Edgar “Eddy” Barrionuevo, músico y sonidista altagraciense, encabeza el grupo de rock pop “Mixtura” que recientemente lanzó su canción “Me molesta”, en la que cuestiona la falta de rampas. Entrevistado por el programa “Tarde Para Tirar La Toalla” de la Radio Tortuga 92.9, Barrionuevo, usuario de silla de ruedas, quien vive con una distrofia muscular desde nacimiento, cruzó su biografía artística con su posición en favor de una mayor accesibilidad en los escenarios y en la vida.
RADIO TORTUGA (RT): Contanos sobre la canción “Me molesta”, ¿qué la motivó?
EDGAR BARRIONUEVO (EB): Nací con distrofia muscular, entonces la mirada desde la silla de ruedas es de toda la vida. Quien ya me conoce, sabe mi humor y cómo me llevo con la falta de rampas y las puertas chicas en lugares que no son muy accesibles. Desde ese lado es que surge hacer el reclamo. Siempre jodo con el tema de la rampa. Tengo la oportunidad de trabajar en un montón de lados y muchos son poco accesibles. Siempre desde el humor surge el tema. Con respecto a la canción, siempre se pregunta, “tienen sonido, qué hay que llevar” y nosotros decimos que necesitamos accesibilidad para el cantante que anda en silla de ruedas. Muchas veces no encontramos eso. Entonces desde arriba del escenario empezamos a tirar sobre la necesidad de escenarios más accesibles. En 2018 fui a tocar a Córdoba, acompañando a un amigo a un lugar re grande, re paquete, re bonito y la misma pregunta. Nos dicen que no hay rampas porque el lugar es nuevo y está recién inaugurado. Y nos surge la pregunta, “¿cómo si el lugar está nuevo no tiene acceso?” Una de las condiciones justamente es eso, que tenga acceso y baños grandes. Me dice el chico que me invitó a tocar, “vos si querés ir vas; si no, no”. “No, loco, vamos igual, pero me hago una remera que diga algo de la rampa”. “Sí, dale”. Esto era un martes y tocábamos un domingo. Al viernes, por Instagram, veo que sublimaban remeras. Le escribo y le digo, “¿no me hacés una remera que diga ‘tu falta de rampa me molesta’?” Por decir algo, porque no tenía nada pensado. El loco se copó y me la hizo y caí con la remera a Córdoba a tocar y empezó a tener protagonismo. Porque a pesar de que nosotros hablábamos desde la banda arriba del escenario, al tener una remera y llevarla a lugares que no eran accesibles, la remera empezó a hablar por sí sola. De repente surgió hacer una letra, la banda tiene un estilo pop rock, así que salió un estribillo directo. La pudimos grabar el año pasado y terminar este año.
RT: ¿Qué repercusión viene teniendo?
EB: La gente se copa con el mensaje, el estribillo es bastante conocido, se viene compartiendo mucho. A la canción ya la hacíamos antes de grabarla. Cerrábamos los shows con ella y en 2020 tuvimos la oportunidad de tener streamings por todos lados y la gente quedó chocha, compartiendo la causa y la canción.
RT: ¿Hoy cómo ves a Alta Gracia en lo que hace a accesibilidad?
EB: No solamente en Alta Gracia es un problema la accesibilidad. La gente que está a cargo de la accesibilidad, sea tanto el ingeniero de obra o el intendente o jefe comunal, el presidente de la Nación; siempre lo hacen desde su mirada y no desde una mirada objetiva. No puedo decir que no han hecho rampas, pero no son rampas muy funcionales. Algunas sí, otras no. Hacen las rampas que se enseña a hacer. Funcionalmente hay rampas que están bien hechas y otras que están mal hechas. Y muchas veces, porque es el casco histórico, no se hacen modificaciones, que podrían hacerse sin romper el lugar. La rampa de metal del Museo Manuel de Falla, si bien es muy inclinada, se puede usar y está bien. Siempre digo que si hay que hacer rampas para sillas de ruedas, por lo menos que haya una persona en silla de ruedas que vaya y la pruebe. Me pasó con la rampa del SUM que hay en el Parque Infantil. Cuando se inauguró no había rampa, no había forma de entrar al SUM si no era por las escaleras. Llamé, renegué, pedí el derecho de la rampa. La hicieron, pero mal. Tuve que contactarme con toda la gente, desde el arquitecto, el ingeniero y explicarles cómo hacer la rampa. La distancia entre la vereda y el SUM es de unos tres metros.
NIÑO MÚSICO
RT: ¿Cómo llegaste a la música o cómo llegó la música a vos?
EB: Entre los siete y los ocho años, en mi casa aparecieron mi vieja y mi viejo con un teclado y me dijeron que iba a estudiar música. Estudié con profes particulares mientras iba a la primaria y empecé a tocar en los actos del colegio. Después, como a los 11, cansado de tocar, lo dejé. Hasta los 14 estuve con el teclado arriba del ropero. Volvió a surgir por un amigo que se compró una guitarra. Su hermano estaba fanático con Soda Stéreo. El que más sabía era yo porque había estudiado. Eso llevó a armar la primera banda y empezó un camino del que no me pude salir. Volví a estudiar porque me di cuenta de que había un montón de cosas que no sabía y me empecé a relacionar con músicos.
RT: Antes de eso, en los primeros años, ¿lo disfrutabas o lo tomabas como una obligación?
