Un culto al under en Paravachasca, entre canciones y fanzines

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Este 6, 7 y 8 de enero, en Anisacate, La Serranita y el Valle de Anisacate confluirán Pankrioyo, Lxs Terpenos, Fakazo, Protestango y el Colectivo Contracultural Hasta las Chapas en jornadas de canciones, poesía y reivindicación del underground.

El viernes 6 la cita será desde las 22 en Kuno Bar, ubicado en ruta 5, kilómetro 32, esquina Bolívar, Anisacate.

La fecha del sábado 7 será en Clarkes Sierra Bar, sobre la bajada del río en La Serranita, a partir de las 19.

La del domingo 8, en tanto, será en El Barco del Valle de Anisacate, cuya dirección entregan por privado desde la organización.

Del Valle de Paravachasca sonará Pankrioyo y Los Repartidores con una furiosa propuesta punk y la poesía de Lxs Terpenos (Marcelo Riol y Nico Antico). Desde Buenos Aires llega Protestango, que viene girando por el mundo; y Fakazo, con su rock combativo alternativo. También estará la trinchera contracultural Hasta las Chapas, que conjuga música y poesía; habrá feria de fanzines; y se presentará el libro «Un grito de sinceridad«, que repasa la historia de los fanzines en la Argentina.

Pablo Dell Arcipretel, o «Pablo Inmundo», productor de fanzines, recitador de poesía, agitador cultural y protagonista de esta triple jornada, consultado por este Portal, convocó a la comunidad de Paravachasca a sumarse a estas «tres fechas zarpadas» que «van a volar las pelucas». Cerró la invitación con un encendido «No se lo pierdan, que se prende fuego el corazón».

«Es como continuar una red que se está tejiendo entre bandas independientes que se van haciendo amigas y se gestionan fechas como estas. Las expectativas son las mejores porque hay arte para todos los gustos», destacó Martín Leguizamón, de Pankrioyo y Los Repartidores, por su parte. «Se está abriendo caminito a nuevas viejas formas de expresarse, en bares, en formato rock; y esto provoca un ida y vuelta donde las músicas se van cruzando y lo que pasa en otros lares venga al Valle y lo de acá vaya a otros lugares», completó.

Espíritu rebelde de tijerita y plasticola

Dell Arcipretel vive el underground desde hace por lo menos tres décadas, cuando en 1991 arrancó a publicar fanzines (medio de comunicación artesanal, emblemática de la contracultura rock de las últimas décadas del siglo XX) en Buenos Aires. En la actualidad, con 55 años sigue apostando a la generación de contenidos rebeldes con tijerita, plasticola y fotocopias como una herramienta para la comunicación de las ideas y un culto al disfrute de la vida.

En 1992 formó parte de la creación de la cooperativa independiente «De la mente», que editó el mítico fanzine «Mundo In-Mundo«, del que tomó su «apellido artístico». Tras la quiebra de esa cooperativa, integró el equipo que dio vida al colectivo contracultural «Hasta las chapas», que nació como una editorial de fanzines y feria, entre otros emprendimientos que encaraba un cúmulo de personas que iban y venían. Desde ese sello editaron el fanzine «Navegante de cloacas«, cosido a mano y con pegotes fotocopiados.

«Pablo Inmundo» después se embarcó en una aventura de música y poesía que se llamó Tamayo Gavilán y los Panfletarios y que supo tocar en el Valle de Paravachasca en diversos escenarios, con una propuesta disparadora de rebeldías. Luego fue el turno de Os Picantes, un trío de poesía con pistas y banda, con quienes giró durante once años.

De tres años a esta fecha, con un formato de banda, «Pablo Inmundo» encabeza la trinchera poética «Hasta las chapas«, en la que sigue recitando poesía con su voz rota y profunda, de viejo sabio y adolescente eufórico, entonando textos propios, consignas y citas de diversos autores en medio de capas climáticas sonoras envolventes.

«Sigo envejeciendo a pasos agigantados y acá estamos», dice entre risas, ratificando un camino que elude un horizonte material y se abraza a la celebración de los encuentros y las alegrías que el arte depara.

De siembra por Paravachasca

Con el Valle de Paravachasca, «Pablo Inmundo» tiene un vínculo que ha ido consolidando con los años.

Su primer recuerdo data de 2001, cuando con bandas musicales y editores de fanzines de «malos aires» intentaron conformar una comunidad en el Valle de Anisacate, donde oportunamente compraron un terreno.

Si bien aquella iniciativa se vino abajo, al año siguiente reincidió en la idea de contar con un espacio en las sierras; y en ese plan viene trabajando.

«Todo es aprendizaje y evolución«, dice, sobre un camino del que no se despega, aunque en algunos momentos acelere más y en otros se tome ciertas pausas. «Seguimos sembrando, el dinero nunca importó ni nos importó. El arte es nuestro salvavidas en el mundo«, concluye su relato, un poco respondiendo una pregunta periodística y otro poco anticipando el tenor de sus performances en la triple fecha que tiene por delante.

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