El reciclaje como solución ambiental y económica

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La socióloga Cecilia Allen, en su columna semanal que se emite los días martes en vivo en el programa “Formación Tortuga”, realizó una introducción sobre la importancia del reciclaje, los números en la región e hizo un repaso sobre las organizaciones que trabajan la temática en el Valle de Paravachasca.

Cecilia Allen es vecina de Villa Los Aromos y trabaja hace unos 20 años la temática de residuos. Forma parte de la red internacional Gaia, que promueve el compostaje, el reciclaje y la reducción de generación de residuos. Por cuatro programas hablará de la temática, del uso de plásticos, sobre residuos orgánicos y el tratamiento que se le da en la región.

En la primera entrega, Allen remarcó que el mundo de los residuos es “apasionante”, ya que “además de ser de los principales temas ambientales, es una puerta de entrada a muchos temas estructurales como la economía o los estilos de vida”. “Una premisa básica de la basura es que si se mantiene toda junta no sirve de nada, pero sí se mantiene separada se pueden hacer muchas cosas, y la idea de esta columna es desmenuzar la basura y ver a donde nos lleva, compartiendo datos generales y enfocándonos en la parte social, para conocer lo que hay detrás del reciclaje”, introdujo.

En Argentina generamos un kilo por persona por día, que para Alta Gracia significa entre 50 y 60 toneladas por día”, especificó Allen, al tiempo que aclaró que el promedio mundial “está en los 740 gramos”, donde hay extremos vinculados a sociedades con una gran industrialización de los productos que se consumen, pero destacando que en nuestro país “estamos por encima del promedio”.

“Un 50 por ciento de lo que tiramos son residuos orgánicos, hay un 30 por ciento que son reciclables como papel, cartón, vidrio, plásticos y metales, y el 20 por ciento restante son cosas que no se pueden reciclar ni compostar, como pañales, apósitos, entre otros”, graficó.

En este sentido, la profesional se refirió a la situación del Valle de Paravachasca: “En Alta Gracia y alrededores, la mayoría de los residuos van al relleno sanitario de piedras blancas, que es un predio donde se deposita la basura, que tiene algunas medidas para reducir la contaminación como membranas o captación de líquidos en comparación con un basural, pero no deja de ser contaminante y no deja de ser un hueco donde depositamos por los siglos de los siglos, que no deja de ser una paradoja”.

En este sentido, reflexionó sobre las “zonas de sacrificio” que se disponen, vinculadas a decisiones políticas que exponen a la población de esos lugares a “emisiones y todo tipo de contaminantes”, y que en los últimos años tuvieron como protagonismo a localidades del Departamento Santa María. En esta línea, Allen planteó que por lo general son “económicamente menos pudientes”, lo que contiene un trasfondo que es importante leer.

“A nivel estructural, la basura es el excedente necesario del capitalismo, y necesita de lugares para esconder este excedente. Hay que pensar que todo lo que tiramos o quemamos debe volver a fabricarse de cero. Todo lo que desperdiciamos en estos lugares pone más presión sobre la minería, la deforestación y el consumo de energía, y realmente es un desquicio tirar todo eso”, remarcó.

RECICLADORES URBANOS
Allen también se refirió a la importancia que tienen las organizaciones que trabajan el reciclado urbano, en un país donde hay unos 150 mil cartoneros y cartoneras, que en muchos casos están organizados a través de una Federación. “Hay otro circuito paralelo, movido por los cartoneros, que se centra en el reciclaje. En Argentina y en Latinoamérica, los cartoneros son el principal motor del reciclaje, sobre todo a partir de la crisis de 2001”, manifestó.

“Para tomar dimensión del avance en materia de organización, es bueno remarcar que el Ministerio de Desarrollo Social creó una dirección nacional de reciclaje que está a cargo de una cartonera”, informó la profesional. Además, precisó que el Valle de Paravachasca cuenta con al menos tres experiencias importantes, dos de ellas integrantes de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR).

“Una de las integrantes de la Federación es la Cooperativa de Reciclaje de San Isidro, la CRESI, que trabaja en San Isidro y La Quintana que recolecta los viernes y acopia en el Refugio Libertad. La otra cuadrilla que trabaja en la FACCyR está en Alta Gracia y nació frente a la necesidad de visibilizar su trabajo y mejorar sus ingresos”, relató.

“Hay una tercera cuadrilla que se llama Recicladores Urbanos por la Salud Ambiental de la Región (REUSAR) y trabajan dos aspectos: Atienden los cuatro puntos verdes en Villa Oviedo, Crucero, Deportivo Norte y Terminal y hacen recolección a domicilio en barrio Cámara”, añadió.

Por último, Allen insistió en la necesidad de realizar la separación en el hogar, recordó la existencia de los puntos verdes en Alta Gracia y enfatizó en el rol que debe jugar el Estado: “El Estado debe invertir en desarrollar los circuitos, no sólo de reciclados, sino de acopio y acondicionamiento de materiales, y facilitar la logística para llevar esos materiales a la industria del reciclaje. Son inversiones que debe hacer el Estado porque ninguna cuadrilla puede cubrir esos costos y es un ahorro para toda la ciudadanía también”.

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