El Gobierno de Facundo Torres ha llegado a sus primeros dos años con pocos sobresaltos políticos. Sin embargo, entre los que no se conocieron y los que parecieron no tener graves consecuencias, algunos hechos amenazan con explotar pronto y todos juntos.
Por Diego Heredia. Es sabido que el Intendente no puede renovar su mandato en 2019 y en un año previo a elecciones que promete ser más movido que otros, para Torres será fundamental sostener una imagen positiva de su gestión debido a la ausencia de figuras fuertes dentro de sus filas internas.
El problema para quien hoy ocupa el Sillón de Lepri, es que empieza el año con la amenaza de Cambiemos, por ahora sin un referente claro, y con la aparición de una tercera fuerza que podría aglutinar a sectores del progresismo y el campo popular local tras el resultado de las últimas legislativas en la Provincia, algo que complica el escenario para Unión por Córdoba.
A su vez, algunos conflictos en la gestión como las internas dentro del PJ local, las protestas de organizaciones sociales, los reclamos por la falta de políticas que favorezcan a distintos actores de Alta Gracia y los problemas de Marcos Torres (secretario de Gobierno) con el vecinalismo y otros sectores, ponen en jaque muchos de los planes del Intendente.
Mientras tanto los opositores leen que durante 2018, Torres presentará algunos puntos débiles y accionarán para acomodar el escenario. Este año será importante y Torres sabe que deberá fortalecer su imagen para lograr que Unión por Córdoba mantenga la intendencia y obtenga un triunfo en las provinciales.
FOTO: CONCEJODELIBERANTEAG.GOB.AR
