Tres años de Papel Tortuga: Yendo de la calle al living

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Papel Tortuga surge del trabajo de una cooperativa más grande que la Fábrica de Ideas. Empieza en vecinos y vecinas que, individualmente y organizados, acercan un dato, una propuesta, una crítica, una idea. Después de un proceso apasionado, colectivo y adrenalínico, ese guiño primigenio aparece publicado.

Haciendo el Papel-3 

1. SE ARMA EL MONO. Formalmente, habría que situar el arranque del proceso productivo, en la reunión editorial de viernes. Tras un jueves para descansar, el equipo periodístico define colectivamente los contenidos básicos que poblarán cada sección, cada página. Así se arma el “mono”, ese diagrama que anticipa con números y palabras, cuánto espacio de cada página se dispensa para cada información.

El / la periodista, individualmente, anota en un cuadernito o en el celular o en la compu o en la misma memoria, con asteriscos y flechitas, números de teléfono, apellidos, nombres, apodos, palabras clave que se van tachando, conforme se van abordando. En las redes sociales, uno avisa que se lleva la máquina de fotos. Otro pregunta dónde hay un grabador y otro avisa que le llegó un comentario que puede ser un dato que quizás deba tener un lugar en el Papel Tortuga. Y entonces el “mono” se empieza a modificar.

 

2. MÉTODOS Y FORMAS. Cada periodista tiene su método y cada nota tiene sus formas. Una cita convenida, rec en el grabador, unas fotos. Análisis de papeles, fotos, documentos, diarios viejos, notas en internet. Preguntas, preguntas, preguntas. El siempre largo e íntimo proceso de desgrabar: transcripción del oral al escrito, corrección de los vicios del habla.

Si algo saben los redactores de Papel Tortuga, es que la selección musical que acompañe la escritura es fundamental. Por eso, en el recuadro de los créditos institucionales de cada ejemplar, los intérpretes que motivaron las palabras, aparecen escrachados.

 

3. REBELIÓN EN LA REDACCIÓN. A partir del lunes, los compañeros de Papel Tortuga se empiezan a reencontrar en el ámbito laboral. La redacción es ese lugar al que empiezan a arribar, desde la mañana, uno tras otro los periodistas y los fotógrafos, para pasar sus notas, desgrabar, bajar las imágenes, editar. Allí aparece un nuevo personaje: el (o los) diseñador(es), encargado de la poco amable tarea de acomodar todas las noticias en 20 páginas. Pared de por medio con la radio, en la redacción de Papel Tortuga, el mono definido el viernes empieza a ser despedazado por las novedades, las primicias, los últimos momentos.

 

4. DÍAS DE MIÉRCOLES. Los “días de cierre” son jornadas larguísimas que arrancan temprano en la mañana y se cierran con la confirmación de la imprenta, de que el Papel Tortuga ya está pasando por sus máquinas. Este último día es un enorme signo de preguntas. Algunas semanas, relajado, previsible, ordenado. Las más de las veces, caótico, con llamados y contrallamados, corridas, salidas imprevistas.

Con los criollos de la mañana, el almuerzo colectivo, la merienda, la redacción se vuelve una casa de familia. De a ratos, los ánimos son jocosos y entusiastas; de a ratos, hoscos, tensos. Conforme pasan las horas, las ojeras se van adueñando de los rostros. Cada página terminada es una página menos para hacer.

 

5. LA TRASNOCHE. Entrada la madrugada, el Papel Tortuga ya está listo en la imprenta, en Córdoba, para que un compañero lo retire. A la hora señalada, llegan los paquetes a Urquiza 28. Entonces, la tarea es desarmarlos, introducirles los suplementos de la semana y etiquetarles el nombre del suscripto correspondiente. Después, bicicleta, moto, una ruta programada y el semanario sale a la calle.

Envuelto en bandas elásticas, en bolsas plásticas que lo protegen del agua, la madrugada del jueves, Papel Tortuga llega a los lectores suscriptos. Bien temprano por la mañana, el resto de los ejemplares van empezando a poblar los kioscos de Alta Gracia y de otras localidades del corredor de la ruta 5 del Valle de Paravachasca.

 

6. LOS INVISIBLES. Para que este sistema sea armónico, es imprescindible que las áreas administrativas hagan todo el trabajo silencioso de organizar el sistema de suscripciones y reparto; que el área económica, mire de cerca los números de cada papel; y que cada vendedor, consiga las publicidades que generan los recursos para que este trabajo pueda salir a la calle y llegar finalmente al living.

 

7. PARA COMPLETAR. Se podría continuar con el efecto que generan esas noticias que surgen desde la misma comunidad, cuando vuelven a la comunidad como un instrumento multiplicador, de altavoz de denuncias y propuestas. Pero a esa parte de la historia, nuestros lectores la pueden definir mucho mejor que nosotros.

 

 

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN PAPEL TORTUGA #100

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