tienen sus trabajos discográficos y preguntar, ir con la bitácora, tomar nota. Sin embargo, hubo un montón de errores y cosas que hubiera hecho distinto; pero así se va aprendiendo. Primero fue preparar las canciones con la banda estable y la escritura de arreglos; mucho ensayo e ir pensando en la participación de artistas, a quienes les pasé las canciones para que se las fueran apropiando. Fue algo hermoso en cuanto a lo vincular, me sentí siempre muy contenida, que es indispensable en un trabajo como éste. Finalmente fue escucharlo en distintos dispositivos, muchas horas de estar sentada. Me lo tomé bastante relajada. En algún momento me apuraban mis propios tiempos, pero la situación inédita de cuarentena y pandemia, me hizo encontrarme en otro lugar y bajar un cambio.
RT: ¿Cómo podrías definir tu búsqueda musical?
MP: Esta selección es muy orgánica. Participan flauta traversa, percusión, batería, contrabajo, muchas voces. Un poco la intención de esta selección es de tipo folklórico latinoamericano. El hilo conductor es generar un recorrido por distintos ritmos de Latinoamérica; así que hay aires de festejo, candombe, cueca chilena, joropo, chacareras, chamamé. Mucha fusión. Los arreglos responden al género de canción de autora. Hay tímbricas súper orgánicas, ambientes más densos.
RT: ¿Qué tenés ganas de que ocurra con este trabajo?
MP: En principio estoy muy feliz de que esté tocando algunas almas, a partir de las devoluciones preciosas que me hacen llegar día a día. Estoy muy ansiosa de que ocurra en algún momento la presentación oficial en persona del disco. Que está pensada y me gustaría que se lleve a cabo con todas las personas que participaron.
Cuenta Mery Paz que desde que en octubre subió las canciones de “Espiral” a las plataformas digitales, pudo relajarse un poco y bajar su ansiedad. En estos días está retomando la tarea de difusión para que el material se expanda lo máximo posible y que le sirva a alguna persona alguna canción en algún momento. “Ahí está el propósito de este disco”, sentencia.
RT: ¿Estás metida en algo nuevo?
MP: Claro que sí. Algo que tiene hasta nombre y todo: “Intrépida”. Está ideado como un EP, cuya producción iniciaremos pronto. Vengo trabajando esas canciones con la loopera, sola en casa. Loopeando voces, el bajo, la guitarra, disparando algunos ritmos con la compu. Estoy en esa búsqueda. Hay algunas canciones que han salido durante este año, la mayoría son muy nuevitas y definen un poco dónde estoy ahora. Porque la música va mostrando toda esta transformación con nosotros como personas. “Espiral” ha sido muy autobiográfico, las letras muestran un poco mi vida en Córdoba. Esto va un poco más en profundidad, más ligado con la militancia social y las letras son bastante más crudas.
RT: Si bien planificar es un salto al vacío en este contexto, ¿le ponés algún tipo de fecha a esto nuevo?
MP: Para fines de 2021 se podrá escuchar en vivo algo de “Intrépida”. Me voy a tomar este comienzo de año para seguir compartiendo “Espiral”, mechando con canciones nuevas.
A continuación, el audio de la entrevista completa:
FOTO: EDUARDO FISICARO