Este lunes 3 de junio, a las 17, el área de Género y Salud Comunitaria de Barrios de Pie Alta Gracia estará realizando una intervención en la Plaza Solares, al cumplirse nueve años de la primera manifestación por «Ni Una Menos» en el país, que visibilizó con contundencia la violencia de género y los femicidios. «Con hambre y odio, no hay Ni Una Menos», afirma la organización en la convocatoria. «Nos volvemos a encontrar para exigir justicia por Pamela, Andrea y Roxana, víctimas de lesbicidio», completa el llamado, en referencia al triple crimen de odio perpetrado semanas atrás en el barrio porteño de Barracas.
«Contra la violencia de Estado, el hambre, la ley bases y el DNU que buscan empobrecernos aún más. Este lunes, sumate a la intervención», expresan desde Barrios de Pie Alta Gracia.
Rocío, integrante de la organización convocante, consultada por este Portal, subrayó que «la actividad consiste en una intervención que invita a la reflexión del significado de Ni una Menos«, que se constituirá además en «una asamblea abierta a la que puede sumarse quien quiera».
Agregó que esta intervención conmemorativa «es también un ejercicio de encuentro y concientización que proponemos a quienes se sumen, para pensar qué queremos como feministas en un contexto político donde es el Estado quien nos violenta directamente».
La entrevistada repasó que «el 3 de junio es una fecha importantísima, no sólo pensándolo desde su significado literal, sino también desde un feminismo transversal que interpela todas las luchas».
Explicó que «no se puede decir Ni Una Menos mientras se cometen crímenes de odio hacia mujeres por su sexualidad, ni tampoco se puede hablar de Ni Una Menos mientras las tareas de cuidado dejan de ser reconocidas como lo que son: trabajo«. Y enfatizó que «la violencia machista también mata, lentamente, cuando coarta libertades».
A nivel local, recuerda, «el 3 de junio de 2015, el primer Ni Una Menos fue una de las marchas más importantes en la ciudad, con una diversidad de tonos y voces, sentenciando que es inaceptable que sigamos contando mujeres asesinadas solo por ser mujeres o cuerpos disidentes, así como también exigiendo políticas públicas que contemplen nuestras necesidades y derechos».
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