La escultura de «El niño y el burrito» fue pintada en su totalidad este jueves, acción que fue duramente criticada por el restaurador local Luis Rosanova. Desde la Municipalidad, lo despintaron y señalaron que se trató de la acción espontánea de un empleado. «Nadie lo mandó», dijeron.
Tras la polémica generada por la forma en que fue pintado el monumento «El niño y el burrito», ubicado entre las calles Dean Funes y Sarmiento de nuestra ciudad, el municipio mandó a despintarlo y deslindó la responsabilidad de lo ocurrido a un empleado. La pintada fue duramente criticada por el restaurador local, Luis Rosanova. Según precisaron desde la Municipalidad, el empleado habría pintado la escultura «por motus propio, nadie lo mandó».
En este sentido, la escultura realizada por Luis Rodolfo Ocampo y Olga Argañaraz e inaugurada en 1985, amaneció despintada este viernes. El municipio cuenta con el área de Cultura y Patrimonio, quien es la encargada de la puesta en valor o restauración de este tipo de obras. Sin embargo, según mencionaron se trató de la acción «espontánea» de un empleado que aprovechando la pintura con la que estaba marcando la senda peatonal decidió pintar el monumento.
De este modo, la Municipalidad de Alta Gracia deslindó toda responsabilidad sobre uno de sus empleados. La acción toma otra connotación en relación a los hechos que pasaron hace unas semanas en cercanías de otra obra que forma parte del patrimonio cultural local, el Reloj Público. Allí, cuatro mujeres fueron amenazadas por la policía local con ser detenidas tras pintar con tiza lavable una inscripción invitando a la marcha por Santiago Maldonado el pasado 1 de noviembre.