EB: Me gustaba el instrumento, me gustaba tocar en los actos del colegio; pero era la fiesta de la tía o el cumpleaños del primo o el domingo en el almuerzo, porque mi familia era de juntarse en la mesa grande, y querían que tocara el nene. Eso no me gustaba. Debe ser por eso que en un momento dejé de tocar.
RT: ¿En la familia había tradición con la música?
EB: Mi viejo era sonidista, entonces siempre anduvo metido en eventos. Seis horas de camino de tierra para llegar y fiestas patronales que duraban tres o cuatro días, con procesiones y gauchos. Siempre estuvo desde ese lado la música. Y del lado de mi mamá, había un par de guitarreros y gente que estudiaba teatro o escribía libros; así que siempre estuve rodeado del arte.
LAS PRIMERAS CANCIONES
RT: ¿Cuáles son tus primeras elecciones musicales?
EB: De chico, escuchaba todo lo que sonaba en esa época y canciones viejas de paso doble y cuarteto. Mi viejo tenía mucha música que se ponía en esas fiestas; folklore y cuarteto del viejo. Con el tiempo me di cuenta que grupos de esa época como Chébere, eran un bandón; un montón de músicos en escena que tocaban zarpado. Yo tocaba temas de Leo Dan o algún folklore y me gustaba. En la primaria, empezamos a escuchar los Guns (N’Roses), Paralamas, Ricky Martin. En ese momento, la clave era intercambiar música; no había internet. Se escuchaba la radio. Lo primero que me compré fue un disco de Los Piojos, que no sabía quiénes eran pero me gustaba la carátula. Y me compré un disco de Fey. Nos juntábamos a escuchar Nirvana, nos hacíamos los rockeros delante de la gente, pero en la casa escuchaba Fey. Hoy en día escucho todo. Me levanto y pongo La Mona (Jiménez) y al rato estoy escuchando (Iron) Maiden. Los vecinos ya están acostumbrados.
RT: Cuando empezás a armar tus primeros grupos, ¿sonaban acorde a lo que venías escuchando?
EB: Yo había estudiado música y tocado mucho folklore. Mis amigos, al estar buscando por cancioneros, tocaban más rock. Nos juntábamos y al no saber bien qué hacer, hacíamos ruido. Dos acordes y tocábamos en un cuarto como de lavado que había en mi casa. Después agarrábamos canciones de Soda Stéreo y las hacíamos cuarteto. Fue mi primera banda, duró un par de meses y tocamos en un cumpleaños mío. Después empezamos a hacer rock nacional y después tuve la posibilidad de tocar en bandas de folklore y a recorrer escenarios con eso. Y cuando podía, me sumaba a las bandas de mis amigos que hacían covers de rock nacional o estaban en el punk. Había bandas que no llevaban piano, entonces se me ocurrió tocar la guitarra. Con los años me di cuenta que todos los instrumentos se usan para todo.
POP ROCK, NUEVAS TECNOLOGÍAS Y ADELANTOS
RT: En 2010 nació “Mixtura” que, escuchando este recorrido, es un poco una síntesis de tu historia porque si bien es pop rock, conjuga diversos sonidos…
EB: Mixtura es el proyecto mío después de muchos años de estar tocando en un montón de bandas. Tuve la posibilidad de tocar muchos estilos y recorrer la Argentina tocando cuarteto, folklore, rock. La música me dio esa posibilidad. Cuando nos juntábamos a cantar con mi amiga María Jesús (Guillén), había rock nacional, temas de una cantante de Operación Triunfo. Y decidimos ponerle “Mixtura” a la banda porque no era un género definido lo que buscábamos. Con el tiempo se fueron sumando instrumentos, efectos, letras propias.
RT: Como grupo, tienen la particularidad de estar permanentemente dando a conocer canciones y sacando videoclips…
EB: Con el paso de los años, nos dimos cuenta de que las redes era una piedra fundamental para la difusión. Todo esto fue evolucionando. Primero fue poner alguna palabra en Facebook, después sumarle una foto, después un vídeo; luego Instagram. Siempre pensamos que si tenemos alguna info, tiene que difundirse con alguna foto. El primer videoclip que pudimos hacer, sin tener idea, fue con una GoPro prestada y el drone de un amigo. Es la canción “Fénix”, que está en el canal de YouTube de “Mixtura”, tiene 200 mil errores pero lo hicimos nosotros, buscando tutoriales. Nos gusta generar todo eso y jugar con la tecnología.
RT: ¿Hay alguna idea de armar un disco?
EB: Somos de la vieja escuela. Sacamos el primer EP de cinco temas. No sabemos si la gente escucha once temas seguidos. Surgió hacer el single de “Me molesta” por el tema de costos, porque está todo caro y no hay toques en pandemia. La idea es sacar dos o tres temas más como singles y después entrar a grabar el cuarto EP oficial de la banda. Ya está el nombre y están los temas.
Finalmente, de alguna manera ligando la primera parte con la segunda de la entrevista e indagando en el relato lineal y fluido de «Eddy» Barrionuevo, se le consulta si a lo largo de su carrera musical, ha tenido que sortear obstáculos importantes por su discapacidad. «A nivel accesibilidad, en mi carrera musical siempre hubo obstáculos», introduce como disparando una verdad obvia. «Con el tiempo, van cambiando las cosas y se va teniendo más conciencia», completa como mirando la mitad de vaso lleno. Y concluye como empezó la charla: «Siempre fue un renegar, yo me lo tomo con humor pero muchas veces me embolo».