El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA – UCA) reveló que pese a que los índices de pobreza e indigencia del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) mostraron en el tercer trimestre de 2024, niveles similares a los de un año atrás; el aumento de los costos fijos de los servicios de transporte, comunicación, luz, agua y gas derivó en una caída de la capacidad de consumo.
Subrayan desde la ODSA – UCA que este dato se hace evidente al evaluar los niveles de pobreza multidimensional, que incluye en el análisis las privaciones en derechos sociales que sufre la población, más allá de sus ingresos.
Coincide con la crítica que algunos sectores opositores plantean al Gobierno, al diferenciar el aumento nominal que han experimentado algunos salarios y cuánto impactaron el ajuste y la recesión en la capacidad de compra de los ingresos; y los dispares incrementos que han tenido los productos de las canastas que se analizan para medir la inflación respecto de las tarifas, a partir de su desregulación.
«Esto se hace evidente al evaluar los niveles de pobreza multidimensional. Esta considera, aparte de los ingresos, la falta de acceso a recursos básicos de bienestar en al menos una, y hasta seis, dimensiones«, explican, en referencia al acceso al empleo y seguridad social, alimentación y salud, servicios básicos, medio ambiente saludable, vivienda digna y educación.
Desde esta perspectiva, exponen, «el panorama actual muestra un agravamiento de la situación: la pobreza multidimensional (pobres de ingresos y con al menos una carencia) aumentó interanualmente de 39,8% al 41,6%; y dentro de ella, también lo hizo la pobreza estructural (3 carencias o más): de 22,4% a 23,9%«.
En virtud de ello, en el marco del cambio de año, desde el consultado Observatorio de la Universidad Católica exhortaron a poner en agenda el desarrollo humano con base en un diagnóstico integral del bienestar con equidad social.