La campaña de vacunación contra el Covid-19 para niñes y adolescentes que comenzó el 12 de octubre, sigue adelante. La aplicación de estas vacunas ha generado un debate social respecto de su seguridad y eficacia. Para despejar algunas de estas dudas, “Que No Se Te Escape” entrevistó al reconocido pediatra Mario Polacov, quien pudo aclarar algunos aspectos sobre el tema.
Escuchá la entrevista completa: https://radiocut.fm/audiocut/entrevista-al-pediatra-mario-polacov-sobre-vacunas-contra-covid-19-para-ninas-y-ninos/
RADIO TORTUGA (RT): ¿Tuvo consultas respecto de la seguridad de la vacuna contra el Covid-19 para niñes?
MARIO POLACOV (MP): Sí, todo el tiempo, por distintas vías; por la consulta personal, por mensajes en el teléfono, por las inquietudes directas o indirectas de la gente que a uno le llegan. Es un tema sanitario pero que ha generado un debate social, ha producido en muchos casos una tergiversación de los mensajes, donde lo epidemiológico y médico se mezcló con lo ideológico y las opiniones personales de cada uno; que si bien son valiosas, en cuestiones meramente técnicas tiene que prevalecer la evidencia científica. Indudablemente se ha generado toda una cuestión de debate y de incertidumbre, pero afortunadamente tenemos esta posibilidad, la de usar los medios de comunicación para llegar a la gente con una opinión no solo basada en el pensamiento propio, sino también en la evidencia científica, que es lo que guía nuestro proceder profesional.
RT: ¿Son seguras la vacunas para niños y niñas, y por qué son importantes?
MP: La vacuna es la herramienta central de prevención de enfermedades. A lo largo de la historia de la medicina, el mayor impacto de las medidas preventivas ha sido a través de la inmunización colectiva, una acción a gran escala que ha permitido controlar enfermedades graves. Incluso algunas en esta época gracias a la vacuna ya están erradicadas. En definitiva, es una herramienta útil para que de esa manera podamos tener el control de esas enfermedades reales o potenciales que puedan afectar a la población a gran escala. Respecto puntualmente de la del Covid-19, estimo que la situación de incertidumbre es porque todas la vacunas tienen la autorización de emergencia, es decir una validación de uso en población humana determinada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y agencias regulatorias como la CDC de Estados Unidos y la EMA de Europa, que son organizaciones de gran prestigio y renombre internacional y que dan fuerza de recomendación al uso de estas vacunas por el hecho de que es un recurso para atenuar el impacto de la enfermedad y evitar la pérdida de vidas. Indudablemente que el diseño de las vacunas y de los protocolos para la aprobación definitiva demanda tiempo, para que de esa forma puedan certificarse y darle fuerza a esas recomendaciones. Pero ahora no hay tiempo, si uno tomara los diez o veinte años que demanda que una vacuna tenga las aprobaciones completas y todos los estudios de las distintas fases clínicas, implicaría que el costo de vidas humanas sería muy alto; entonces la estrategia que se toma es hacer las pruebas de seguridad y de eficacia en lotes poblacionales no tan grandes y esa información es la que habilita la recomendación. De ese modo todas las vacunas que se están usando ahora, incluso para adultos tienen esa modalidad de aprobación de emergencia. Pero lo que sí está muy claro, es que en nuestro país llegamos tarde a las vacunas porque en otras partes del mundo, tienen una trayectoria más importante de uso en el tiempo, tanto en EE. UU, como en Europa. Allí tienen mecanismos de control mucho más rigurosos que los que tenemos en nuestro país y no ha habido efectos adversos, no ha habido para que esa recomendación inicial quede caduca, en realidad son vacunas buenas por ese tipo de trayectoria que tienen en el tiempo. Tenemos la ventaja que estamos usando vacunas probadas en otras poblaciones, en otras geografías, con estrategias de vacunación diferentes a la nuestra. En ese sentido, todas las vacunas que se usan son buenas, seguras y eficaces respecto de la inmunidad.
RT: Es común escuchar que el Coronavirus no afecta tanto a los chicos. ¿La vacunación es para cuidarlos a ellos, pero también para cuidar a la comunidad?
MP: En realidad, eso es parcialmente cierto. En primer lugar no se enferma gravemente el 95 por ciento de la población pediátrica, pero el cinco por ciento restante, y más aún aquellos que tienen comorbilidades, es decir aquellos que tienen enfermedades crónicas, la pasa mal y con riesgo de vida. Uno no sabe de qué lado de la estadística está hasta que le pasa. Por otro lado está el hecho de que los chicos son naturalmente deambuladores, van de un lado al otro, y tienen la posibilidad de traer el virus a su casa y tal vez no enfermarse severamente, pero contagiar a familiares o personas cercanas que tengan cierto riesgo. Y por otro lado, exponer a los chicos a una situación de severidad potencial cuando hay un recurso para prevenirlo, sería casi como una negligencia ética de decir vacunamos la adultos y a los chicos los dejamos así, con un virus que está mutando constantemente y quien dice que nuevas variantes del virus no puedan afectar con mayor severidad y potencialidad a los chicos. Es muy importante detallar y enfatizar la idea de que son vacunas inactivadas, son de virus muerto. No se les inyecta ningún germen vivo, lo cual evita que haya un riesgo de enfermedad.
RT: ¿Qué efectos adversos puede encontrarse con estas vacunas?
MP: Hay que diferenciar las que son para menores de 12 años, que sería la vacuna inactivada, como la china Sinopharm; versus las vacunas para adolescentes de 12 a 18, Pfizer o Moderna, porque son de plataforma distinta, de fabricación diferente que tienen por lo tanto una reacción distinta para el organismo. En el primer caso ha tenido muy pocos efectos adversos porque son de virus muerto. Y los efectos son locales, dolor en la zona de aplicación o un cuadro febril las primeras veinticuatro horas. Que puede no estar presente. Y a lo sumo tres de cada diez pueden presentar estos síntomas. Entre los adolescentes tienen también un reporte muy bajo de efectos no deseados. Insisto que con los millones de dosis colocados en otros lugares del mundo, no ha habido reportes adversos o sea que en realidad sería muy negligente dejar expuesta a la población pediátrica sin este método de protección.
