Mientras espera el descargo del empleado que con un vehículo de la Dirección de Inspección General atropelló a un perro y lo dejó tirado agonizante en la esquina de Belisario Roldán y Dino Carignani, la Municipalidad tomó una primera medida, que le comunicó al dueño del animal y a proteccionistas, en una reunión desarrollada el miércoles 4 de enero en el Departamento Ejecutivo.
El subsecretario de Recursos Humanos, José María González, ratificó lo que en una nota previa de este Portal había expresado el director de Inspección General, Adrián Depetris: que para tomar una medida definitiva se espera el informe que el empleado mismo debe presentar sobre su accionar, para confrontarlo con los registros fílmicos que se aportó desde una cámara de seguridad privada y otros datos que se han ido recolectando desde que ocurrió el hecho, en la noche del lunes.
La viceintendenta Cristina Roca, presente en la reunión, explicó que como medida preventiva, al no poder quitársele sus tareas, se dispuso para el empleado el cese de la autorización para conducir vehículos municipales. Según los antecedentes que puedan encontrarse y el análisis de la gravedad de su actuación en el hecho investigado, podría imponérsele un apercibimiento e incluso relegarlo del cargo que ostenta.
Paralelamente, subrayaron González y Roca, el dueño del perro, como damnificado, podría presentar una denuncia penal basándose en la Ley Sarmiento. Por lo pronto, la Municipalidad evalúa sólo medidas laborales y administrativas.
Por su parte, Matías Seyssian, el dueño del perro, consultado por los medios presentes, se mostró compungido por la pérdida del animal, al que tenía desde hacía tres años incorporado a su vida. «Que lo desvinculen del área en la cual trabaja», dijo sobre el empleado y adelantó que se asesorará con proteccionistas para ver si es viable avanzar en una denuncia penal.
