La mañana del viernes 26 de abril, la Policía Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires reprimió brutalmente a trabajadores de la salud del Hospital Neuropsiquiátrico Borda, nucleados en ATE, que intentaban detener la demolición de un edificio donde se brindan talleres sociales para los internados, donde Macri pretende instalar oficinas de su administración. Hay nueve detenidos y cerca de 30 heridos.
La represión alcanzó a trabajadores de prensa: un fotógrafo del diario Clarín recibió un balazo de goma y fue detenido, un equipo de la sección audiovisual de la agencia Télam también fue agredido, al igual que un camarógrafo de C5N, una movilera de América Televisión recibió un balazo en una axila y también fue agredida una cronista de CN23.
LA «DEFENSA» OFICIAL
Ante la consulta de los medios, la vicejefa de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, manifestó que «la policía se defendió». «La policía no va a agredir si no es agredida», agregó la vicejefa, como esbozando una cuestión obvia.
Por su parte, el jefe de gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta, a pocas cuadras del neuropsiquiátrico, convocó a una reunión con dirigentes gremiales y políticos y manifestó: “Apelamos al diálogo para encontrar una salida entre todos. Lamentamos que haya habido gente lastimada”.
Mauricio Macri, en su cuenta de Twitter, responsabilizó a los trabajadores que se manfestaban: «Los policías fueron atacados con piedras y palos».
«NATURALEZA REPRESIVA»
Carlos Heller y Juan Carlos Junio, diputados nacionales por la Capital Federal en el bloque Nuevo Encuentro, manifestaron en un comunicado de repudio al accionar de la fuerza de seguridad porteña: «La brutalidad de hoy no es un exabrupto, la Policía Metropolitana se afirma sobre su naturaleza represiva. El accionar de la fuerza de seguridad del Gobierno que conduce Mauricio Macri permite comprender cuál es la concepción de la sociedad, la política y el poder que tiene el Jefe de Gobierno».
FOTOS: AGENCIA TÉLAM
