Ante cuatro asesinatos ocurridos consecutivamente en la última semana, en el marco de la violencia narco, el Gobierno Nacional arribó a Rosario con sus ministros de Seguridad y Defensa, Patricia Bullrich y Luis Petri, y la promesa de enviar fuerzas federales. El periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade advirtió que esta estrategia «viene de la década del ’80 y se impone en distintos lugares de América Latina con un resultado terrible».
Bullrich y Petri llegaron a Rosario este lunes 11 de marzo y brindaron una conferencia de prensa, junto al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente Pablo Javkin.
“Vamos a incrementar las operaciones de saturación con especial énfasis en los horarios críticos de las 5 de la tarde a las 7 de la mañana del día siguiente para proteger también la noche”, expresó Bullrich.
Javkin afirmó que se necesita “todo el peso del Estado en todos sus niveles, poderes y facetas”; tanto “operativas, investigativas, de inteligencia criminal, de control penitenciario, puestas a recuperar la paz y la normalidad de la ciudad”.
Pullaro prometió seguir con la política de rigor en las cárceles contra los detenidos del narcotráfico: «Lo que los desespera a estos violentos, que no tienen ningún amor por la vida, por la sociedad, es perder el control de sus organizaciones por no tener contacto con el afuera».
Petri, por su parte, explicó que las fuerzas armadas asistirán en apoyo de operaciones en Seguridad Interior: «En todo de acuerdo a lo que la ley establece y con todos los efectos humanos y de infraestructura que las fuerzas armadas pueden proponer y propiciar».
Críticas sobre la militarización
El gobierno nacional llegó hasta Rosario para confirmar el envío de las fuerzas federales como respuesta a los crímenes vinculados con las bandas del narcotráfico. No es la primera vez que desde Nación se utiliza este tipo de estrategia. Es la segunda vez en 12 meses que llegan fuerzas armadas para tareas de apoyo. La anterior fue hace un año, luego del asesinato del niño qom Máximo Jérez a manos de narcotraficantes de la zona noroeste de la ciudad. Desde entonces la situación no se solucionó, si no que se agravó.
A través de un vivo de Instagram, Carlos Del Frade resaltó que la ciudadanía de Rosario «necesita un poco de tranquilidad y paz» y que las bandas vinculadas con el narcotráfico generaron miedo con «asesinatos cobardes», por lo que la sociedad está «clamando por la presencia del Ejército».
Sin embargo, alertó que la estrategia de enviar más efectivos federales y de las fuerzas armadas «viene de la década del ’80 y se impone en distintos lugares de América Latina con un resultado terrible», como 300 mil muertos en México, 80 mil en Colombia, 30 mil en Perú y más de 20 mil en Brasil. «Y, por supuesto, el narcotráfico sigue fluyendo y produciendo víctimas», advirtió.
Del Frade aseguró que «47 bandas narcopoliciales barriales» que se mueven en la ciudad «deberían ser absolutamente disueltas por una policía al servicio del pueblo». Sin embargo, criticó que «los nichos de la corrupción generan que eso no se produzca».
Crímenes, amenazas y cacerolazos
Este domingo falleció el colectivero que había sido baleado el jueves, mientras que en la madrugada del sábado fue ejecutado por un sicario un trabajador de 25 años de una estación de servicio. A esos hechos se suma el asesinato de dos taxistas y la balacera contra una cárcel.
En la estación de servicio donde mataron al playero dejaron un cartel que decía que «esta guerra no es por el territorio sino contra el gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni«. Los firmantes prometieron en el texto que matarían «más inocentes» si no se respetaban sus derechos en las cárceles, como por ejemplo ver a sus hijos y familiares. Otro cartel colgado en uno de los puentes de la Circunvalación de Rosario advertía que las víctimas serían colectiveros, taxistas, basureros y comerciantes.
En la noche del domingo hubo cacerolazos en el centro y otras zonas de la ciudad. Este lunes los docentes cumplen con una jornada de paro ante el temor de que los crímenes prometidos alcancen a trabajadores de la educación. Por el mismo motivo pararon desde anoche hasta hou al mediodía los recolectores de residuos. Mientras tanto continúa el paro de colectivos que comenzó el jueves luego del ataque al chofer, y tampoco hay servicio nocturno de taxis.
La Asociación Médica decidió un cese a actividades en hospitales y centros de salud. Ayer hubo paro de los trabajadores de las estaciones de servicios, que por tiempo indeterminado no atenderán al público entre las 22 y las 6 de la mañana del día siguiente.
Y este mismo lunes también, periodistas de los canales porteños TN y América recibieron amenazas, tras arribar por Rosario para hacer respectivas coberturas de la violencia narco.
La escalada de violencia se disparó de manera dramática tras la viralización de imágenes de presos del narcotráfico, en cárceles santafesinas, arrodillados en el piso, en una imagen que emulaba a la difundida tiempo atrás por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Fuente y fotos: Agencia Farco
